𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐞𝐳𝐚. Obsesión 1 / Delirio 2. (+21) © BORRADOR

Capítulo 17

Lovely Walker.

Pesadillas de vuelta.

—¿Qué ganabas con ir hasta ese lugar? —inquirió mientras nos desplazamos hacia su habitación.

Me dejo en mi casa y me duché, pero a volvió a ir por mí cuando él terminó de ducharse. Estaba muy enojado pensando en mi y Os.

Mi madre y su padre estaban en una cita así que no llegarían pronto.

—¿Qué? —fruncí el ceño.

Sigo mi camino a su lado para llegar a su recamara.

—¿Por qué él?

Me encogí de hombros, cruza la puerta y la cierra de un portazo.

—¡Porque Ostin es mi amigo, y no es un idiota!

—¿Yo soy un idiota?

—¡Sí! —me frustré.

Me fulminó con la mirada, y sentí que un nerviosismo de miedo atravesó mis huesos.

—Te llevaré a mi cama ahora.

Mordí mi labio inferior, aguantando una carcajada.

—¿Te divierte? —gruñó.

—Sí —musité, cerrando los ojos antes de que me arrojara a la cama.

—Te divertirás mucho más —dijo en un susurró que me atravesó las piernas.

—¿Qué harás?

—¿Recuerdas lo último en tu lista?

—Sí. —apreté los la labios, y miré al techo antes de concentrarme en él.

—¿Y qué seguía después?

—No lo sé —me ahogué con mis palabras.

—Sexo en la escuela: fue mi favorito si me lo preguntas —murmuró, hizo una pausa dramática y continuó—; pero me encantó mucho más sacarte el vibrador con mi boca.

Sus palabras me atravesaron desde adentro hacia afuera, provocando que mi pijama se mojara.

—Damon —negué con la cabeza—, yo no soy lo que buscas.

No te eches para atrás. Ahora no.

—¿Por qué?

—Porque no —musité, retrocediendo en su cama.

Mi cuerpo comenzó a temblar y los nervios y vergüenza me inundaron.

—Yo tampoco soy lo que buscar, y sin embargo estás aquí; acostada en mi cama, pidiéndome que te arranque la ropa y lo haga.

Aléjate de aquí.

—Si no quieres enamorarte —se subió un poco más sobre la cama y quitó su camisa, para quedarse en jean's negros—, te doy la oportunidad de irte. Pero si te quedas, si decides quedarte voy a hacerte mía esta noche o cualquier otra, y me importa muy poco si no soy tu maldito cuento de hadas, te voy a llevar al inframundo, Love —solté un gemido al instante en que su aliento chocó con el mío. Mordí mi labio inferior—, y te subiré al cielo, para que cuando estés cayendo te des cuenta de lo mucho que querías sumergirte en mí. —acarició mi mejilla, provocando un jadeo—. Abre las piernas para mí, y déjame entrar.

Me estaba haciendo una invitación que yo desde un principio le insistí, y ahora no quería apartarlo de mí.

Algo no está bien, Love. Detente.

—Hazlo —susurré entre jadeos—. No me importa enamorarme.

—Lo harás —me dió un beso fugaz, dejándome ciega y sin aire.