𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐞𝐳𝐚. Obsesión 1 / Delirio 2. (+21) © BORRADOR

Capítulo 1

Lovely Walker.

Diez meses.

Mi espalda se arquea y trato de aferrar los dedos al escritorio antes de que me caiga, estoy sudando y el frío es abundante afuera, jodeo tratando de concentrarme en los ojos azules que vienen a mi mente y la lengua caliente que se pasea por clitoris pero el fuego los atraviesa eliminando todo rastro.

—¿Te gusta? —dice sin dejar de trabajar y yo tengo el pensamiento en otro lado.

—Sigue —jadeo—. Sólo... sigue.

Me aprieta las piernas y de un momento a otro ya me harté de que siga allí sin hacerme nada, sólo crea oleadas en mí, pero, desde que me enteré que Tayler salió, su cara y jadeos me invaden a la hora de tener entre las piernas a Franck, que no ha hecho más que complacerme en todo sentido.

Desliza su lengua hasta mis pechos y los muerde violentamente haciendo que muerda mi labio inferior.

—¿Cherry?

—¿Mmh? —mis ojos cerrados se concentran en la última vez que su hermano navegó dentro de mí.

Necesito en la cabeza a quién sea menos a ese maldito.

—Quiero hacerlo —suspira en mi oreja y el olor a menta me puede—, quiero abrirme camino en ti. Ya no puedo seguir así.

Me detengo aburrida de lo mismo y busca mi boca pero me aparto.

—Creo que es mejor que me vaya —comienzo abotonar mi vestido de cerezas y...

—Quiero hacerlo —suspira frustrado—, de verdad no puedo con la maldita erección.

—Mala suerte —le palmeo el pecho antes de tomar la perilla y salir de su oficina.

Trabajo en la biblioteca y él me supervisa pero en otra cosa, nos la hemos pasado así desde que se presentó conmigo y eso es hace... ¿tres meses? Llamé a Damon y nada, le importa una mierda, él deja que se la mamen así que yo también. Lo malo es que no me gusta que otro se meta dentro de mí y eso me causa náuseas así que, iré a terminar con Os lo que Franck empezó.

Hoy tengo una cena con Vanessa y Ostin que hace una semana no nos vemos por razones que prefiero no abordar ya que me estresa.

Camino rumbo a mi bicicleta y Franck sale acomodándose los pantalones como un idiota.

—¡Damon regresará! —dice con el pecho saltando.

Un vacío se hace en mi estómago y el orgasmo que tengo atorado piensa en él como una salvación. Mi corazón rebota y casi quiero gritar.

—¿Me importa? —lo encaro— ¿Dejarás de hacer esto conmigo? No me gustaría que por el idiota ese ya no pueda sentir tu lengua.

—Es mi hermano.

—Como quieras —ruedo los ojos y me doy la vuelta pero en un momento ya lo tengo estampado en mi boca y lo disfruto, es un buen besador.

—Ven a mi casa por la noche —me dice y le doy un último beso.

Me mira confundido y creo que sé lo que dirá.

—¿Ostin o Joe?

—Debiste terminarlo.

Niego con la cabeza y me subo a la bicicleta, me remuevo incomoda por las bragas húmedas.

Franck está respondiendo una llamada y me dirijo al frente donde Ostin se encuentra debajo de un auto. No sé porque tengo la necesidad de que me atrapen y creo que así se va a enojar más, y si se enoja probablemente llegue pronto.