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Los encuentros se volvieron más frecuentes, y aun si odiaba tener que mentir a su hermano de sus asombrosos días, una parte de él sabía que ante la muda mirada del dragón, entendía que no debía de decir nada de su amistad con él.


—No son tan temibles... –comento recostado sobre el cuello del dragón —no lo mal interpretes. Son majestuosos, esplendidos e imponen respeto... Pero malignos no son. No como algunos adultos y ancianos dicen.

Sintió el gruñido de la dragón, el último comentario no fue agradable.

—Ustedes son protectores –cerro los ojos, la suave brisa moviendo el azulado cabello como las copas de los árboles —y... Amigables.


Al llegar a la aldea antes de la puesta del sol notó un ambiente extraño entre la gente, quienes le veían con miedo y asombro, hasta que dos hombres le sujetaron de los brazos y llevaron hasta la casa del líder, donde incluso estaban sus padres igual retenidos cada uno por un hombre a cada lado.

—Víctor... Seré directo y quiero la verdad –los orbes del joven se abrieron con extrañeza ¿Había pasado algo? —¿Haz tenido contacto con un dragón?



El trabajo en el restaurante al menos fue ameno y llevadero, los comensales le dejaban buenas propinas, y aun si estás se repartían entre todos tanto como los de cocina como los de barra, salía el suficiente para sus ahorros a futuro.

La puerta del negocio fue abierta y un hombre de cabello extrañamente en tulipán color rojo pidió mesa para dos, pero al ver un tanto de gente no le molesto esperar, de todos modos la persona que espera aun no llega.

Pasados unos minutos su mesa estuvo lista y Kyousuke fue su mesero de esa tarde.

—¿Me veo bien? –Kyousuke creyó haber escuchado mal. Parpadeo un par de veces y miro al hombre quien estaba nervioso, lo que a primera vista no se había notado —¿La corbata no es muy vistosa?

No estaba mal. El hombre en verdad le había hecho ambas preguntas —si aflojara un poco la corbata, no se acalorara de más –opinó y aquello fue tomado en cuenta viendo que Haruya se aflojo la corbata de tono carmín con finas líneas en dorado —¿Gustaría ordenar algo, o esperara a su... cita?

Haruya no había estado tan nervioso de ver a alguien desde hace años, y todo se debía a la persona que vería. Había tenido encuentros con hermosas y sexys chicas, pero Afuro era ambas cosas, y ni siquiera era una chica.



La fina lluvia caía desde las gruesas y grises nubes que con parsimonia se mueven por el cielo, el adolescente de 22 años deja caer la mano con la cual mantiene apenas con fuerza el ramo de acacias amarillas y rojos tulipanes.

Los cristalizados ojos por el reflejo del dolor, tristeza y decepción al ver a unos metros de distancia al chico que ha estado queriendo y ahora amando en secreto besarse con una de las chicas lindas del instituto cuando él se esforzó, de manera anónima, por enamorarlo, pero má bien alguien más se gano su corazón.



—Un vaso con whisky estaría bien... –su voz salía temblorosa.

—Un "té" para los nervios, enseguida –y aun ante la mirada incrédula ante lo que el chico dijo, dejo de lado eso para concentrarse en lo que hablaría con Afuro después de tanto tiempo y logrando por fin contactar con él.

El té llegó, y segundos después Terumi el cual lucía a los ojos de Haruya más guapo y hermoso que la ultima vez hace tanto tiempo. Se alzó de su asiento para tenerlo a unos pasos delante de él, en verdad era como un ángel caído del cielo para el deleite de los humanos.

—Ha pasado tiempo... –hablo Afuro para tomar asiento, Haruya tardo un poco más en reaccionar pero al final también tomo asiento —¿Cómo te va?

Bebió del té, el cual no era fuerte como el whisky pero si tenía un sabor amargo al pasar por la garganta después del ligero dulzor de la miel —sorprendentemente, bien. Estoy en la ciudad por trabajo con Gazelle.

—Si... Eso me dijo hace unos días.

Haruya quedo ido ladeando la cabeza y luego dar un grito de sorpresa —¡¿Cómo que "te dijo"?! ¡¿Estás en contacto con él?!

Recibiendo una respuesta afirmativa, aún pensaba que el whisky hubiese sido una mejor opción.



Fuusuke no era fan de estar siempre llamando la atención o tener todo tipo de redes sociales para que sus fanáticos estuvieran sobre él como suelen hacerlo hoy en día las celebridades, él prefería la calma y la tranquilidad de su espacio de trabajo que tener la atención de todos.

La reciente exposición había sido un éxito, cumpliendo con lo esperado y teniendo tiempo de crear algo para la siguiente exposición que será junto a otros tantos talentos de la ultima generación.

La música emitiéndole una paz interna, inundando la habitación con la tonada de Frédéric Chopin, su favorito; recostado en el suelo con las piernas arriba en el azulado sillón y los pies pegados al respaldo del mismo, observaba el candelabro de cristal en el techo, aquellas figuras detalladas de cristal que le llamaron la atención desde que llegaron a dicho apartamento alquilado para pasar la estancia.

Escucho la puerta de la entrada abrirse, suponía que era Haruya por la hora que era, aun si este se había retirado hace unas horas, no creyó que tardara demasiado en regresar cuando habían quedado en cenar juntos y termino mordiendo un poco de pan durante la espera.

Pero escuchando dos voces más, extraño al quedar ambos con la regla de no traer a nadie, se puso en pie, detuvo la música del tocadiscos y al abrir la puerta que da a la estancia principal, no espero ver a al de cabello rojo con las mejillas sonrojadas junto a Afuro de igual estado que este y aun chico que trataba de equilibrarse al tener a ambos a los cotados sujetándoles.



—Perdona el... Bueno –saco la billetera para pagar por la comida y las bebidas que habían consumido ambos, y ante la explicación de Kyousuke, el mesero de ellos y quien más de una vez intento detener a ambos de seguir bebiendo; y sabiendo Suzuno como eran ambos desde jóvenes, suponía que aquello no había cambiando en el par, comprendió al Tsurugi y le dio un buen extra por haberlos cuidado y traerlos.

No espero que el reencuentro de ese par terminara con ambos noqueados por el alcohol, y más les valía a ambos decirle todo la verdad de lo que hicieran, de lo contrario no tendría piedad con su novio Haruya.



26/06/2023

Lazos paralelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora