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La guerra llegó pronto.


—¡¿Pero que han hecho?! –exclamo Haku, algo que ninguno de los presentes, ni siquiera su padre esperaba de él, quien lideraría al grupo cuando este faltará.

—¡Haku! –llamó con fuerza su padre, ambas miradas eran de molestia con un diferente contexto cada uno.

El líder del otro grupo, dragones que viven no muy lejos contaron sobre los humanos que estaban atacando a su pueblo, con los cuales intentaron hablar pero, siendo los humanos seres inferiores con nada de sentido para escucharlos o querer tener una tregua, no tuvieron más opción que usar de toda la fuerza con la cual acabaron con gran cantidad de los humanos.

Luego de ello, decidieron expandirse, unirse a otros quienes, aceptaron debido a estar en una misma situación. Los humanos a verlos no tardaban en ir a darles caza, sacarlos de sus hogares y destruir sus pueblos, sin importar las crías o hembras, el ser humano no es más que alguien egoísta que busca acabar con todos, incluso con los suyos.


—Nosotros nos unimos a su causa –respondió el líder padre de Haku después de escuchar y comprender.

—¡Están actuando igual que ellos! –Haku no se callaría, menos cuando se trataba del grupo de humanos donde esta su destinado —¡¿Es qué acaso quieren tener perdidas también?!

El otro líder prefirió dejar aquello para el padre del menor, el cual ya estaba molesto desde un principio por el comportamiento de su hijo desde hace un tiempo, desde que empezó a salir sin decir a donde.



—¡No podemos ir en contra de los nuestros! –Tezcatl podía apoyar a Haku en casi todo, pero aquello era una locura.

—Nos tomaran por traidores –hablo Shu con temor —podrían contarnos las alas o peor.

—Hay un modo –Tezcatl mataría un día de esos a Keenan por estar dando ideas que al final siempre resultan —pueden ir a hablar con los humanos con los cuales ya hablaron.

Terry y Shu negaron de manera rápida con la cabeza detrás de Haku, pero este los noto —puedo ir yo, se que Riccardo...

—Iré contigo –aquello se haría más grande de ponerse a insistir que no, por ello y en aquella noche debían de ir y hablar.



El lugar estaba completamente deshabitado y con muchos signos de que hubo una batalla en el lugar, el corazón de Haku se agito con fuerza, había muchos humanos muertos, algunos carbonizados y otros sin partes del cuerpo, arrancadas con la sangre seca siendo el atractivo para las moscas y depredadores como lobos y aves carroñeras. 

Estaba pensando lo peor cuando una lanza cruzo delante del rostro, logrando evadirla y ver en dirección por la cual había salido, un peso menos fue retirado del pecho cuando lo vio, pero no podía cantar victoria rápido.

Aquellos ojos tenían dolor, mucho dolor e ira.

Sería estúpido preguntar que había pasado, cuando había demasiadas marcas que muestran que, aquel grupo de dragones quienes habían ido a pedir refuerzos, fueron seguramente quienes causaron aquellos daños.

A paso lento, se acerco con cautela mirando como Víctor se ponía más rígido, tenso con esta vez una espada siendo sostenida con fuerza de la empuñadura —Víctor... –podía moverse rápido, inmovilizarlo y decirlo todo, lo estúpido que fue, lo idiota que es y más cosas, pero aquello no se trataba de él —escucha...

Lazos paralelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora