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—¿Vas a algún lado? –cuestiono Haku serio.

Terry se giro asustado, creía que algunos ya se habían dormido —ah... Haku...

—Responde –insistió. Entre algunas conclusiones a las cuales Keenan había llegado, como Tezcatl era que Terry se estaba viendo con alguien, era la hipótesis más certera dado a sus ya varias salidas y el excusarse de que de tenía algo que hacer, cuando el realidad se iba.

Terry frunció el ceño —¿Acaso importa? Solo salgo a cualquier lado como tu a ver que veo.

—Claro... Eso incluye el pueblo de los humanos.

Chasqueo la lengua —¿Qué si es así?

Un golpe al rostro le hizo retroceder, Haku no era de pelear, pero estaba enojado con Terry por él hecho de estar viendo a su humano. El golpe fue devuelto a Haku, más intercambio de golpes hasta que Haku rugió y se su cuerpo se agrando a su forma de dragón.

Terry no tardo en hacer lo mismo, y desplegando las alas tomaron vuelo, Haku creo una fuerte corriente de aire, mientras que Terry teniendo mucho más fuerza, aquellos fuertes vientos eran simples brisas para él, logrando llegar a Haku y darle un cabezazo, lo cual aturdió a Haku.

El ruido despertó a algunos del pueblo hasta que todos estuvieron observando aquella escena. El líder no tardo en parar todo aquello al convertirse en un grande y fuerte dragón plateado con grandes cuernos y dos pares de alas más que el resto.

Su presencia se impuse ante el par de dragones jóvenes quienes dejaron la pelea, de lo contrario las cosas con el líder podrían ser peores.



—¡¿Qué creen que están haciendo a estás horas de la noche ustedes dos?! –dentro del lugar, solo estaban ellos tres, pero fuera de este se podía oír bien los gritos. Lo que menos quería entre ellos era que se pelearan, una buena tribu que se cuida entre ellos —¿Qué sucede?

Ambos albinos intercambiaron miradas, pero ninguno deseaba exponer la verdad.

—Estoy esperando –el líder enojado no era nada bueno.

—Solo malos entendidos –dijo al fin Terry —no volverá a pasar.

—Claro que no va a volver a pasar –recalco el mayor, dirigió la mirada a Haku —¿Eso es todo? –el bicolor asintió sin verle a la cara.

¿Decir que se estaban peleando en realidad por un humano sería bueno? No, no lo era.




La llegada de los soldados y guardias leales a la princesa no sorprendió demasiado sino hasta que entre ellos salió el tercer príncipe del reino, Riccardo, algo que conmociono a la princesa, la cual no podía reñir a su personal sabiendo que seguro Riccardo había viajado con ellos sin poder ellos poner oposición.


—Padre declaro culpable al líder de este pueblo, y él junto con los hombres que iban con este fueron ejecutados –informó el mayor no sin antes saludar y saber como esta todo ahí —padre te hecha de menos.

Había otros tres hermanos menores que ella: Arion, Skie y Rosie, quienes sin prestar atención a al edad, Arion ya era parte del ejercito mayor de su padre, siendo un gran guerrero y estratega; Skie se la pasaba mayor tiempo en la cocina, teniendo un buen sazón para la misma y aprendiendo de las mujeres con las cuales convive, incluso empezando a comprender la función de las plantas medicinales en las comidas.

Y Rosie, ella aun era una niña descubriendo el mundo. Las veces en las cuales Riccardo estaba en el castillo ella le sigue cual patito a su mamá, algo muy tierno.

Jeanne era la mayor de todos, siguiéndole Okita, ambos siendo buenos en combate y estrategias, siendo ellos parte de la formación de Arion y Riccardo; y el cuarto hermano era más viajero que el resto, siendo solo acompañado por un pequeño bolso con cosas necesarias y su libreta.

Valentín, el cuarto hermano quien también era el más rebelde de todos dado a que su madre había muerto cuando apenas aprendía a andar por su propio pie, y dado a que el resto de esposas del rey no eran muy afectivas con otros de los hijos, el resultado fue obvio.

—Le envié una carta hace poco –responde —y lamento escuchar sobre esos hombres, pero padre es justo.

Riccardo asintió —me contó lo sucedido y la razón de tu estancia aquí. Así que estaré contigo, solo por un tiempo.

Ella rio leve —espero que Okatsu no se moleste.

La esposa de su hermano, una mujer de buena familia, noble y agradable que enamoro al príncipe con sus dotes en el baile, la música y su conocimiento en filosofía. Riccardo estaba encantado con ella y no veía a otro mujer que no fuera ella.

Riccardo igual rio por ello —dice que mientras este contigo, esta tranquila.

—Curioso, tu eres el que debe de cuidarme.



Haku estaba recostado sobre la rama de un árbol, después del castigo impuesto por su padre a ambos, no tenían permitido salir del lugar, razón por la cual lo más alejado que puede estar es ahí, a pasos del rio.

No había sido la mejor manera de reaccionar, lo sabía, pero como fue posible que de la nada Terry se mostrara tal cual al humano y el solo estaba como dragón. Como es que el albino tuvo más valentía que él de mostrarse tal cual al chico.

Lo envidiaba, y eso no era bueno.



07/08/2023

Lazos paralelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora