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—¿Irse? ¿Por qué? ¿Es que acaso no son felices aquí? –el inocente niño estaba confundido y asustado de que su mejor amigo le dijera que se va a ir —¡Hablare con papá! El siempre sabe que hacer y seguro puede ayudarlos y...

—Tenma –Kyousuke le sostuvo el rostro con ambas manos, el niño delante de él no puede resistir por más tiempo las lágrimas —esto... es importante para mi hermano y por eso...


—¡¿Tenma?! –Tsurugi se remueve y sujeta del marco de la ventana observando como Tenma corre detrás de ellos. El auto paro y Tsurugi se bajo de este —¡¿Estás tonto o qué?! –le regaña y llora.

Tenma esta también llorando y se abraza fuerte de Tsurugi, sin querer soltarlo.



Desde niño Tenma siempre a tenido la facilidad nadar cual sirena y sostener la respiración por más tiempo, algo que desde que tiene memoria puede hacer con facilidad. Estar bajo el agua era emocionante y siempre quería estar nadando.

A los cuatro años Tenma conoció a Kyousuke, el cual se alejaba del resto de niños y prefería estar cerca de los sembrados donde el mayor se la pasaba ayudando a los trabajadores con labores de su edad.

Le llamo la atención aquel niño, y con valor se acerco para hablar con este, notando la tristeza en esos ojos que le hicieron sentir una incomodidad en el pecho, como si quiera llorar.

—Soy Tenma Matzukaze, y me gusta nadar –se presento Tenma con una gran sonrisa en el rostro.


—Tenma, al menos danos chance de avanzar un metro –reprocho uno de sus compañeros del club.

—Cierto. Todavía no tocamos el agua y ya estas de regreso.

—¡Chicos no estén holgazaneando! –regaño el entrenador haciéndoles volver al entrenamiento.


Después del entrenamiento y darse una ducha Tenma salía de aquel club popular como el tiro con arco o el de tenis, habiendo chicas esperando a verlos salir y soltar suspiros y chillidos que algunos de sus compañeros gustaban de oír, pero el solo quería volver a casa y descansar, o tal vez zambullirse en la piscina que tiene en casa y relajarse en esta.

Eso pensaba hasta que alguien detuvo su andar sujetándole de la manga —que malo eres... Matsuzake –escucho y giro el rostro viendo a Aoi con unas abultadas mejillas y el ceño fruncido —te he estado hablado y no me respondes ¿Es que hice algo malo?

Tenma quedo de frente a ella riendo leve y rascándose la nuca —ah... No, no... Solo estoy distraído ¿Necesitas algo? Es raro verte por aquí...

—Que no me veas, no significa que no este –dijo de manera coqueta sin soltarle —después de todo eres popular y yo también, es normal que hablamos entre nosotros.

«Claro...» pensó Tenma —Entonces... 

—La facultad de ciencias duras es más grande que la de humanidades ¿Podrías darme un tour? Siempre he tenido curiosidad de ver que... Que tan grande es... –dijo mirando de reojo entre la entrepierna del otro mientras este buscaba con la mirada algo o alguien —¿Matsukaze?

—Disculpa, pero en verdad tengo algo que hacer. Pero en otra ocasión con gusto –dijo soltando la mano de Aoi de su manga y correr.

Aoi se molesto por ello ¿Quién se creía ese estúpido para dejarla así nada más?



—¿Un amigo? –Yuuichi se acercó a ellos —él es Kyousuke Tsurugi –presentó Yuuichi —Yo soy Yuuichi, su hermano mayor.

Lazos paralelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora