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El cigarrillo era consumido de manera lenta, el fuego quemando el contenido y el humo abriéndose paso no solo en el interior de aquel cuerpo, sino en todo aquel ser que respirara tan solo un poco de aquel veneno, los cuales tenían más altas probabilidades de llegar a tener cáncer de pulmón que aquel que esta consumiendo.

Víctor lo tiene todo.

Buena familia, una posición, fortuna ¿Qué podía desear que no obtuviera en un chasquido de dedos?

Y no solo eso, sino que también es alguien inteligente, atractivo y cuyo poder de seducción hacía caer fácil a cualquier chica o chico con el cual deseará compartir cama. Era en verdad un galán perfecto para cualquiera, un buen partido.


Eso hasta que lo conocen en realidad, aquel chico podía ser un príncipe en la primera cita, incluso en la cama, pero luego era como si jamás te hubiera conocido, alguien que se olvida de ti tan fácil y sin remordimientos de haber enamorado a alguien, y pasaba muy seguido.



—¡Vete a la mierda! –Fey le había lanzado una sarta de palabras en dos idiomas variados que hicieron reír a Víctor e irritar más al otro, el cual se dio la vuelta y aun con el dolor en el pecho y el orgullo en el suelo por haber creído en las palabras de aquella bestia, no caería en su mentira.

Exhalo el humo del cigarrillo sin darle mucha importancia a lo sucedido apenas unos minutos. El día radiante era perfecto para pasarlo junto a la piscina, bebiendo un poco de whisky y tal vez, antes de que el sol se oculte, salir al bar.

—Lo hiciste de nuevo –escucho a sus espaldas.

—No se de que hablar...

—Sabes bien de que hablo –su madre le retiro los lentes del sol, por lo cual frunció en ceño y achico los ojos —no es un hotel. No puedes traer a todo aquel que quieras.

—Si puedo, lo he hecho –dice sin vergüenza alguna dejando lo poco del cigarrillo en el cenicero y sentarse en el camastro —no se que te preocupa. Deje de hacer escandalo como querías.

Se paso la mano por el rostro, su hijo tuvo todo y aun así le hacía pasar malos ratos. Tomo aire —Víctor, sabes que Vlad se casara en un par de semanas...

—Con una bruja, si.

—Necesito que comportes esa actitud tuya, tu padre y yo no te...

—¡Exacto! –sonrió como si hubiera descubierto un tesoro —ustedes no me criaron –la emoción cayó de picada rompiendo el suelo —así que no me digas que "cambie" o "modifique" mi comportamiento. 

Aquello fue duro para la mujer. Era verdad, no estuvieron en el crecimiento de sus hijos, de Roleia su hija mayor, de Vlad, mucho menos de Víctor por estar amasando una fortuna ¿De que les servía si al final darles todo, cuando en realidad no les dieron nada?

Bajo la mirada, no lloraría, no tenía porque hacerlo si era verdad —al menos... ¿Podrías hacerlo por él?

Algo con lo que se podía domar a Víctor es con Vlad. Su hermano era como un héroe para él, su salvavidas, aun si en aquellos últimos meses estuviera más dedicado a la bestia que tiene por futura esposa, Vlad jamás da un no por respuesta cuando de tranquilizar a Víctor se trata.



La noche para Haku era demasiado larga, y más cuando debía de tratar con aquellos hombre y mujeres de "alta" sociedad en aquel club reservado solo para la gente de dinero. La universidad no es barata, y mucho menos la renta, de algo más tenía que valerse además de trabajar medio tiempo en un local de comida rápida, en donde ahorra dinero en comprar comida.

Lazos paralelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora