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—Debieron ser novios mucho antes –aquello era por el mejor rendimiento del chico en el club —de seguir así no hay duda que ganaremos todas las competencias, y tu mi amigo –abrazo el entrenador a Tenma —un futuro garantizado.

Tenma rio.

Desde aquel día de su cita hasta ahora las cosas con Tsurugi eran mejores, se le declaro y Tsurugi lo había aceptado, y golpeado debido al escándalo que había hecho dentro de la cafetería en donde le propuso ser pareja.

Los padres de Tenma estaban felices de que por fin su hijo empezara una relación con aquel joven que conoció de niño y que era la felicidad del mismo, deseando ver de nuevo al ahora joven que hace de su hijo un manojo de alegría y felicidad.

Tenma esperaba que egresando de la carrera pedirle a Tsurugi vivir juntos en un departamento que, dado a lo poco que su padre sabe guardar las sorpresas, este junto a su madre como regalo de graduación le tenían un dinero guardado para empezar su nueva etapa.

—El como docente de clase y tu de maestro de educación física, estoy segura que ambos conseguirán empleo y podrán estar juntos –su madre era muy liberar, sincera y honesta que no deja nada a medias o algo que le inquiete.

—Es cuestión de lo que ambos quieran, no puedes planear la vida de todos –salió su padre, el cual si era conservador, desde la niñez de su hijo empezó a visualizar las cosas y tener un poco más de tacto en ello, no quería estar mal con su hijo, pero no admitía del todo que aceptaba aquello.

Ella inflo las mejillas, igual de adorable que su hijo —no estoy planeando nada.

Tenma rio.


Después de la cena y una ducha, charlo con su amado novio, el cual estaba ya de vuelta en el trabajo, justo en la hora de descanso notando que estaba en el auto de Matatagi junto a este, al parecer el lugar estaba tranquilo por la noche.

Hayato avergonzó un par de veces a Tsurugi, quien no se limitaba en darle un buen golpe que era esquivado por Hayato, la conversación fue amena y muy agradable, despidiéndose de su querido Tsurugi y desearle una buena noche.

Fue entonces que al colgar recibió un mensaje de Aoi, la cual decía que no estaba bien y que estaba en un lugar extraño, y si bien algo le enseñaron sus padres era a nunca dejar de lado el llamado de auxilio de alguien, mucho menos el de una chica, la cual como fuera era mejor ir que dejar el "si hubiera".

Aunque no estaba muy convencido. Aquella chica si que había armado un tremendo escándalo cuando Hakuryuu le había terminado, no quería estar en medio de un lío, ni tampoco estar relacionado en lo más mínimo, pero estaba esa sensación inquieta de tener que hacerlo.

Informo a sus padres y salió tomando el coche de sus padres y conducir a la dirección, solo esperaba que no fuera nada malo y que la chica en verdad necesitará de la ayuda.



El mensaje fue respondido de manera exitosa, y con ello su plan en marcha.

Aoi obtenía lo que quería, fuera de una manera u otra. Sus amistades reían ante lo malvada que es debajo de esa chica linda, un demonio sexy que engatusa de la manera tan sencilla y fácil. Volviendo locos a los chicos y despertar intereses ocultos en las chicas.

—¿Por qué simplemente no llamaste a Haku? –dijo una, la cual estaba sentada sobre las piernas de una chica, quien a su vez estaba muy concentrada besando a un chico y sus manos estaban puestas en aquellas caderas.

—Sería quitarle lo divertido. Se que no le gusto a Hakuryuu –dijo simple. Bebió de aquella coctelera y sonrió, paseo el cigarrillo hasta colocarlo en sus labios y dejar salir el humo con suavidad —además, quien me interesa es él.

"Ah" salió de la chica, la cual giro un poco el rostro para besar a la chica y volver la vista al frente —¿Y si viene acompañado? No se... ¿De su novio?

Sorano rio —cualquier hombre que este unos minutos a solas conmigo puede dejar de amar completamente a alguien.

—Oh... Lo dices pero... No pudiste con Haku... –rio nerviosa ante la cara de molestia y enojo de Aoi —que es claro que no ibas en serio, de lo contrario estaría a tus pies –recompuso lo mejor que pudo, escondiéndose después de en vaso con ron y cola.


Fueron unos minutos en donde alguien le aviso la llegada del chico, se preparo para su escena desarreglando un poco el vestido, dejando unos buenos pechos acomodados en ese pegado vestido de cuero, las medias de red negras dejaban ver los duras que era, esas nalgas paradas y listas para seducir por si solas.



Tenma condujo hasta el lugar, un sitió con bastante gente animada por el inicio del fin de semana, estaciono el auto a una calle y camino abrochándose la chamarra, que notando a los otros entrados en ambiente y como algunos andaban sin playeras y mujeres en brasier o crop top.

Se a dentro entre la gente hasta dar con la entrada del sitió, en donde le dejaron entrar sin problema alguno o sin necesidad de mostrar identificación, la gente estaba pasando el rato con alegría y bastante energía, algunos bebiendo, otros bailando y otros tanto en conversaciones de las cuales solo se podía escuchar la mitad de lo que decían debido al volumen de la música.

Las luces eran cegadoras hasta que uno se va acostumbrando, los colores variaban e incluso ser por ratos blancas, entre empujones y propuestas que rechazo lo más amable posible llegó a la barra donde Aoi le había dicho que estaba al cuidado de la barman, quien al verle no dudo en ofrecerle algo, lo que el rechazo lo mejor posible, señalando que esta en búsqueda de alguien.



Entre abrió los ojos molestándole la luz encendida de aquella lámpara, sentía la garganta reseca y un palpitar doloroso en la cabeza como parte del cuerpo entumecido. Tardo un par de minutos en reconocer que no estaba en un lugar conocido.

Un peso encima suyo, sus grises ojos observaron el rostro dormido de Aoi, aquel cuerpo desnudo sobre el suyo en las mismas condiciones lo cual le altero y se removió despertando a la chica.

Seguro era una broma.

Una pésima broma.

Aoi sonrió al ver como el chico se vestía con rapidez entre buscando sus cosas —¿Qué sucede? –cuestiono ella descolocada, fingiendo despertar —me duele la cabeza... 

Reía por dentro al ver como Tenma buscaba una respuesta en medio de un mar, cuando ella misma sabía lo que pasó, lo que ella causo y de lo cual se alimentaria para tener a Matsukaze en sus redes.

El reloj marcaba las tres de la mañana, siendo a las once de la noche que había salido de casa, teniendo llamadas de sus padres y algunos mensajes de Shindou, al cual le había dicho sobre que iría por Aoi.

—Hay que irnos –dijo con prisa teniéndole las cosas a la chica para que se vistiera y llevarla a casa antes de que otra cosa sucediera.

—¿Es que acaso pasó algo malo? –cuestionó con inocencia, una que golpeo a un verdadero inocente alma puritana que es Tenma —¿Tenma?



23/09/2023

rosa125katsuki

No es mucho pero, se agradece siempre el apoyo y los comentarios de tu parte. 





Lazos paralelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora