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La noche caía sobre el lejano bosque, envolviéndolo en una oscuridad profunda. Los sonidos de la fauna nocturna resonaban, acompañados únicamente por las tenues luces de las estrellas en la Luna Nueva.

Entre la oscuridad, una pequeña niña perdida lloraba, llamando a sus padres en busca de consuelo. Había seguido el rastro de una mariposa arcoíris, cautivada por su belleza efímera.

En un segundo, un ser espectacular se manifestó ante ella, provocándole inicialmente terror y shock. Sin embargo, el ente extendió su mano hacia ella, posándola con delicadeza en su frente.

—Linda Melisa, no llores más —, pronunció con voz serena. —Tus padres están por llegar y el tormento cesará.

La niña, entre lágrimas, la miró con ojos llenos de curiosidad. —¿Conoces a mis padres? — preguntó con inocencia.

El ser sonrió con afecto. —Por supuesto. —Respondió, dejando que su voz reflejara la felicidad que sentía. —Cuando los veas, comprenderás que no tienes por qué temer. Ni ellos ni yo permitiremos que te ocurra algo malo —, aseguró con convicción.

Confundida, Melisa lo miró y preguntó —¿Y tú? ¿Quién eres?.

El ser mantuvo su sonrisa y le respondió enigmáticamente —El tiempo te revelará mi identidad, querida Melisa —. Se acercó flotando hacia ella y la atravesó, provocando cosquillas que hicieron que las lágrimas de la niña se convirtieran en risas.

El ser había desaparecido.

En ese momento, la madre de Melisa corrió hacia ellos, llamando a su hija con preocupación.

—¡Melisa, Eres tú! —, exclamó abrazándola con fuerza.

Madre e hija se reunían, sintiendo una satisfacción profunda al saber que habían vuelto a encontrarse.

Inmediatamente después, su padre de igual forma aliviado, corrió para abrazarlas.

El afortunado reencuentro hizo que a la pequeña Melisa, se le olvidara lo que hace poco había vivido y sin embargo, ahora se encontraba imbuida de una gran responsabilidad.

Algo que jamas podría imaginar.

La Elección De AmelisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora