—¡Melisa! —Cazadora Addi se aproximó para abrazarla efusivamente. —Hace tanto tiempo que no te veía.
—Hola, Addi —respondió la pianista, visiblemente desconcertada.
—Melisa 3655, bienvenida de vuelta —saludó Aelurus.
La chica apretó los ojos con fuerza y luego los abrió. —Ah... ¿Gracias?
—¿Cómo te fue en tu descanso? —preguntó Lithara con amabilidad.
Melisa reflexionó. —Como un día normal después de lo que pasó... Pero no de forma negativa... supongo.
—Bien. Ahora, trae al chico, Capitana —ordenó Aelurus.
—Enseguida, líder guardián —respondió Astraea.
—¿Al chico? —preguntó Melisa, aún sin entender lo que estaba ocurriendo.
Pero su pregunta no fue respondida. En su lugar, la Capitana posicionó la punta de su lanza a un lado de Melisa y la bajó, dibujando una silueta un poco más alta que ella.
Después de unos segundos, Alejandro apareció, sobresaltado al ver a todos reunidos.
—No ha pasado ni un día. ¿Qué hago aquí? —gritó aterrado hasta que vio a Melisa. —¡Melisa! ¿Qué haces tú aquí?
—No me han dicho —respondió la pianista, divertida por las reacciones de su amigo.
—¿Por qué parece más consciente que cuando trajeron a Melisa? —indagó Cazador Uriel.
—Porque a Melisa la trajeron durante su sueño, pero a Alejandro seguramente lo invocaron antes de conciliar el sueño —explicó Lithara, lanzando una mirada de molestia a Aelurus.
—¿Qué? No íbamos a esperar tres horas aquí mientras Alejandro 3655 conciliaba el sueño como la otra vez. El tiempo se nos acaba —explicó el gato antropomórfico.
—Uriel... —llamó el pianista al verlo.
—¿Qué pasa, amigo? —saludó amablemente el Cazador.
El chico sonrió. —Aquí, agradeciendo haber ido a tomar agua en lugar de ir al baño y aparecer orinando en el palacio de la orden... Hola, Addi —saludó al ver a la cazadora.
—¿Qué tal, Alejandro?
—¿Sabes si hay un baño por aquí?
Los cazadores rieron.
—Ustedes, dejen la platica para después. Síganos —ordenó Aelurus, comenzando a moverse.
Lithara, Arden y Astraea lo siguieron de inmediato.
Los cazadores se unieron a los chicos mientras caminaban.
—¿A dónde vamos? ¿Y por qué estamos aquí? —preguntó Melisa, nerviosa.
—Vamos a los laboratorios de investigación del palacio. El cogniespectro está listo —explicó Cazadora Addi.
—¿¡Cómo que está listo!? —exclamó Alejandro, sorprendido. —¿En serio solo les tomó un día terminarlo?
—¿Un día? —Cazadora Addi frunció el ceño. —Llevamos aquí tres meses desde la última vez que los vimos.
—El tiempo funciona de forma diferente aquí y en otros universos —explicó Cazador Uriel.
—Lo olvidé... —susurró Alejandro, admirando los grandes murales mientras se alejaban del ambiente solemne y lleno de luz de la sala de reuniones, dirigiéndose hacia las plataformas automáticas de descenso.
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La Elección De Amelis
Science FictionEn la aparentemente tranquila Facultad de Artes, Una estudiante llamada Melisa, se encuentra desesperada por el inminente examen de Introducción a la Música. Cuando Melisa, enfocada en su estudio de piano, se enfrenta a la posibilidad de reprobar, A...