Capítulo 3

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Melisa, después de una pequeña plática con su padre sobre la ayuda de Alejandro con una pieza para piano a cuatro manos, se encontraba en el auto junto a su amigo, camino a su casa.

Durante el trayecto, no hubo mucha conversación. Melisa estaba empezando a creerle a Alejandro, lo cual la dejaba sumida en un mar de pensamientos y dudas sobre el universo y lo que él le había dicho.

El término "multiverso" sonaba vago y distante, algo que había escuchado brevemente en internet como una teoría, pero nada más.

¿Qué quería decir Alejandro con un universo en el que los exámenes se aplicaron hace más de dos semanas? ¿Y cómo era posible que en otro universo ella estudiara en Hogwarts?

Las preguntas la abrumaban, y Alejandro notó su estado de reflexión, por lo que decidió no iniciar una conversación durante el viaje.

Una vez en casa de Melisa, ambos músicos se dirigieron a su habitación después de saludar a su madre y explicar con una mentira el propósito de la visita del chico.

—¿Este es el piano donde estudias?. —Alejandro comenzó a tocar un fragmento de la Sonatina número 3 en Do mayor del Opus 56 de Clementi.

—Así es. —respondió Melisa. —¿Recuerdas la Sonatina de Kuhlau?

—Noooo. —Alejandro río. —La iba a seguir estudiando por que... ¿te acuerdas que la profesora lo pidió? pero en cuanto ví que no daría piano V, yo mandé a chingar a su madre todo.

Melisa asintió comprensivamente. —Es que Kuhlau... Pero bueno, ¿qué necesitábamos para lo que dijiste que íbamos a hacer? Además, ¿podrías explicarlo nuevamente? Todo es tan confuso para mí.

Alejandro sonrió, buscando una forma sencilla de explicar todo. —La mayoría de las cosas en nuestra vida se basan en decisiones, por ejemplo, el hecho de que estés estudiando piano se debe a que tomaste la decisión de estudiar en la Facultad de Artes, ¿cierto?

Melisa asintió.

—¿Has visto la teoría del Big Bang? —preguntó Alejandro, esperando que ella lo hubiera hecho.

—Sí —respondió Melisa.

Alejandro se alegró internamente.

—Es la teoría que habla de que todo se creó a partir de una explosión, ¿verdad?.

Alejandro rió ligeramente. —Técnicamente sí, pero no me refiero a la teoría en sí, sino más bien a la serie de televisión.

Ahora fue Melisa quien rió. —Ah, la serie... He visto clips y se que existe, pero como tal no la he visto.

—No hay problema. —Alejandro tocó su barbilla, intentando explicar el concepto de una forma más sencilla. —En un capítulo de la serie, Sheldon, el más alto de la serie, habló sobre el gato de Schrödinger, que es un experimento de física cuántica. La idea es que un gato está en una caja con una vía sellada de veneno que podría abrirse en cualquier momento. La pregunta es: ¿El gato está vivo o muerto?

—Hmm... ¿Me lo estás preguntando a mí?. —dudó Melisa.

Alejandro asintió. —Sí.

—Bien, entonces tristemente diré que el gato murió. —decidió Melisa basándose en lo traviesos que suelen ser los gatos.

Alejandro asintió complacido. —Respuesta correcta.

—¿En serio?. —Melisa se sorprendió.

—¡Sí!. —Sonrió Alejandro. —Aunque si hubieras dicho que el gato estaba vivo, también habría sido correcto.

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