Capítulo 51

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—Para utilizar tus poderes, necesitas conectarte con tu interior y mantener una gran concentración. No es muy diferente de los pasos del ritual de las puertas oníricas, pero requiere habilidad y tiempo —explicó Leojared—. Nosotros, los seres interdimensionales, utilizamos músculos internos para activar nuestros poderes. Esos pasos se resumen en un solo movimiento. Para ustedes, ese movimiento podría ser la imaginación. Pero la imaginación, aparte de requerir habilidad y concentración, no es algo que puedan sentir físicamente, por lo que se vuelve una técnica un poco ambigua.

—Sí... A Meli le costó usar su poder mediante la imaginación —confesó Alejandro, preocupado.

—Afortunadamente, sentí una conexión completa con tu interior cuando empezaste a cantar aquella canción —reveló Leojared.

—¿La de Afuera? —preguntó Alejandro, intrigado.

—Sí. Y no solo fue una conexión; potenciabas drásticamente la poca esencia mía en ti. Tu pasión por la música te conecta con tu interior en tiempo récord y podría ser suficiente no solo para usar mi poder en un 25 o 50%, sino en un 100% —Leojared comenzó a sentir una agitación extraña.

—Entonces... ¿Lo único que tengo que hacer es cantar "Afuera" de Caifanes? —Alejandro frunció el ceño.

—No... No necesariamente esa canción. Tengo un total de 10 poderes; las 10 canciones con más significado para ti podrían activarlos. Primero cantadas, después con solo decir algunas palabras de una de las canciones, sería suficiente para usar algún poder. Una vez tengas práctica, la imaginación puede ser suficiente —Leojared empezó a perder su capacidad de flotar, descendiendo suavemente al suelo.

—¿Qué pasa? —Alejandro se acercó rápidamente, asustado.

—Se me terminó el tiempo, Alejandro —las llamas de su cuerpo apenas se mantenían encendidas—. Seguramente Melisa también puede hacerlo...

—¿Cantar para activar sus poderes?

—No... Ella no lo haría cantando. Tienes que ayudarla a encontrar su propia forma... Puedes hacerlo utilizando uno de mis poderes: la adaptación rápida... Te dirá lo que necesitas saber...

—Pero... ¿Con qué canción...

—Oso... Aelurus... Necesitan ayudarlo... Melisa es la única que puede hacerlo... —Leojared empezó a apagarse y desvanecerse.

—Leojared...

—Tranquilo, chico... Nos volveremos a ver más pronto de lo que te imaginas...

El ser interdimensional desapareció y el funcionamiento del cogniespectro concluyó.

Alejandro observó a Lithara, los cazadores y el equipo de intervención junto a Melisa que esperaban expectantes.

La cápsula se abrió y Alejandro, sosteniendo el cogniespectro, salió caminando.

—¡Alejandro! Terminaste —comentó emocionada Melisa—. ¿Cómo te fue?

El pianista se había quedado en blanco.

—¿Alejandro? —preguntó Astraea, extrañada por el silencio del pianista.

—Ah... Bien, bien... Supongo que bien —respondió, algo desorientado.

—Bueno, entonces es momento de que uses algunos de tus poderes —sugirió Arden—. Así podré medir el nivel de conexión que tienes con ellos y asignarte un entrenamiento adecuado para desarrollarlos al 100%, como ya hicimos con Melisa.

—Okey —Alejandro recordó la última orden de Leojared—. ¿Dónde está Aelurus?

—El líder equilibrista tiene asuntos importantes que atender —informó Astraea—. ¿Por qué lo preguntas?

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