Capítulo 23

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La revelación dejó a Alejandro aturdido. —¿En otro universo? —murmuró, asombrado por la confesión de Melisa. —¿Ahora?

—No solo ahora —respondió ella, sumergiéndose en sus recuerdos. —Desde que salí del examen de introducción, cosas extrañas han estado sucediendo. Vi a todas las Addis que he conocido a través de los universos y, después de la clase, me vi en lugares completamente diferentes, incluyendo la Facultad del universo donde encontré las respuestas del examen. Lupita estaba allí... la vi. Vi su collarín, recordando así su accidente. Y hace unos momentos, creo que estuve en un universo donde le llevaba su termo, presenciando el accidente. Sé cómo sucedió. Sé que Lupita no estuvo allí.

Alejandro necesitó unos segundos para procesar lo que su amiga le estaba revelando. —¿Fueron como visiones o podías controlar tu cuerpo? —inquirió, tratando de comprender.

Melisa reflexionó. —Cuando salí del examen, parecían más visiones, como si estuviera viendo imágenes por segundo. Pero lo que sucedió en el baño y recientemente fue totalmente consciente. No fue diferente a lo que experimentamos en los universos ayer. ¿Y tú? ¿Tuviste algo similar?

—Esta vez no —respondió Alejandro, intentando encontrar una explicación. —Las visiones las tuve la primera vez que viajé por el multiverso, y lo siento, debí haberte advertido, simplemente se me olvidó. Pero esto último no tiene relación con las visiones post-viaje. Estoy seguro de que estuviste en otro universo, aunque no sé cómo. Puede ser una consecuencia de haber viajado a tantos universos. No todos reaccionamos de la misma manera ante estas experiencias. No te preocupes, Meli, probablemente desaparecerá en un día. Confía en mí.

Melisa asintió, confiando en la respuesta de su amigo. —Eso espero.

Angel y Marisa, quienes habían salido para auxiliar en el accidente, se acercaron con los pianistas.

—Melisa, nos has asustado mucho —expresó Marisa, preocupada por lo sucedido.

—Sí —añadió Angel. —Gritaste ¡Lupita! Y luego vimos el accidente y dije noooo vamos a encontrar a Lupita tiesa pero ya después al asaf le contesto y todo tranqui. Bueno el accidente no tanto, pero Lupita esta bien.

Alejandro rió ante los comentarios de Angel y, ahora más calmada, Melisa sintió alivio no solo por su amiga, sino también por la Lupita del universo 3643.

El transcurso de la noche continuó.

Debido al accidente y el consiguiente tráfico, Melisa salió un poco más tarde de lo habitual, mientras que Alejandro se quedó a pasar tiempo con Angel, Marisa, Asaf y Héctor hasta que cada uno partió a sus respectivos hogares.

A las 3:00 de la mañana, Alejandro finalizó una sesión de práctica con sus piezas musicales.

—Finalmente —suspiró aliviado mientras preparaba todo para ir a descansar.

Alejandro tenía el hábito de dormir a horas que muchos considerarían demasiado tarde.

Lavó sus dientes, se puso el pijama y se acostó, bastante cansado, pero disfrutando de lo cómodo que se sentía en su cama.

Antes de sumergirse en el sueño, uno de sus últimos pensamientos fue lo que su amiga le había mencionado sobre los universos.

En esos instantes finales, decidió convencerse de que lo vivido por Meli era simplemente una consecuencia de su viaje multiversal.

Sin más preocupaciones, cerró los ojos, pero de repente sintió su cama demasiado dura, como si estuviera durmiendo en el suelo.

Al abrir los ojos, se dio cuenta de que efectivamente se encontraba en el suelo y no en cualquier suelo, sino en la sala de reuniones del Palacio de la Orden de los Equilibristas.

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