Capítulo 41

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Cazadora Addi, sin entender muy bien el panorama, se dirigió hacia Marisa. —Pero, ¿por qué nos cuentas sobre Marianna ahora? —Inquirió extrañada.

Marisa, con la mirada fija en la proyección holográfica de Marianna, se tomó un momento antes de responder. —Con la movilización de la Revolución en pleno apogeo, la atención de la guardia nacional estará dividida. La Torre Oxxo estará bien protegida, pero el resto de sus instalaciones no estará tan fortificadas.

Las miradas de los presentes encontraron un intercambio silencioso de comprensión.

—Creo que hay una oportunidad que no podemos pasar por alto, y podemos aprovechar la situación para rescatar a Marianna y a otros que han sido utilizados como experimentos por Industrias Oxxo.

—¿Eso significa que nos acompañarás? —Preguntó Melisa con cautela.

Marisa se sumió en un breve silencio antes de responder. —Sí, Melisa, voy con ustedes. Esta es una ocasión única y no debería desperdiciarla. Pero debemos estar preparados para enfrentar al personal de seguridad de la Torre.

El grupo se sumió en un ambiente tenso, pero a la vez determinado.

—Rescataremos a nuestros aliados, y ustedes conseguirán lo que necesitan, pero esta vez sin errores, ¿entendido? —Sugirió Marisa viendo al grupo, pues conocía cómo había resultado su primer intento.

Los demás terminaron observando a Alejandro, que asentía determinadamente.

—¿Qué cabrones?, ¿por qué se me quedan viendo? —Preguntó ofendido.

En la Torre Oxxo, Asaf obtenía los resultados de una de las tantas investigaciones de las que estaba a cargo en el Laboratorio y área de estudios A.

El espacio de análisis, investigación y experimentos más importantes de la Torre contaba con paneles de control holográficos que mostraban datos complejos y visualizaciones tridimensionales que flotaban en el aire, permitiendo un análisis profundo de todo lo que se realizaba.

Zonas acristaladas permitían observar experimentos en marcha sin comprometer la seguridad de los científicos.

Cada área de laboratorio estaba temáticamente diseñada según la especialidad de los científicos y estaba equipada con consolas de realidad virtual.

Robots avanzados se movían con gracia entre los científicos asistiendo en tareas complejas y llevando a cabo protocolos precisos bajo la supervisión humana; solo aquellos autorizados con identificaciones específicas podían ingresar.

En esta ocasión, estudiaba lo que él y Industrias Oxxo consideraban una anomalía única en el mundo.

—Asaf. —Nombró Adriana, integrante del equipo de científicos más importantes de Industrias Oxxo. —¿Los resultados de la anomalía están listos?

—Justo son estos. —Mostró sus manos Asaf en las que sostenía un pequeño dispositivo similar a una USB.

—Muy bien, te dejo para que trabajes con ellos.

—Haré el análisis en la mañana, mi turno está por terminar e iré a casa. —Informó Asaf extrañado, pues estaba seguro de que Adriana sabía eso.

La científica negó. —No creo que puedas ir a tu casa.

—¿Por qué? —Indagó Asaf completamente desorientado.

—Decreto de Héctor, ¿que no te has enterado de lo que pasó?.

—He estado metido todo el día aquí con lo de los estudios de los sujetos M, ¿qué fue lo que pasó?.

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