59

76 17 4
                                    

Había llegado al hospital media hora después de despedirse de su novio y amigos, se arrepintió cuando iba a entrar pero se detuvo al ver a su hermana.

-¡Soobin! Qué bueno que estas aquí, papá realmente desea ver...

-No vengo aquí por el, vengo por mi mamá y por ti.

-Pero...

-Dime algo, si entro a verlo, ¿Qué gano? ¿Qué ganas tu?

-Tu ser libre al fin, si entras y le dices a nuestro...

-Tu padre.

-Si entras y le dices a mi padre que no quieres la empresa, el lo aceptará, solo por el hecho que entraste, y pondrá todo a mi nombre, a excepción 75% de su fortuna, la empresa será mía, sin embargo lo que genere la empresa al año 50% será tuyo.

-¿Eso no es mucho para mi?

-Un 75% para mi en total, más un salario esta bien, para tener un buen futuro.

-¿Y yo? Un 125% te aseguro que es demasiado.

-Solo entra Soobin, se me hará mucho más fácil todo, te lo suplico como tu hermana mayor.

-Si entro le dejaré en claro muchas cosas- sonrió sarcásticamente- así que probablemente tu seas la heredera de todo al final del día.

No dejo que Soojin hablara simplemente camino hacia el interior encontrándose a su madre tomando un café.

-Mamá- llamo, la mujer se acercó a él y lo abrazo.

-¿Porqué estás aquí?

-Vine a verte, pero Soojin me convenció de entrar.

-No te fuerces conejito.

-Estoy bien, será una despedida, el papá de un amigo murió, y no pudo decirle sus verdades, esperaba al menos yo si poder hacerlo.

Se quedo al rededor de dos horas hablando con su madre, dejo que fuera a su casa a cambiarse y bañarse junto a su hermana, y al fin se digno a entrar.

-Hola viejo.

El hombre que estaba recostado en la cama lo miro.

-Pensé que moriría sin verte.

-Yo pensé que ya estabas muerto, ni la muerte te quiere con ella.

El señor Choi sonrió- deja los rencores de lado Soobin.

-No puedo, ni lo haré, siempre te odiare, la única razón por la que entre fueron las cláusulas qué me informo Soojin, espero y la cumplas, porque si me dejas todo a mi, no me importa que la empresa se vaya a la quiebra.

-Soobin.

-No, no quiero escuchar tu voz, nada que venga de ti, no puedo olvidar todo simplemente porque estes muriendo- Soobin no era alguien de muchas palabras, pero ese día se desahogaria- no puedo aceptar que no fui un niño que obtuvo el amor de su madre como sus compañeros, no podía presumir que mi mamá me hacia postres, o me contaba un cuento antes de dormir, no pude presumir que mi padre me enseñará algún deporte o andar en bicicleta, ni que mi hermana y yo jugáramos, ni siquiera se de que se tratan miles de juegos a mis casi veintidós años, ¿Porqué? Porque toda mi maldita infancia me la pase estudiando, y cuando podía ser un niño al fin, tu te encargabas de no permitirlo... Eres una escoria, le hiciste daño a mi mamá, fue a terapia muchos años por tu culpa, fuiste un machista y a pesar que Soojin es tu primogénita y por obvias razones la heredera a todo, simplemente porque fue mujer no la quisiste como la CEO- suspiro- nunca supe que fue una pijamada hasta que me fui de la casa, me fui de la casa porque me golpeaste hasta casi matarme, me golpeaste porque no quise seguir siendo más tu títere y estudie lo que realmente quería, y encima hace poco creaste una escena qué se suponía era "agradable" en una total decepción para mi, estoy feliz de haber salido del vientre de mi madre, de ser su hijo, de ser el hermano menor de Soojin, pero no de ser tu hijo, incluso hubiera preferido ser hijo de un mafioso, al menos ellos si se preocupan por su familia... Es todo, si quieres dejar todo a Soojin después de esto para mi es mejor.

-No, ya lo dije el 125% es para ti y el 75% para ella, estoy feliz qué al fin hayas soltado todo lo que tenias dentro, ahora me puedo ir en paz.

-¿En paz? En el infierno no hay paz...

El característico pitido qué se escucha cuando un corazón deja de latir se hizo presente en la habitación, frunció el ceño.

-No soportaste... Oh... Era eso, esperaste a que me desahogara para morir, supongo que mi madre lo hizo y noona también, espero te pudras en el infierno.

Salió y llamo a una enfermera.

-Su corazón dejo de latir.

-¿Es su familiar?

-No, soy familiar de su esposa.

La mujer entro y simplemente cubrió el cuerpo hasta la cabeza.

Si madre no tardó mucho en llegar, ¿Lloro? Claro después de todo si llego a amar a ese hombre, al igual que su hermana quien lloraba en silencio.

-S-su último deseo fue verte, y...

-No digas más, no iré al funeral, si me necesitan para la lectura del testamento, en dado caso que me necesiten llámenme... Probablemente las vea hasta navidad.

-Gracias por venir Soobin... Deberías regresar a casa.

-Si, ya es la una de la madrugada... Volveré a mi casa.

-Me refiero a la mansión.

-No, iré a mi casa, con mi novio, estoy mucho más cómodo ahí, el ambiente hogareño qué crea Hueningkai es lo que siempre quise... Mamá realmente lo amo.

-Lo se hijo, espero y sean muy felices.

-Lo somos.

Se separó del abrazo, saco su teléfono y miro un mensaje de su novio.

"Llegue a casa"

Sonrió al subirse a su auto, y condujo lentamente hasta su departamento, al llegar las luces estaban apagadas, fue hasta la habitación, miro al menor quien dormía tranquilamente así que no prendió las luces, tomo cualquier prenda y se metió a bañar, cuando salió de bañarse y se seco el cabello se metió a la cama, y abrazo al menor por la espalda, aun sin despertarlo.

Continuará...

¿OTAKUS HETEROSEXUALES?~SOOKAI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora