Capítulo 9

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Sofía:

-¿Y cómo va todo con Julio? -preguntó Amanda terminando lo poco que le quedaba en el plato. La mano en la que sujetaba los cubiertos se quedó a medio camino de mi boca. No me esperaba aquella pregunta y mucho menos de ella.

Tragué saliva. Una profunda incomodidad invadió todo mi cuerpo. Instintivamente la mano con la que sujetaba los cubiertos terminó en el plato para acomodarme el pelo. Todo estaba bien. Solo es una pregunta Sofía, todo está bien.

-Bien -nada más soltar aquella simple palabra Álex pareció atragantarse con la comida. Le lancé una mirada seria. No quería dar pie a una posible conversación sobre él. No funcionó.

-Vimos en la revista vuestra foto el día de tu cumpleaños -no entendía a donde quería llegar, era una foto cualquiera, no era la primera que nos sacaban y ponían en una revista.

-Es una simple foto, nos hacemos un montón.

-Solo digo que parecéis la pareja perfecta -aquello último lo dijo con un tono al que parecía esperar mi rectificación. ¿Me estaba analizando?, ¿pero con quién se había prometido mi padre?

-Oye desde cuando te has vuelto tan graciosa -soltó Álex con una carcajada mientras dirigía su mirada hacia su madre. Amanda le respondió con una mirada diferente a la que me había pregunta aquello.

-Lo gracioso es ver con los que te juntas, pero claro... al final os movéis por los mismos barrios -mi sonrisa triunfante desapareció cuando sobre nosotros aparecieron las miradas reprobatorias de nuestros padres. ¿es que no se daban cuenta de que no íbamos a poder soportarnos? Somos demasiado diferentes, solo basta en vernos.

-¡Ya basta! -el grito de mi padre hizo soltar un profundo suspiro de los labios de Álex mientras cogía el móvil para responder algunos mensajes.

Álex por favor estamos cenando en familia -pronunció su madre con tensión.

-Esta no es mi familia -pronunció duramente.

Por una vez estábamos de acuerdo. No éramos familia y aunque se casaran nunca seriamos hermanos.

*****

El resto de la cena fue más de lo mismo. Nuestros padres hablaban animadamente de sus cosas pensando que les estábamos prestando atención, pero lo cierto es que solo pensaba en lo poco que quedaba para que se fueran y pudiera quitarme de encima esta tensión tan horrible que sentía.

La tarta que había hecho Amanda no estaba del todo mal. La verdad es que tenía que decir que estaba deliciosa, creo que fue lo único bueno de toda aquella farsa de cena.

-Sophie...

-No me llames así -no lo soportaba. No quería que nadie lo hiciera, no quería recordar lo mismo una y otra vez con una sola palabra. Una palabra que me provocaba tanta ansiedad.

-Sé que te duele que te llame como mamá, pero tenemos que superarlo miré a mi padre con enfado. No se trataba de eso, ya no. Hacía mucho que no se trataba de aquello. La mirada de Amanda no supe muy bien cómo interpretarla. El interés que desprendía por aquello no sabía cómo tomármelo exactamente.

Mi pecado IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora