Capítulo 46

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Sofía:

Salí de su despacho totalmente diferente en comparación de como entré. Una sonrisa me daba la vuelta al rostro.

Empujé la puerta del baño y con mucha emoción me miré en el espejo. Solo cuando escuché un gimoteo en uno de los cubículos haciendo que despertara mi curiosidad cambié mi expresión.

Me acerqué al último que estaba con la puerta cerrada y con cuidado la empujé para descubrir a Mackenzie intentando disimular las lágrimas. Mi preocupación aumentó al ver que era ella.

-¿Qué ha pasado? -pregunté ayudándola a salir. Mackenzie se apoyó en el granito mientras miraba su rostro en el espejo.

-Dios, estoy horrible -dijo quitándose los restos de maquillaje.

-No estás horrible, venga cuéntame que ha pasado -le anime frotando su brazo en señal de apoyo.

-Ethan se ha liado con otra -aquella confesión me pillo por sorpresa. No me esperaba algo así. El poco tiempo que los había visto juntos se veían una pareja envidiable. A Ethan se le notaba que se moría por ella, no podía creerme lo que estaba diciendo.

-¿Estás segura? ¿Estabas ahí? -pregunté sin saber si sería mejor saber la respuesta. No creo que estuviera así si solo fuera un rumor.

-No me ha hecho falta, mira -elevó el móvil y pude ver claramente como la espalda de Ethan tapaba a otra persona. Sus manos estaban a la cintura de la otra persona y sus cabezas ligeramente inclinadas.

-Desde esa perspectiva...

-Nada, la única perspectiva es que me ha engañado con otra -dijo secándose el resto de lágrimas que le quedaban con rabia.

-¿No ha intentado explicártelo?

-Sí, el muy cabrón no para de decirme que es mentira -hace una pausa soltando una carcajada para nada graciosa y continua-. Lo mejor que podría hacer es admitirlo, le he pillado ¿Por qué no para de mentir?

Negó con la cabeza dejando el móvil en la encimera con un golpe seco.

-Vamos Mackenzie cálmate, yo creo que tiene que haber una explicación realmente buena que lo justifique. Ethan te quiere.

-Déjalo, no quiero hablar más de ese capullo -dijo respirando hondo y girándose hacia mí-. ¿A ti como te ha ido con tus dibujos?

-Me da otra oportunidad para ganarme la carta de recomendación, pero solo hasta mañana y no se me ocurre nada -dije dándome cuenta del día que tenía por delante.

-Pues sí que estamos jodidas -dijo sonriendo. Le devolví la sonrisa y cuando se limpió todo el rostro salimos las dos juntas hacia la entrada.

Barrí con la mirada todo el lugar, pero no encontraba el coche de Álex por ninguna parte. ¿Todavía no había vuelto? Cuando aquel pensamiento me invadió fue justo que lo encontré un poco más apartado y junto a su coche estaba hablando con una mujer.

Mi pecado IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora