Sofía:
Aquellas palabras se metieron en mi cabeza sin importarme nada lo demás. Froté mi pelo con la mano que tenía libre con algo de frustración.
-¿Qué ha pasado? -pregunté angustiada.
-A Mackenzie se le ha escapado que estabas en una fiesta con Julio -dijo con cierto miedo-. Y bueno, se ha vuelto loco, le han dicho cuatro tonterías y se metido en una pelea.
¡¿Qué?! ¡Joder! A Mackenzie se le había escapado aquello y se había liado una buena.
-Llama a su madre, yo no puedo ir -estaba algo nerviosa. No sabía exactamente qué hacer. Quedarme aquí suponía darle una respuesta a Julio e irme sería volver a cruzarme con Álex.
-Sofía por favor, su madre no se puede enterar -la súplica de Ethan me puso aún más nerviosa.
Resoplé muy fuerte y miré en dirección hacía Julio. Su mirada estaba fija en cada uno de mis movimientos y yo no sabía qué hacer.
Me mordí el labio inquieta.
-Está bien, ahora voy, envíame la ubicación -terminé la llamada viendo como la expresión de Julio había cambiado tras oírme decir aquellas últimas palabras.
-¿Ha pasado algo? -preguntó preocupado.
-Sí, tengo que irme ahora mismo -dije caminando hacia la salida, pero la mano de Julio me impidió avanzar un metro más.
-Toma -dijo tendiéndome la cajita del anillo-. No hace falta que me des una respuesta ahora, solo... piénsalo ¿vale? -dijo con un tono nervioso.
Estuve en la misma posición unos minutos más de lo que esperaba decidiendo si cogerlo o no, finalmente mis dedos sostuvieron aquel material con duda.
Le dediqué una sonrisa de despedida y sin más me alejé de allí.
En el taxi no pude evitar mi mueca de cabreo. Me había sacado de una fiesta para ir a salvarle el culo. ¿Qué demonios había pasado exactamente para que lo detuvieran?
Cuando se detuvo delante de la comisaria me dirigí hacia la entrada. No sabía a donde tenía que ir. Algunos agentes se quedaban mirándome algo extrañados hasta que uno se acercó a mí al ver que me quedaba ahí parada.
-Hola -pronunció con una sonrisa muy agradable-. ¿En qué puedo ayudarte?
-Hola pues... -mis palabras se atragantaban en mi boca-. He venido a por un chico que lo han detenido esta noche, supongo que tendré que firmar algo no sé...
Sentía una mezcla de nerviosismo y cabreo con que yo estuviera aquí.
-Claro, si me dices su nombre lo arreglamos -dijo haciendo un gesto con la mano para que lo siguiera.
-Álex, Álex Miller -pronuncié con una vocecita demasiado aguda.
-Oh, ya sé quién es, lo acaban de traer -dijo sin necesidad de mirar nada.
Le ofrecí una sonrisa incómoda y me invitó a sentarme mientras terminaba de rellenar unos papeles. El agente se perdió por un pasillo en el que desde mi posición no se podía ver el final.
Me sentía cabreada y en aquel momento que estaba sola mi mente fue a parar a la proposición de Julio. No estaba muy segura de sí lo que más me pesaba era el propio anillo o la presión que sentía por la decisión.
Mientras mi mente no se decidía la presencia del agente hizo que tuviera que centrarme en aquel momento.
-En un momento saldrá su novio -la sonrisa que iba a dedicarle a modo de agradecimiento se esfumó al escuchar aquellas palabras.
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Mi pecado I
RomanceSofía procede de una familia muy adinerada, llena de apariencias y poder, pero recibe una llamada que intensifica sus peores pesadillas. No solo tenía que digerir la noticia de que su madre había muerto hace tiempo sino que su padre ahora iba a casa...