Álex:
A cada mirada que me lanzaba Sofía aceleraba un poco más. Mi pie poco a poco presionaba más el acelerador. Sentía su mirada de inocente sobre mí.
No entiendo que cojones le ha pasado por la puta cabeza para hacer algo así. Notaba mi cabreo y hasta pude adivinar un ápice de miedo por lo que había pasado ahí dentro. No lo dudé, sabía que así Ander me tomaría en serio.
Si no hubiese llegado a tiempo no sé lo que pudo haber pasado y eso me estaba matando la cabeza. Solo podía pensar en las manos sucias de Ander sobre ella.
Cuando vi los mensajes todo el mundo se detuvo. ¿Pero qué cojones pretendía? ¿Por qué no entendía que debía alejarse?
Después de todo lo que había pasado aún insistía en joderme.
-Sé que no debí hacerlo -su expresión de inocente no me servía de nada.
Era como se manejaba la gente como ella. Primero hacían lo que les daba la puta gana fastidiando así a todos y luego pedían perdón. Aquí una palabra no sirve. Todo ya estaba muy jodido y ella muy metida en todo...
-Solo intentaba ayudar.
Silencio. No podía decir nada sin estallar. Podía ver como se estaba poniendo algo inquieta al ver que no le decía nada.
-¡Di algo! ¡Solo di una palabra! -su pequeño grito no me sorprendió. Se notaba lo inquieta que se estaba poniendo por no responder. Mis manos tensas no pudieron más.
Di un volantazo con el que me llevé varios insultos por otros conductores. Sofía se sujetó con fuerza mientras el coche iba por un camino repleto de piedras y tierra.
Con un derrape detuve el coche a pocos metros de un río. Me quedé quieto con la mandíbula apretada mirando al frente. Sentía la respiración apresurada de Sofía. Sus ojos se dirigiendo con lentitud hacia mí, pero antes de que pudiera pronunciar una palabra salí con brusquedad dando un portazo.
Joder como se le ocurre hacer aquello. Pellizqué el puente de mi nariz intentando controlar el cabreo que sentía.
-¡¡¿Te has vuelto loco?!! ¡¡podías habernos matado!! -el grito de Sofía se escuchó por encima de todos mis pensamientos. Solo giré un poco la cabeza para ver como el cuerpo de Sofía salía con un profundo cabreo del coche.
-¿Y tú? ¿Qué cojones pretendías? -pronuncié con firmeza-. ¿Crees que dándole un poco del dinero todo iba a arreglarse? -su gesto de sorpresa me hizo entender lo que pasaba por su cabeza. Estaba seguro de que no pensaba que pudiera saber que no estaba todo el dinero en la bolsa.
Me imaginaba que quería intentar engañarlo, pero eso fue un error demasiado grave.
-Sí -dijo con tono que dejaba ver lo evidente que parecía. No tenía ni idea con lo que estaba jugando. Froté mi pelo con desesperación negando con la cabeza.
-No tienes ni la menor idea de con quien estabas tratando...
-Sí, sí que lo sé porque fue él quien me hizo un corte con su navaja -me recordó enfadada. Me acerqué con paso decidido hasta tenerla a pocos centímetros y después de unos minutos sin mover nuestras miradas solté un largo suspiro entrando en el coche para ponerlo en marcha.
No arrancaba. Mi ceño se frunció. ¿Pero qué pasaba ahora? Volví a intentarlo unas cuantas veces... pero nada. Sofía a mi lado se estaba retorciendo las manos. Concéntrate.
Después de un buen rato intentando encender el motor escuché un sonido que no me gustó nada.
-¡Mierda! -gruñí dando un manotazo al volante. Vi como la expresión de Sofía iba intensificándose por el momento.
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Mi pecado I
RomanceSofía procede de una familia muy adinerada, llena de apariencias y poder, pero recibe una llamada que intensifica sus peores pesadillas. No solo tenía que digerir la noticia de que su madre había muerto hace tiempo sino que su padre ahora iba a casa...