Capítulo 3

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3 de mayo de 1996

Llego la mañana, era cálida la primavera estaba en su punto más alto, con la mañana llegaron los nervios a flor de piel, la mayoría de los visitantes de una forma u otra estaban asustados o preocupados, el héroe mágico sabía lo que le esperaba, sabía que en esta época ya estaba enamorado de su pareja, sabía que el odio y rencor habían quedado a un lado para dar paso a la profunda admiración y amor, solo esperaba no asustar de muerte a su futura pareja.

El joven de cabello azul estaba siendo abrazado y consolado por uno de los enemigos de su padre. Estaba completamente asustado de lo que dirían sobre él, una parte de si quería ocultarse en esas habitaciones y no salir en absoluto.

—¡Te amaran! —dijo el hombre mientras lo mantenía en un abrazo.

—Pero...

—¡Sin peros Teddy! Los conozco. Se que te amaran— dijo regalándole una de esas sonrisas que solo su familia conocía.

En el Gran Comedor todo el mundo estaba expectante pues el director había dicho que tenía una sorpresa para todo el alumnado y la familia de varios estudiantes estaban sentados junto a ellos en sus mesas. Todos los maestros se veían algo escépticos con la idea de una sorpresa, incluso el afable maestro Horace estaba algo sospechoso. Cuando las puertas se abrieron bajo la orden del director, entraron unas 60 personas encapuchadas que se fueron a sentar a una mesa que había sido colocada justo debajo de la mesa la principal, las personas encapuchadas se sentaron divididos en dos grupos uno separado de otro. Al cerrarse las puertas apareció delante de ellas un pequeño escenario que permitía que todos vieran la presentación sin demasiados inconvenientes.

—Alumnos durante la próxima semana las clases estarán canceladas.

Todo el salón grito de alegría, los maestros hicieron una mueca al imaginar la carga de trabajo que les esperaba por delante.

—Silencio...— llamo nuevamente el director— como habrán notado tenemos visitantes...—dijo y luego sonrió— ellos vienen del futuro y se presentaran con nosotros...

Muchos en la sala comenzaron a murmurar sobre lo irresponsable del plan. Otros estaban considerablemente emocionados por la perspectiva de saber de su futuro.

—¿No es peligroso señor? —pregunto una leona.

—No debe preocuparse señorita Granger —contesto el hombre sin responder a su pregunta.

El chico de lentes y cicatriz de rayo en su frente miro la mesa del futuro y se preguntó si todo había salido lo suficientemente de bien como para tener su propia familia y si esa familia era con la persona que él quería.

—Ahí estarán nuestros hijos Hermione —dijo un pelirrojo mientras ponía una mano en el brazo de la castaña.

La joven se estremeció ente la idea y se alejo sutilmente del joven.

—¡Que pase el primero! —dijo el director.

Sin embargo, dos encapuchados se pusieron de pie y le hablaron directamente al mago mayor.

—Queremos colocar una sala de secreto sobre todos aquí, nadie podrá hablar de nada, no podrán mostrar nada, a alguien que no forme parte de esta sala, si lo intentan sus recuerdos serán borrados...

—Eso es un poco peligroso— dijo el hombre de barba blanca.

—Más peligroso es divulgar todo y esperar que un secreto se mantenga por buena voluntad señor...—dijo el otro encapuchado.

—Muy bien mis muchachos...

Con esas palabras ambos encapuchados apuntaron sus varitas hacia el techo del gran comedor, y con un movimiento particular lograron generar una gran cúpula que brillaba sobre todo el techo del gran comedor y se fundía con la magia misma del castillo, ahora mientras esa cúpula estuviera activa nadie podría divulgar nada de lo aprendido a personas de fuera. Ambos encapuchados sabían que la magia del propio castillo haría el resto, después de todo, eran dos Lord herederos de Hogwarts realizando magia allí. El profesor de DCAO y el maestro de encantamientos miraron con particular interés y aprecio las acciones de ambos magos. Albus Dumbledore por su parte lo miro con bastante disgusto. Luego de que todo hubo terminado, ambos encapuchados se sentaron y otro que había estado a su lado se puso de pie y camino a la tarima.

¿Qué nos paso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora