Capítulo 35

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Luego de que la joven Emma Malfoy se sentó junto a sus padres y hermanos, muchos en el gran comedor se quedaron en silencio preguntándose qué estaba pasando, por qué el director permitía semejante acoso contra el que parecía ser el favorito, contra la persona que posiblemente los salvaría a todos en un futuro cercano, muchos comenzaban a pensar que si el defensor de las personas, si el líder de la luz era tan selectivo con su ayuda de lo que decía, pero si ese era realmente el caso, significaba eso que solo unas pocas personas eran merecedoras de ayuda o defensa, y que las segundas oportunidades o la resiliencia no existía realmente en el vocabulario del hombre, pese a lo que él declarara.

En la mesa del futuro se encontraban cuatro encapuchados susurrando, pues cada día se acercaba más su momento de presentarse, pero sabían que sería la única oportunidad de cambiar las cosas, ellos ya habían ganado una guerra, y ya conocían a su verdadero enemigo, sabían la verdad sobre todas las cosas que permanecían ocultas.

—Hay que contar todo tal cual— dijo un hombre bastante molesto—merecemos saber la historia completa.

—Pero la historia completa nos abrumara... — contesto una mujer frente a él.

—Cierto, pero ya no estamos solos como en ese momento y siempre odiamos a la gente que nos dice las cosas a medias por cuidarnos —replico el hombre

— no sere uno de esos... — agrego otro.

—Supongo que tienes razón...—suspiro —no puedo creer que te esté dando la razón...

—Me amas hermanita...— rio el primer hombre.

Luego de escuchar la conversación de sus padres de la mesa del futuro se paró otro encapuchado este era más bajito que el anterior su capa acariciaba el piso, la misma estaba ondeando de una forma particular, por un momento parecía que la tela no se había adaptado a esa persona, sin embargo al verlo moverse con destreza se notaba que su capa solo era más vaporosa, o que su forma de andar era singular. Al quitarse la capucha se pudo ver a una pelirroja de cabello muy largo y de ojos verde oscuro que sonreía tímidamente, tenía puesto una camiseta amarilla y una falda negra, llamaba la atención contrastando muy bien con la inocencia que irradiaba por sus ojos, ojos que sin duda eran de una genética particular solo una persona en todo Hogwarts podía tener una hija pelirroja y de ojos verdes.

 Al quitarse la capucha se pudo ver a una pelirroja de cabello muy largo y de ojos verde oscuro que sonreía tímidamente, tenía puesto una camiseta amarilla y una falda negra, llamaba la atención contrastando muy bien con la inocencia que irradiaba...

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—¡Buenos días gente de Hogwarts! Mi nombre es Lily Eileen Prince Potter— ella miro a sus padres y vio como a ambos se les iluminaban los ojos al escuchar que tendrían una niña.

Pese a que nunca habían hablado de nada relacionado con el futuro, sin dudas era algo que ambos querían, tener una niña a la que consentir y proteger. La joven en el escenario sonrió, ella era la niña consentida de la casa, por sus padres y por sus hermanos.

—Tengo 14 años y soy la ultima hija — sonrió ante la reacción de sus padres — Mi casa de Hogwarts es... Ravenclaw — dijo con emoción.

La mesa de las Águilas aplaudió y la mesa de las serpientes también después de todo era la hija de su jefe de casa a quien todos amaban porque era el mayor protector que tenian.

—Mis materias favoritas son Pociones y encantamientos — Lily sonrió a su padre que no dejaba de irradiar orgullo a través de sus onixs —cuando me gradúe quiero trabajar en PociónDay contigo y Emma.

—¡Eso me encantaría! —dijo Severus asombrado por la hija que tenía.

—¿Y nosotros que? !ya no nos quieres! —dijeron los gemelos Prince de forma dramática.

Las palabras de sus hijos tomaron por sorpresa al mayor y dejándolo sin saber que responder, después de todo amaba a sus hijos, pero jamás se imagino encontrarse en una situación como esa, esto provoco una risa tierna en Harry.

—No te preocupes papa— dijo Alan con una sonrisa

—¡Solo es una broma! —terminó Tom al notar lo profundo que había sido aquello para su padre en esa época. Era obviamente notorio que no estaba acostumbrado a sus comentarios tontos.

Severus aún seguía sin pronunciar palabras estaba notando por primera vez en su vida lo que significaba familia, lo que era tener alguien que te amara de esa forma, incondicionalmente. Estaba sorprendido de sus propios pensamientos, él no se creía tan sensible, el era el hombre que temía de su propia historia, le huía a su pasado, cualquiera pensaría que lo que más le duele es su historia como mortifago, quizás incluso la marca en su brazo, pero no, su dolor, el más profundo, el origen de todo, tenía que ver con su padre, con el hombre que se suponía debía protegerlo, y con su sueño frustrado de tener una familia, Severus miro a sus hijos, llevaban su mirada, el cabello largo y aunque atado estaba despeinado, los pudo imaginar jugando, peleando, podía verse a su lado, jugando con ellos, enfocó la mirada y notó que estaban preocupados por el silencio entonces les revolvió el cabello, una caricia tan simple, algo que él había esperado siempre de su padre y que nunca recibió.

—¡Mi pelo!

—¡Papá!

—No molesten a su hermana...

El mayor sonrió, sin duda eran hijos de Harry y de el, miró a la pequeña que reía de la reacción de sus hermanos mayores y la instó a continuar con su presentación con una sonrisa diminuta e imperceptible en sus labios.

—No hay mucho más de mí para contar, como habrás supuesto yo deseo ser maestra de pociones como tu — sonrio — mi mejor amiga es Emma y mis padrinos son tío Neville y su hermosa esposa.

El joven se sorprendió por el nombramiento pero agradeció a los hombres que le habían confiado la vida de su princesa, porque a Neville nadie lo engañaba, ella era la princesa de la familia Prince.

— Ahora un pedido familia. Papá, Padre—-miró a sus padres en la mesa del futuro, sonrió de forma algo malévola y volvió a mirar sus representantes paternos más jóvenes— Queremos otro hermanito, más específico una hermanita.

El comedor se silenció por un instante para luego estallar en carcajadas ya que la joven había logrado enrojecer a sus padres. Todos la miraban en algún grado de shock por el atrevimiento de la joven.

—Lily Eileen Prince Potter— la voz vino de la mesa del futuro, de un encapuchado que se paró mientras era retenido por el más alto, para algunos, los cálculos fueron obvios y para Severus y Harry de 1996 también

—¡Si papá! —dijo sonriendo mientras veía al encapuchado sentándose en la mesa del futuro ignorando la llamada de su hija —¡Fue todo de mi muchas gracias!

Bajo trotando de la tarima para abrazar a sus padres con una brillante sonrisa y sentarse junto a ellos.

—No fue gracioso jovencita, cualquiera diría que estás en la casa equivocada...— musitó Severus al oído de Lily cuando ella estuvo perfectamente sentada.

—Lo dicen a menudo padre— respondió la pequeña.

—Hablo enserio... —riño Severus

—¿Tu también? — hizo un puchero exagerado —Solo expresé un deseo familiar —dijo quitándole importancia.

—Pues mantenlo en familia entonces...

—Si papá— La joven abrazó a Harry y besó su mejilla a modo de disculpa y luego se dispuso a observar la tarima a la espera de la siguiente presentación. 

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Me disculpo con que estos dias ando muy desaparecida, estoy con mil cosas y prácticamente no he podido ponerme a contestar. gracias siempre por estar del otro lado.

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