Capítulo 48

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Noche del 7 de Mayo de 1996

La cena llegó demasiado rápido para todos, nadie estaba demasiado entusiasmado con que el día se acabara tan pronto, el cuerpo estudiantil se encontraba entrando al Gran Comedor en grupos, Harry sintió como su brazo era tomado y se giró para ver cómo una pelirroja lo sostenía de forma poco apropiada y con ojos enloquecidos.

―Harry.. ¿podemos hablar?

―¿De qué quieres hablar? ―dijo ssoltándose de forma brusca

―Por favor Harry... tenemos que hablar...―insistió acomodando su cabello.

Hermione, Draco, Severus y Sirius habían tomado más firmemente las varitas pues aquello no les gustaba nada podían ver la incomodidad de Harry

― Te necesito.. ―murmuró ―no puedes abandonar la familia así..― dijo tomando la mano del mencionado y entrelazando sus dedos, a lo que el joven la retiró violentamente alterándose

―¡No Ginny! ¡Basta! ustedes me alejaron.. nos alejaron...―dijo señalando a los gemelos y a Hermione.

Con eso dicho se encaminó de forma firme a la mesa de las serpientes arrastrando de la mano al maestro de pociones que se dejaba conducir con demasiada facilidad en opinión de Sirius.

―¿Estás bien? ― pregunto en un susurro Severus.

―Si... ― lo miro a los ojos ―Si no te preocupes... ― apoyó una mano en el brazo de Severus y le sonrió para transmitirle todo el amor que sentía por él, luego se sentó en la mesa, dirigiendo una mirada muy seria al director de la institución.

El director noto la mirada del héroe pero decidió ignorarla, se puso de pie con una sonrisa casi benevolente

―Bueno esta será una noche especial ya que no tendremos ninguna presentación aprovechemos a descansar de nuestros cerebros sobrecargados de información...― con estas palabras y un aplauso la comida apareció en la mesa.

Como ya era costumbre todos se sirvieron sus comidas preferidas, el bullicio acompañaba los bocados y todos parecían tener una conversación amena. Cuando todo parecía menguar pues los estómagos estaban llenos y las conversaciones acabaron todos se dispusieron a marcharse calmadamente a sus respectivas habitaciones, todos menos un pelirrojo que caminaba por el laberinto de las mazmorras, llegando a la puerta del despacho del más odiado de los profesores de la escuela de magia y hechicería, claro que aunque el no lo admitiera era uno de sus favoritos, siempre le había parecido justo, también recordaba como alentaba a los gemelos a estudiar en su primer año. Golpeo secamente un par de veces la puerta temiendo lo que le esperaba del otro lado, una vez abierta vio como era observado por dos pares de ojos unos negros y otros verdes.

―Señor Weasley... ¿Qué se le ofrece? ―dijo el profesor observando seriamente a su antiguo estudiante.

―Me gustaría hablar con usted y con Harry, también con mis hermanos si es posible... ― dijo temiendo una negativa del mayor.

―Pase. Albus, Tom ― dijo llamando a sus hijos ― Vayan a la Sala Común y traigan a los gemelos Weasley por favor.

―¡Sí papá!― dijeron al mismo tiempo causando una sonrisa en el pelirrojo.

―¿Que pasa Charly...? Te ves muy pálido... ― dijo Harry, lo había visto pocas veces, pero sabía que no se encontraba bien.

―Demasiadas emociones... no estoy acostumbrado... lo mío son los dragones Harry...― sonrió mientras recibía un vaso de Whisky del profesor ― gracias...

―Parece que lo necesita... ―murmuró Severus.

―Mejor vamos a la sala... ―Dijo Harry y miro al mayor quien asintió ― estaremos más cómodos allí, esto parece una clase...― dijo riendo y aligerando el ambiente

Poco después de haberse acomodado frente al fuego por la puerta entraron dos pelirrojos y dos pelinegros que se quedaron estáticos en la entrada. Los gemelos Prince miraron a sus padres y luego se encaminaron a la habitación que les correspondía, pues entendían que poco podían hacer en ese momento por su familia; por otro lado los gemelos pelirrojos aún seguían en la puerta mirando a su hermano con recelo.

―Lo siento peques... ―dijo el mayor en dirección a sus hermanos usando el apodo que tenían de pequeños ― no los defendí cuando tocaba y no espero que me perdonen... pero lo siento muchísimo... ―el segundo hijo de la familia Weasley tenía lágrimas en los ojos, se sentía culpable por el destino de sus hermanos, por la falta de apoyo, se sentía culpable porque se sentía un mentiroso.

―¡Charly!― dijeron los gemelos para luego acabar encima de su hermano mayor ―Te hemos echado de menos...

―No tengo la menor duda de eso... ―dijo con burla mientras intentaba ponerse de pie. Sus hermanitos ya no eran pequeños.

―¿Por qué estás aquí? además de disculparte... tú no eres así..― dijo Fred

―No, lo sé muy bien Freddy... quería advertirles... sobre todo a ti Harry ―miró al mencionado que se encontraba sorprendido por esa respuesta ― Quieren separarte del profesor...

―Eso ya lo sé... ― respondió con desgano el menor.

―No, Harry... Quieren hacerlo a cualquier costo y de cualquier forma, hablaron de hacerte sentir solo, separarlos de forma en que te volvieras a sentir huérfano.. entonces... ―hizo una pausa, no podía creer que su familia llegara tan lejos por dinero ― entonces mi familia te recibiría de nuevo... ―suspiro ― el plan lo está dirigiendo el director personalmente, te diría también que te andes con cuidado con lo que consumes enano... mi hermana es capaz de todo...

― ¿Porque me cuentas todo Charly...? ― pregunto el joven de ojos verdes.

―Aún no me siento listo para decirlo en voz alta a todo el mundo, pero yo no soy lo que mis padres quieren... yo soy gay... por eso no tengo familia en la presentación, porque me quede atado a los estándares, y como no puedo complacer a mi madre, pues.. decidí ser infeliz... pero ― miro a Severus ―quiero cambiar eso, cómo estos dos lo hicieron... ― señaló a sus hermanos.

―¡Te ayudaremos!― dijeron los pelirrojos al unisono.

―Si necesitas algo Charly...

―Gracias ―respiro profundamente― será mejor que me vaya... ― se puso de pie y se encamino a la puerta seguido el maestro.

―Ha sido muy valiente señor Weasley, y puedo pensar en muchas personas que estarían orgullosas de usted, entre ellas su antigua jefa de casa y yo mismo con su antiguo maestro― dijo el mayor tendiéndole la mano ―Si necesita algo, mi puerta estará abierta.

―Gracias señor ―y con esto salio por la puerta del despacho del hombre para volver a fingir ser un domador de dragones hetero, musculoso y mujeriego, fachada que había construido para evitar que sus padres y su entorno lo juzgaran y presionaran.

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Espero les haya gustado

🙏🙏🙏🙏 por favor por favor vayan a darle amor a mi otra historia... me hizo mucha ilusión publicarla...

Como siempre, los quiero y nos vemos el proximo sábado

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