Capítulo 51

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El almuerzo fue tranquilo, varios aprovecharon a hablar con los adultos venidos del futuro, tratando de averiguar que más había cambiado, o que tan bien les iba, por supuesto los venidos del futuro eran casi una tumba incluso para sus versiones mas jovenes, lo que resultaba muy frustrante para todos.

En la mesa mayor, el director se concentraba toda su energia en tratar de averiguar que era lo que había ocurrido, sabía de que traición hablaba Willian Weasley, sería Severus, claro que no era una traición como tal, pero se suponía que nadie jamás lo sabría, por lo que siempre seria recordado como un traidor, pero lo más preocupante era que Harry Potter le perdonaría la supuesta traición.

Tenía que averiguar que había pasado, tenía que descubrirlo y hacerle saber a Harry de que era capaz el hombre que supuestamente amaba, al menos alguna versión condensada y modificada de la verdad.

Con todo esto en mente el mago más poderoso intentaba sin ningún éxito ingresar en la cabeza de su maestro de Pociones, tarde se dio cuenta que la respuesta, no solo no estaría ahí, sino que sería imposible extraerla de ese hombre, y aunque nada de todo esto paso desapercibido para Severus él se dedicó a preocuparse por Harry, que se encontraba jugando con el medallón que él le había regalado, Severus se concentró en el jugar de las manos de Harry en la cadena, hasta que la voz del que un día fue su mentor lo saco de sus pensamientos.

―Muy bien ahora que estamos todos alimentados... ―miro asegurándose de que así sea ― continuemos con las presentaciones.

De la mesa del futuro se incorporó despacio sin ninguna prisa, como si quisiera llevarle la contra al director una pareja de encapuchados que se acercaron a un paso lento mientras veían como Dumbledore masticaba más fuerte el caramelo, entonces ya arriba de la tarima se quitaron las capuchas. Dejando ver por un lado a un pelirrojo vestido de rojo y negro con una sonrisa muy particular y unos ojos azules muy característicos, llevaba un arrito de plata en su oreja derecha y sonreía con suficiencia.

A su lado se encontraba una mujer, alta, pelinegra de cabello largo, camisa negra y pantalón de jeans, tenia una apariencia de seriedad sin embargo, si la conocías podías notar el brillo de diversión en sus ojos

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A su lado se encontraba una mujer, alta, pelinegra de cabello largo, camisa negra y pantalón de jeans, tenia una apariencia de seriedad sin embargo, si la conocías podías notar el brillo de diversión en sus ojos. Tomo la mano de al pelirrojo y sonrio.

 Tomo la mano de al pelirrojo y sonrio

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