Capítulo 44

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6 de Mayo de 1995

La mañana los encontró a todos en los brazos de la persona que amaban, o al menos eso le ocurrió a la mayoría. Draco y Hermione se habían quedado hablando hasta dormirse, Fred y Pansy así como George y Astoria los venció el cansancio de los planes, sus sueños, su vida futura habían acabados dormidos en el sillon de la sala comun, Neville y Daphne se encontraban tal cual se habían dormido la noche anterior uno junto al otro con las manos tomadas, Severus y Harry abrazados tal como se habían dormido en el sofa frente a la chimenea. Sirius se encontraban en el pecho de Remus, como a él le gustaba despertar.

Todos ellos fueron despertados de la misma forma, sus futuros hijos sentados o saltando sobre la cama o en la sala, diciéndole que hoy sería el último día de presentaciones, al menos de hijos que se presentarán, cada vez faltaba menos, todos advirtieron de una forma alegre que quedaba poco tiempo, que a ellos le quedaba poco tiempo, ellos volverían pronto a su tiempo.

Luego de semejante despertar todos se encaminaron al Gran Comedor para poder degustar el desayuno; la casa de Slytherin parecía una gran familia cada vez con más personas. No a todos les gustaba esto. Muchos veían esta situación como una amenaza, por tanto había que destruirlo. Cuando todos estaban sentados en sus lugares, el director entró esta vez llevaba una túnica burdeos con leones rojos y dorados, parecía querer dar un mensaje, pero si era así los receptores procuraron ignorarlo, no reaccionar, sus muecas y comentarios se debían a la falta de combinación de colores.

―¡Buenos días alumnos!― dijo el director sentándose en su silla ― hoy continuaremos con las presentaciones luego del desayuno... ―aplaudió una vez― ¡muy bien a comer! ―y con sus sonrisa de abuelo dio pie a comenzar el desayuno.

Era el último de las presentaciones de los hijos del futuro. Pero eso él no lo sabía. La comida transcurrió tranquila sin demasiados ruidos, tampoco demasiado tiempo, todos estaban ansiosos por continuar con las presentaciones.

De la mesa del futuro se levantó un encapuchado que camino hacia el escenario despacio y con mucho cuidado se subió, parecía que los escalones le quedaban grandes. Una vez arriba se quitó la capucha dejando ver a una niña de cabello rubio corto y grandes ojos negros. Llevaba un vestido del color de sus ojos, se la veía alegre y sonriente.

―¡Hola! buenos días Hogwarts! ― dijo su voz era suave ―espero hayan dormido muy bien ― rio bajito ―Mi nombre es Pandora Nott Lovegood―hizo una pausa  esperando las reacciones de todos

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―¡Hola! buenos días Hogwarts! ― dijo su voz era suave ―espero hayan dormido muy bien ― rio bajito ―Mi nombre es Pandora Nott Lovegood―hizo una pausa esperando las reacciones de todos.

―¡Con LOVEGOOD! No ¿¡Por qué esa loca!? ― Grito una Ravenclaw de pie señalando a la rubia que solo sonreía entusiasmada por la idea.

―A mi novia no le dices así ―dijo Nott levantando la varita.

―¡¿Novia?!― pregunto Ginny Weasley alterada ―Luna es una serpiente...

―A mi me parece un joven muy agradable. No entiendo tu punto Ginny...― dijo la nombrada con una sonrisa.

Causando una carcajada en la mesa de Slytherin.

―¡que es un mortifago! ― grito

La rubia cambió su expresión a sería y dijo:

―No digas esas cosas Ginny Weasley. No sabes de qué estás hablando...

―Sabia que habias perdido la cabeza cuando lo defendiste... ¿Pero esto?― La pelirroja estaba enojada― ¡Esto es una locura!

―¡Basta!― gritaron los gemelos Nott

―Ustedes no se metan...―dijo Ron ― Bastardos...―agrego por lo bajo

―¡Luna! Siéntate con nosotros por favor... ― dijo Theo tratando de ignorar a todos, su jefe de casa ya les había advertido, pero él no era capaz de contenerse cuando decían eso de su novia.

―Claro Theodore Nott ―comentó la rubia volviendo a sonreír y encaminándose muy decidida hasta su futuro esposo.

Fue recibida por los brazos de su suegra que estaba encantada con la jovencita. Pero había muchas personas enojadas con la situación entre ellos el director que no concebía que aquello ocurriera, según el antiguo mago eso solo desataría el caos, pero tuvo que frenar esos pensamientos para apurar a la rubia que se encontraba observando como sus padres se besaban frente a toda la escuela.

―Niña... deberías continuar y no demorar más estas presentaciones, aún quedan muchos detrás de ti.

Theo apretó su varita muy dispuesto a defender a su hija pero entonces la vio sonreír. Era igual que si madre sin dudas.

―Por supuesto que sí director...― miro a todos con una sonrisa ―No queremos hacerlos esperar... ni causar caos ―rió ante la reacción del hombre pero era una risa un poco menos catarina que las primeras, si conocías el sonido sabías distinguir que eso era sarcasmo― Como decía, mi nombre es Pandora, tengo 12 años, mi casa en Hogwarts es Ravenclaw.

La mesa de las serpientes estalló en aplausos y las Águilas también después de todo era su futura integrante y aunque no muchos quisieran a la rubia, nadie podía negar que la joven era una Ravenclaw de primera.

―Mis padrinos son tío Harry y tío Sev ― miro a los mencionados con cariño ― cuando salga de Hogwarts me gustaría ser Magizoologa como tu mamá ― dijo la jovencita.

Estas palabras provocaron un brillo especial en los ojos de su madre que se daba por satisfecha al saber que cumpliría sus sueños, aunque ella jamás lo había dudado, sabía que así funcionaba la magia.

―¿Alguna duda?

―¿Qué ocurrió con el Quisquilloso?―preguntó su madre

―Veras mamá, tú lo manejas, pero ha crecido tanto que tu solo eres la directora y por eso tienes tiempo para investigar...― respondió su hija encantada de contar sobre su grandiosa madre.

―¡Bien hecho Luna!― dijo Hermione, quien había aprendido a apreciar a la rubia luego de unas sesiones del ED.

―Genial amor ―comentó Theo besando la mejilla de su pareja mientras está recibía felicitaciones de sus suegros.

―Bueno aunque me gustaría contarte todo, no es mi trabajo y como el director a dicho hay que ser rápidos así que. Es todo de mi señores. ¡Muchas gracias!― hizo una reverencia y bajó hasta encontrarse con sus padres y hermanos

―Eres igual que tu madre...― dijo Theo luego de escucharla.

Puede que Luna parecía ser distraída, pero Theo sabía que a su novia rubia jamás se le había pasado un detalle y cuando quería podía usar muy bien el sarcasmo. Vio a su hija sonreír y sentarse entre los gemelos ignorando deliberadamente su comentario, tal como lo haría su madre.

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