Capítulo 31

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Noche 5 de mayo de 1996

El director dio la orden de ir a las salas comunes y Severus aprovechó para acercarse a su colega y poder hablar en privado, bajo la atenta mirada del joven de ojos esmeralda, estaba muy curioso por el pedido del hombre de que se quedaran todos sentados en la mesa, aunque probablemente lo que más llamo la atención fue que ningún estudiante emitió una sola queja.

—Minerva... —llamó y cuando la mencionada se dio vuelta, continuo —La señorita Parkinson y el señor Malfoy quieren hablar con usted en calidad de Prefectos de mi casa, ¿es posible?

La mujer alzo una ceja curiosa, pero respondió.

—Por supuesto Severus, vamos a mi oficina— dijo la subdirectora mirando con sospecha a su antiguo estudiante.

Severus dio la orden de que los alumnos mayores y todos los presentados sentados en la mesa fueran a la sala común de Slytherin. Nadie dijo nada, con una perfecta sincronización todos se encaminaron hacia las mazmorras, los mayores guiando a los menores y a los nuevos. Fred y George, aunque no eran estudiantes de Hogwarts, igual que Teddy se colocaron al final de la caravana para proteger a los estudiantes, tal como aparentemente era la estructura que habían formado.

Los leones siguieron a Draco, Pansy y Severus, tratando de no ser vistos por el director, que siempre parecía estar al tanto de todo lo que pasaba, después de todo era un hombre que se consideraba con el derecho a controlar la vida de los demás. Una vez dentro del despacho de la subdirectora los estudiantes de Gryffindor y los dos merodeadores que también se habían escabullido con ellos se sentaron frente al escritorio.

—Profesora McGonagall—dijo respetuosamente y formalmente Draco — pedimos hablar con usted para solicitarle el permiso de que los estudiantes de su casa que tengan una pareja en la nuestra, ahora o en el futuro, como es el caso de ellos — dijo señalando a Harry y a Hermione —se les permita pasar las noches en nuestra sala común y habitaciones, en lo que dura todas las presentaciones, hablo por toda la casa al decir que son bienvenidos —finalizó el joven.

—¿Están seguros de que no habrá inconvenientes?

—Por supuesto Profesora, cabe aclarar que esta propuesta es porque tememos que las cosas se pongan peor, ya se han visto agredidos, verbalmente, por sus compañeros y ambos temen por sus integridad física, hemos hablado con nuestros compañeros y están de acuerdo en que podemos ayudar y evitar alguna tragedia, no se ofenda profesora pero los Gryffindors han sido desagradables con ellos... —dijo la Pansy.

—De ser así jóvenes, yo no tengo inconvenientes, ¡que así sea! — decreto — el castillo moverá sus cosas, ya veremos que hacer una vez pasado el periodo de presentaciones... — dijo desviando la mirada a Severus, Minerva estaba preocupada, sabía que Albus estaba tramando algo y temía por la seguridad de sus alumnos, sobre todo esos dos.

La mujer vio a los estudiantes salir más felices una vez dada su aprobación y luego de un asentimiento del maestro de Pociones, seguido de ellos también los merodeadores, su colega seguía allí de pie.

—¿Qué te molesta? —pregunto

—Me tomo por sorpresa, Severus sin duda no esperaba semejante declaración—contesto — te veías confiado, como si ya lo hubieras sabido...

—Lo sabía, Harry me lo había confirmado la noche anterior, aunque si se presta atención uno puede notar que Alan y Tom se parecen mucho mas a él que a mi, y es James el que tiene mis gestos y rasgos...

—¿Cómo...? ¿Desde cuándo es Harry? — mientras hablaba se acercaba a un pequeño mueble que tenía y sirvió dos Whiskys de fuego y entregando un vaso a su colega

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