4 de mayo de 1996
Las actividades en Hogwarts empezaron muy temprano. Todos querían seguir escuchando a los invitados y toda la información que compartían del futuro. Así que una vez todos sentados en el gran comedor procedieron a desayunar de forma rápida, algunos como Derek comía igual que su padre, en abundancia y mal proporcionado, muchas salchichas y tocino y poca o ninguna fruta, otros como Frank daba muestras de que había sido educado en una mesa sangre pura, su desayuno era equilibrado, algo similar a lo de su padre, fruta, te y tostadas. El héroe del mundo mágico estaba hace ya un tiempo adquiriendo nuevos hábitos para comer, luego de comenzar a prestar especial atención a todo lo que parecía ignorar del mundo mágico, Harry procuraba reducir la comida chatarra de su desayuno, por mucho que le doliese, también había adquirido el gusto por el café, Hermione siempre había desayunado igual, un café y unas tostadas, simple. En la mesa de los profesores, Minerva y Severus hacían la vista a un lado ante la cantidad de azúcar descomunal que parecía consumir el director de la institución.
—Bueno jóvenes si ya acabaron el desayuno, dejare algunos bocadillos y bebidas mientras dejamos que se presente el siguiente invitado — dijo el director con una sonrisa.
Un encapuchado de mediana estatura camino por los pasillos gasta subir a la tarima. Allí hizo una pausa antes de quitarse la capa que lo cubría y dejar ver a una joven de no más de 20 años con el cabello castaño claro y ojos azul opaco. Muy guapa, llevaba puesta ropa muggle de estilo muy urbano.
—¡Buenos días! Mi nombre es Rose Brown— dijo la joven con una media sonrisa.
La estudiante de sexto año de Gryffindor la miro en shock.
—¿Mi hija? —pregunto, y luego añadió—Eres tan guapa... ¿Y quién es tu padre cariño? —pregunto esperanzada.
La joven rubia rio antes de responder:
—Eso no lo diré yo— comento con una mueca —tengo 19 años y cuando estuve en Hogwarts fui una tejona —Rose espero a que la casa terminara de aplaudir antes de continuar—fui prefecta, pero no Premio anual, jugué al Quidditch como cazadora— miro a todos y luego a su madre con una media sonrisa—No sé qué más...
—¿Padrinos, profesión, materias...? — pregunto una rubia en la mesa de las águilas.
—¡Cállate lunática! ¡Es mi hija! Yo pregunto... — dijo Lavender con odio.
En la mesa de las serpientes un pelinegro miro furioso a la castaña y tuvo que ser detenido por sus amigos para evitar que reaccionara, todos sabían que la rubia era más que capaz de defenderse si lo quería.
—igual querida por favor responde a eso— dijo Lavender calmada, como si nada hubiera pasado.
—Mis padrinos son tía Cho y su esposo— sonrió al ver lo roja que se ponía la oriental — Mis materias favoritas son Adivinación y Transformaciones...
Hermione solo se limitó a rodar los ojos haciendo que Harry tenga que contener la risa, sabía de sobra la opinión de su amiga sobre esa materia.
—Profesión... no, trabajo en tu negocio mamá.
—¿Mi negocio cielo? —la adolescente miro a su hija con los ojos brillosos.
—Si... Pero no puedo decirte más —dijo la joven jugando con su cabello de forma inocente
—¿Me lo dirá alguno de tus hermanos? —pregunto curiosa, pero con una sonrisa, dispuesta a esperar.
—No... —dijo sonriendo, a ella no le tocaba anunciar eso, podía notar las miradas fulminantes de la mesa del futuro— Aquí no solo están sus hijos es decir nosotros...— hizo una pausa dramática mientras veía al rubio en la mesa de las serpientes rodar los ojos y ella podía notar el color subir por sus mejillas — Ustedes, es decir sus versiones futuras también están aquí, les dirán más sobre lo que paso... Es muy decepcionante el futuro, y hay gente que no debería estar... o al menos eso dice papá.
El silencio volvió a reinar en todo el gran comedor, todos miraban con renovado interés la mesa del futuro y ellos a su vez con desagrado a Rose por lo dicho, se suponía que se mantendría en silencio hasta el último de los jóvenes.
—¿No podías quedarte callada no? — grito una encapuchada parándose furiosa por la actitud de la castaña — ¿es muy difícil para vos hacer eso? Tan simple como hacer lo que tenes que hacer...
—¡Jane! — dijo el chico que había peleado con las gemelas Weasley — basta, no vale la pena...
—Si Jini hacerle caso, no podes conmigo... — dijo con una sonrisa al ver que la joven encapuchada volvía a sentarse — Como les dije... Hay gente que no debería haber sobrevivido... — sus ojos brillaron en dirección a los Malfoy.
—¡Suéltame, James! ¡Yo la mato!
Todos quedaron impactados por el nombre, ya que era bien sabido que así se llamaba el padre de Harry Potter, pero lo más sorprendente fueron nuevamente los dos encapuchados que se acercaron y el más alto dijo:
—¡Basta! ¡Dejen los dos, ahora mismo, esta pelea inútil, saben muy bien que no deben meterse en estas cosas! —regaño seriamente, instando a ambos a sentarse.
El encapuchado más bajo agrego:
—Lo que ella haga es cosa de ella y sus padres, ustedes dos no deben meterse en estas coas.
Y por arte de magia ambos de sentaron e ignoraron a la chica que reía descaradamente en el escenario, sin embargo, nadie reía con ella.
—¿Alguno tiene alguna pregunta? — dijo de forma casual como si lo anterior no hubiera pasado.
—¿Tenes novio guapa? —grito un león de séptimo año.
—¡Tengo! Pero gracias... — sonrió coqueta.
—¡Bueno eso es todo de mí! — dijo para luego bajar y sentarse junto a su madre.
Segundos después le dedico una sonrisa de burla a la castaña sentada junto al héroe mágico, Hermione sabía que era muy probable que Jane fuera su hija, amaba su segundo nombre y siempre quiso usarlo en su hija, Harry por su parte capto la mirada Rose y sabía que James era probablemente hijo suyo, era obvio que no se llevaban mucho con Lavender y su familia en el fututo.
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¿Qué nos paso?
FanfictionLa cena de Aniversario de la Guerra de Hogwarts se salen de control. Un giratiempos roto. Y un viaje al pasado que pondra la vida de todos en jaque. ¿Seran capaces de salvar la vida de aquellos a quienes perdieron? ¿Arruinaran por completo sus posib...