La cena de Aniversario de la Guerra de Hogwarts se salen de control.
Un giratiempos roto. Y un viaje al pasado que pondra la vida de todos en jaque.
¿Seran capaces de salvar la vida de aquellos a quienes perdieron?
¿Arruinaran por completo sus posib...
Pasado el tiempo de receso todas las familias estaban volviendo al gran comedor, sin embargo, el ambiente estaba tenso, casi como si se temiera respirar o hablar, era obvio que la mayoría de los presentes estaban muy disconformes con la actitud de los Weasley hacia sus hijos, para muchos el ambiente era tal que parecía más una clase de Pociones que el gran comedor. Pero sin duda nadie quería ser el primero, en hablar, cualquiera fuera la situación suponían que saldría mal.
El director miro a todos preocupado, si las cosas seguían ese rumbo, algunas personas podrían dañar la imagen que tanto tiempo le había tomado construir, el era el Gran Albus Dumbledore, y si las personas comenzaban a hacer preguntas todo se desmoronaría, ya podía ver a muchos dudando de las opiniones de las familias luminosas.
—¿Filius, crees que se podría modificar o variar el Obliviate?
—Supongo que sería factible Albus ¿qué es lo que buscas? — respondió pequeño mago curioso.
—Algo así como memoria selectiva...
—¿Por qué motivo Albus?
—Las cosas que estos jóvenes dicen... dañaran todo el propósito de la guerra, todo por lo que se originó...
—¿Propósito Albus? Pensé que lo nuestro era respuesta defensiva a los planes del Señor Oscuro, y la búsqueda por proteger a Potter, que el origen se lo debíamos al Señor Tenebroso — dijo Severus Snape, molesto por la actitud del hombre.
—¡Si si! ¡Pero él tendrá que pelear! ¡Salvarnos...! Nació para eso, y vivirá por eso, ¡es su destino y deber! — dijo convencido.
Los dos maestros se miraron asustados por la declaración, el chico tenía suerte, pero esperar que sobreviva por la pura magia, cargarlo con la responsabilidad de una guerra, era muy diferente a protegerlo, el pocionista estaba molesto, tanto el como el niño habían hecho las pases luego de que él lograra ayudarlo con la maestra de defensa y también en un momento de pánico le aseguro y mostro que su padrino estaba bien, eso los había salvado a todos, puesto que horas más tardes se enteraron de la invasión de los mortifagos al ministerio. Harry había parecido una noche después de la cena en su despacho y se disculpó por todas sus transgresiones, así como agradeció todos los momentos en que Severus le salvo la vida. Luego de eso ambos comenzaron una insólita amistad nacida de los horrores que ambos presenciaban en la guerra, también lograron retomar las clases de oclumancia con mejores resultados.
—Los invitados colocaron un hechizo para que nadie hablara Albus, un obliviate no es necesario— siseo Severus.
Pero el director ignoro esto y dijo en voz alta:
—Muy bien jóvenes, un par de presentaciones hasta la cena— aplaudió haciendo que aparecieran algunos refrigerios y se sentó nuevamente.
A la tarima subió otro viajero, este mismo al quitarse la capucha se parecía a un estudiante de quinto año quien desde hacía ya dos años se veía muy decaído por la muerte de su hermano. El invitado era un joven de cabello castaño claro, ojos miel y una sonrisa algo perdida. Llevaba un estilo bastante urbano y un gorro de lana marrón aunque no hacía frío especialmente, parecía más un adorno.
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