¿Qué nos paso?

Capítulo 41

Luego de un momento estáticos, donde nadie se atrevía a decir o hacer nada debido a la situación tan incomoda que se había generado con la presentación anterior, en la mesa del futuro un joven encapuchado se removía en su asiento nervioso pues era su turno de presentación y no quería ser él que le dijera a sus padres que eran sus padres. Respiro se acomodó la capucha y con un paso casi decidido pero aun vacilante se encaminó a la tarima, pudo ver de soslayo al director que se encontraba expectante a su presentación, antes de darse cuenta ya estaba parado en medio del escenario con todos los ojos sobre él.

El joven suspiro y se quitó la capucha dejando ver a un niño de cabello castaño estatura pequeña, unos ojos miel, tenía una sonrisa algo forzada en los labios. Llevaba un suéter que parecía dos tallas más grandes de la que necesitaba y también un pantalón negro ajustado, lo que dejaba ver que solo era el estilo del niño llevar suéteres grandes, a los ojos de la mayoría tenia un aspecto triste.

—Buenas tardes a todos —dijo, su voz era muy bajita —mi nombre es Hugo Weasley Brown— se quedó callado esperando la reacción de sus padres.

—¡Mi hijo! — dijo la castaña de moño rosa entusiasmada —Entonces tu padre es Ron ¿cierto? — ella estaba feliz, después de todo estaba enamorada del joven pelirrojo y ese año había conseguido que el joven la tomara por novia, aunque no duraran mucho ella aun tenia esperanzas.

—Si él es mi padre... — murmuro.

—¿Que? ¿yo? — grito el pelirrojo casi horrorizado, él no se podía imaginar con ella. Habían estado juntos, si pero el se tenia que casar con Hermione —¿Derek? — miró a su hijo el suplica.

Pero el joven solo asintió confirmando lo dicho por su pequeño hermano, bastante molesto con la actitud de su joven padre.

—¡Que lindo! ¡otro nieto! —dijo la señora Weasley emocionada por la situación.

—Continúa— le dijo Ron al joven haciendo una mueca aún sorprendido por su futura esposa.

—¡Sí papá! Tengo 12 años, soy un león como tú y mamá —el joven se expresó con una sonrisa muy tímida, pero él sabía que era más de una serpiente que un león.

Severus estaba viendo el patrón, y se preguntaba qué había pasado, como es que los jóvenes tenían miedo de ser seleccionados, como es que los grandes de la luz habían acabado mostrando todas sus caras sin mascaras, todo esto pasaba por la cabeza del hombre mientras la familia Weasley aplaudía al nuevo integrante de la familia

—Mis materias favoritas son Transformaciones, Encantamientos y Vuelo —miró a su familia aun con una sonrisa dibujada en los labios — de mayor me gustaría ser Auror o jugador de Quidditch como tú o Derek—comentó el pequeño con falsa admiración hacia su padre y hermano.

—Muy bien cariño— dijo Lavender con una sonrisa ella estaba muy contenta de su futuro esposo, y sobre todo de su familia. Creía haberlo hecho todo bien.

—¡Quienes son tus padrinos? —preguntó su abuela mirando al menor con cariño.

—Tío Percy y su esposa— dijo seriamente. Era por eso probablemente el hijo más estudiado del matrimonio.

—Cuéntame a que me dedico... tu hermana no me ha contado demasiado...— miro con reproche a su hija y luego volvió a dirigir su mirada inquisitiva al niño de doce años que estaba nervioso.

—Mama... ¿puedo? — pregunto el pequeño observando la mesa del futuro en busca de respuesta, había miedo en sus ojos.

—Si Hugo si... — Contestó una voz a desgana, casi parecía molesta por responder.

Hugo agachó la cabeza, todos se estaban preguntando qué ocurría con esas familias, por qué esos niños pequeños se encontraban en ese estado, de miedo a sus propios padres. A Severus no le gustaba la respuesta que ofrecía su mente.

Hugo respiro, suspiro y levanto la cabeza para decir:

—Tienes un negocio propio mamá, tal como te dijo Rose —vio como a su madre se le iluminaban los ojos nuevamente —te dedicas profesionalmente a la adivinación como es tu sueño, trabajas en casa y también en un local que alquilas en el Callejón Diagon...

—¿Entonces nos va bien? ¿Tenemos dinero? —pregunto Ron era evidente que no le importaba ni sus hijos ni su futura esposa, ni siquiera el hecho de que evidentemente él era casi un mantenido.

—Digamos que estamos bien... nunca nos faltó nada... y tenemos casa de vacaciones, esa que era de los Prince antes de... —el niño miro con pena al pocionista antes de seguir —además una casa para nosotros, con cuartos propios— termino de explicar el niño, hablaba rápido pero muy bajito atragantándose con sus palabras.

—¡Genial! —dijo su padre tomando una galleta e ignorando al resto.

—Bueno, es todo de mi... Gracias... —dijo el niño bajando, sentándose junto a sus hermanos sin abrazar a sus padres, ni a sus abuelos ni a sus tíos, como habían hecho otros niños antes.

En la mesa de las serpientes varios estaban impactados con la reacción de todos en esa familia, Hermione se apoyó en Draco ambos estaban preocupados. Fred y George se miraban impactados mientras pasaban un brazo por la cintura de sus futuras esposas, no estaba muy cómodos con lo que estaban viendo.

Sirius miró a Teddy que hacia dormir a su hija sentado junto a su esposa, ellos se veían bien. No había visto ningún comportamiento o comentario extraño en ninguno, por qué los pelirrojos estaban actuando así, el de ojos grises comenzó a pensar que realmente Severus tenía razón y solo buscaban el dinero de él y la herencia Potter de Harry. Todo indicaba que esa era la respuesta, y no le estaba gustando.

Remus veía a su pareja pensar, le preocupaba la frialdad que Sirius estaba mostrando en los ojos, él estaba sintiendo el mismo dolor que cuando murió James, Remus podía saberlo, realmente su pareja se sentía así de traicionado por los Weasley... Su lobo interno le decía que así era.

—¿Qué ocurrió con todos? — pregunto en un susurro ahogado Sirius —¿Por qué? — las palabras no querían ser pronunciadas.

Nadie sabía a quién se lo estaba preguntando, todos se quedaron en silencio, Harry se dio cuenta que no era el único que sufría, y que debía estar contento con la gente que lo apoyaba, después de todo aun tenia a quienes realmente importaba. Su padrino se sentía traicionado por todos excepto dos quizás tres personas, Harry tomó perspectiva y se apoyó en Severus quien puso una mano en su espalda a modo de consuelo y miró a Sirius comprendiendo que el hombre aún tenía secuelas de la prisión y ya estaba perdiendo a casi todo su círculo cercano, solo estaban Lupin y Harry a su lado. El pocionista sabía que los reparos y las dudas entre ambos existían pero Sirius lo había apoyado, Severus no se quedaría atrás.

Remus beso a su pareja en la mejilla y le dijo que lo amaba. Que más le valía no dejarse caer, que lo necesitaba, que tendrían un hijo. Entonces lo vio su sonrisa brillante nuevamente.

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hoy toco doble porque el cap 40 era muy corto...
los quiero
lamento estar tan desaparecida por los comentarios, los leo y me encantan.. pero ando un poco a mil y algo estresada..
espero estén teniendo un hermoso diciembre.. 🎄❤️