¿Qué nos paso?

Capítulo 6

—Bueno jóvenes —dijo el director desde su cómoda silla alta— esta será la última presentación de la mañana— el hombre ignoro las quejas de sus estudiantes y continuo— luego nos tomaremos dos horas para descansar y estirar las piernas... el que sigue...— dicto, señalando a los encapuchados.

Entonces un encapuchado bastante corpulento camino por el pasillo de las mesas entre Gryffindor y Slytherin, su andar era aburrido, no se apresuró por llegar, subió al escenario con aire bastante presuntuoso, luego se quitó la capa que lo cubría por completo y dejo ver a un pelirrojo alto de brazos fuertes, cabello corto y ojos marrones, tenía una mirada de superioridad y burla hacia todos los presentes, como si estuviera molesto de estar allí.

—Bueno...—comenzó— Buen día. —dijo sonriendo a un grupo de Hufflepuff que lo miraban.

Las chicas le devolvieron la sonrisa completamente sonrojadas, el color de sus mejillas casi podía competir con el cabello del joven en la tarima.

—Mi nombre es Derek Weasley...

—¿Quién de mis hijos es tu padre querido? —interrumpió su abuela.

—Soy el hijo mayor de Ron Weasley— dijo.

Este se quedó impresionado con lo que veía. El joven Gryffindor no daba crédito a lo que estaba viendo, aunque ciertamente nadie podía negar que era su hijo. El adolescente solo atinó a decir:

—Mira Mione nuestro primer hijo, se parece a nosotros.

El joven en el escenario solo rodo los ojos ante la actitud del joven, su padre a su percepción era patético, independientemente de la época.

—Mi madre la dirá uno de mis hermanos...—dijo.

—Tenemos más hijos —dijo el pelirrojo a la castaña sin notar que ella que lo miraba horrorizada.

—Ron callate y escucha—dijo ella terminando el tema.

—Como decía...—prosiguió el joven con aire de suficiencia evitando resoplar ante su padre. — Tengo 20 años, cuando estaba en Hogwarts fui un León.

La mesa estallo en aplausos, pero nadie tan fuerte como la familia, Ron incluso se puso de pie, mientras sus amigos lo miraban incrédulos.

—Como buen Weasley —dijo Arthur Weasley.

—Si. Gracias. —contesto de forma seca— Fui guardián en mis últimos 3 años— hizo silencio mientras recibía más aplausos— Aunque yo creo debería haberlo sido antes...—comento con algo de rencor —pero bueno...— murmuro —Mis materias favoritas... No lo se. Me gusta el Quidditch la escuela no es lo mío...

Esto causo carcajada en varios estudiantes, sobre todo en su padre, no quedaban dudas de que era hijo de Ron Weasley quien lo vitoreaba

—Ahora soy guardián de reserva de Chudley Cannons...

—¡Excelente hijo! ¡El mejor equipo! ¡Te felicito! —dijo Ron orgullo.

—gracias... —dijo con una sonrisa que no llegaba a sus ojos— ¿alguna pregunta?

—¿Tus padrinos cielo? ¿A qué se dedica mi Ronnie? — pregunto Molly.

—Mis padrinos son tía Ginny y su esposo...— dijo con una sonrisa torcida pues él sabía de los intereses de su tía en esta época y siempre le había parecido patética su actitud.

Para todos era bien sabido que su Ginny Weasley estaba perdidamente enamorada de Harry Potter y llevaba todo el año persiguiendo al joven insistiendo en citas.

—¡Genial Harry! —dijo Ron, golpeando el hombro de su amigo.

—¿Yo que tengo que ver? —cuestiono el de ojos verdes al turbado.

El héroe del mundo mágico estaba bastante incomodo, Derek no le gustaba, le parecía más bien un irrespetuoso con todos y muy desagradable.

—Dijo el esposo de Ginny ¡vamos a ser familia!

Harry hizo una mueca y vio como la hermana de su amigo se sonrojaba y se mordía el labio, logrando lastimarse en un intento de hacerlo de manera sugerente, algo que el personalmente encontró repulsivo en la joven de 15 años, no es que fuera puritano, simplemente le desagradaba la actitud.

—Creo que hay que esperar a que digan —dijo intentando no sonar desagradable con su amigo.

—Y respondiendo a tu otra pregunta abuela— interrumpió Derek la réplica de su padre— papá fue auror en el ministerio hasta hace poco...

—¡Si! ¡Genial! ¡Lo logre! —grito entusiasmado— ¡Vamos a cazar mortifagos Harry!

El de ojos verdes solo hizo una mueca y evito responder.

—Querido... dijiste fue... ¿Es que mi Ronnie ya no es auror? — pregunto Molly algo sorprendida.

—No —hizo una pausa dejando que la idea se asentara en el rostro de su padre antes de continuar — ahora trabaja en una tienda de Quidditch.

Todos lo miraron sorprendidos, no tenia sentido, aunque todos sabían del gran amor del pelirrojo por el deporte, había sido auror durante bastante tiempo.

—¿Por qué? ¿Qué paso que ya no soy auror? —pregunto Ron.

—Te lesionaste y tuviste que dejarlo...—dijo Derek.

—¡Ay! ¡por favor! — exclamo un encapuchado —Sabes perfectamente que eso no es cierto...

—Eso es lo que dice el informe legal Prince— siseo enojo Derek.

Severus alzo una ceja ante la mención de su apellido, sabía que no le había dicho nada a Dumbledore, y que nadie sabía que ahora era Lord Prince así que esta extremadamente sorprendido de escuchar a lo que parecía ser su descendencia, miro de soslayo al director, el hombre parecía no haber reparado en eso.

—El informe legal por supuesto —siseo con burla Teddy.

—Cállate imbécil —le contesto el pelirrojo de la tarima.

El joven de cabello azul se limito a alzar una ceja interrogante sacándole una sonrisa a su padre que comenzaba a notar los rasgos adquiridos de su hijo por haber sido criado por Slytherins.

—Entonces, ¿Mi Ronnie fue dado de baja de forma honrosa por una lesión? —volvió a preguntar Molly.

Todos o casi todos alzaron una ceja preguntándose como había llegado a la conclusión de que la baja fue honrosa, pero nadie dijo nada.

—Si abuela— contesto el joven —¿alguna pregunta más?

—¿Tienes novia? — pregunto una Ravenclaw.

—No. No, por ahora no. — contesto con una sonrisa coqueta.

Luego de eso el joven bajo de la tarima para saludar a la mayoría de los pelirrojos ignorando claramente a los gemelos. Lo que no pasó desapercibido para ellos, ni para toda la escuela, eso les dio la pauta de lo que ya sabían, ellos no formaban parte de la familia Weasley en el futuro, no es que a ellos precisamente les molestara, después de la actitud del joven estaban ciertamente felices de no ser familia, para ambos la pregunta radicaba más bien en cual había sido la acción que por fin los libero.