Capítulo 46

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Al escenario subió otro encapuchado, muchos ya suponían que se trataba de un Malfoy así que no hizo esperar a nadie y se quitó la capucha para dejar ver a una niña de cabello rubio con un bonito peinado ojos castaño muy claro, falda blanca y un suéter a rayas rosado, se veía adorable sonrojada como estaba, ella parecía ilusionada con estar allí.

Muchos se veían encantados con la niña, pero otros, como el director, que mostraba abiertamente su desagrado, y en su caso, parecía hacerlo de forma consciente y dirigida para provocar que por asociación y por rango muchos estuvieran de acuerdo con su opinión sin siquiera tener la suya propia

―Buenos días Hogwarts― dijo la niña, tenía una voz muy suave. ― mí nombre es Sophia Malfoy Granger ―miro a sus padres con una sonrisa, estos se veían impactados pues tenían cinco hijos, lo cual era un record para la familia Malfoy ―Tranquilos.. soy la última― rió de sus padres que suspiraban aliviados― tengo doce años, mi casa en Hogwarts es.. redoble por favor...

Todos los viajeros del futuro sentados en la mesa de las serpientes comenzaron a golpear suavemente la mesa dando la entrada a lo que la niña diría:

― yo soy una Águila...―Sonrió ―mis materias favoritas son Encantamientos y DCAO, cuando salga de la escuela me gustaría ser Auror.. como tía Pansy que por cierto es mi madrina― le tiró un beso a la mencionada― y tío Fred es mi padrino ―mientras los mencionados agradecían la confianza la niña vio una mano en el aire ―¿si tío?

―¿Por qué ni Herms, ni yo tenemos hijos leones?― pregunto Harry sorprendido al darse cuenta de ese detalle.

-Gran pregunta, y aunque imagino que puede haber mil respuestas, te diré que nosotros estamos en la casa que nos corresponde, no solo por sangre, sino también por habilidad, tu lo sabes y mamá también no están en la casa correcta...― dijo la niña viendo como su madre y su tío se miraban sorprendidos ―con los tíos Fed y George ocurre lo mismo, estuvieron siempre en la casa equivocada...

―Eso no puede ser...―dijo Bill en voz alta ―Siempre se va a la casa que a uno le corresponde, y la tradición dicta que los hijos vayan a la misma casa...

Fleur miro a su novio y futuro esposo con bastante horror, aun no salía de la impresión de saber que había estado en una familia que estaba dispuesta a abandonar un niño.

―Pues usted señor Weasley tiene una hija en Slytherin porque se adaptaba muy bien con su personalidad y porque probablemente usted o su esposa tengan algún rasgo de esta casa aunque lo nieguen, por otro lado, Rose Weasley es una tejona, porque según el sobrero va con su personalidad, probablemente porque su madre debería haber ido a esa casa quien como todos saben es una gran trabajadora...― dijo todo esto sin pudor alguno dejándolos a todos en silencio.

Todos se quedaron pensando en lo dicho por la niña, en la mesa de los profesores, el director comía sus caramelos mientras miraba a todos con odio, aunque muy bien disimulado en una sonrisa, fijó su vista en el héroe mágico, héroe que él había creado para sacrificar en el momento oportuno, totalmente decidido, convencido de que lo estaba ayudando, concentró su energía en penetrar la mente del joven.

Blanco.

Vacío absoluto, fue lo único que vio, algo estaba mal, el niño no tenía ese control mental él se había asegurado de ello. Para tal falla solo había un culpable, y lo pagaría, sin lugar a dudas, su creación debía mantenerse donde la necesitaba, vulnerable, ignorante, si algo de eso cambiaba sus planes estaban perdidos.

Sirius y Severus habían notado el intento del director, el ojigris le dirigió una mirada significativa al pelinegro que había colocado muy sutilmente una mano sobre la de Harry, a modo de protección. Ambos estaban muy pendientes de los intentos poco sutiles del director, por una cosa o por otra ambos sabían que el hombre haría todo lo que estuviera a su alcance para controlar y manipular al héroe mágico, sobre todo si con eso se aseguraba su éxito y permanencia en el mundo mágico.

Casi ajeno a todo, el héroe había notado el intento de intrusión, se sentía tal como se lo había explicado Severus, también notó que no estaban leyendo su mente, y entonces sintió el calor que irradiaba si collar, el regalo de compromiso lo estaba protegiendo, pasó la vista sonriente del director a la niña y dijo:

―Gracias Sophi...

Luego se permitió por un instante aferrarse a la mano del profesor para sentirlo más cerca, luego le agradecería apropiadamente, de alguna forma el hombre siempre lograba hacerlo sentirse protegido.

―De nada.. bien una última cosa..― dijo y miro directo al gran comedor ― importante para todos ― teniendo la atención de todo el comedor aclaró su garganta y agregó ― soy la última presentación, al menos la última de los niños, ya no quedan más hijos que presentarse... ― sonrío y bajo de la tarima para encontrarse con sus padres luego de haber besado la mejilla de Lilly y abrazado a la familia Prince junto con Fred, George y su madrina.

―¡Muy bien estudiantes! Almorzaremos y nos tomaremos el resto del día para estar en familia. A partir de mañana se presentarán vuestros yo's futuros..― dijo y como siempre que hacía eso, evito oír las quejas que surgían y dio pie a un almuerzo temprano.

¿Qué nos paso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora