Vampire

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Harry aún no podía quitarse de la cabeza las preguntas que lo perseguían desde la noche que pasó en el departamento de Arabella.

En el pasado, se había interesado en conocer a su sirena, acercarse a ella y poder hablar. Luego, en formar parte de su vida diaria. Y ahora, necesitaba más.

Se había encontrado una y otra vez dando pasos a ciegas, en una oscuridad repleta de misterios que parecía no tener fin.

Algo le resultaba inquietante: Arabella parecía ser una persona brillante y alegre en la superficie, pero al profundizar, sus ojos se tornaban tormentosos, y el aire alrededor de ella cambiaba a sombrío, gris.

La idea de que Arabella no tuviera una sola foto con su familia llenaba por completo la mente del castaño, así como aquella única imagen donde aparecía recibiendo un diploma.

«Administración... ¿Arabella? Eso era demasiado extraño, incluso para ella».

Por supuesto, sabía que ella era una mujer sumamente inteligente y no dudaba ni por un minuto de sus capacidades. Sin embargo, creyó conocerla lo suficiente para afirmar que la música era el objeto principal de su vida.

¿Acaso se había equivocado?

El misterioso cliente de la mesa 13 aún avanzaba a ciegas; eso era lo único que parecía tener claro.

Se encontraba haciéndose preguntas sin respuestas, indagando en la familia y la vida pasada de su querida cantante. Incluso había notado cómo su cuerpo cambiaba por completo al mencionar Los Ángeles. Aquello no solo generaba más dudas, sino también más curiosidad y una punzante sensación en su inconsciente: Arabella estaba ocultando algo. Algo importante.

Mientras la observaba entonando "Vampire" de Olivia Rodrigo, se preguntó qué era aquello que la había lastimado tanto. Prestó total atención a cada una de las canciones que Arabella cantaba cada noche, y todo se volvía más confuso. Creyó que quizá era una casualidad, que la sirena escogía esas canciones al azar. Pero entonces recordaba la forma en la que despreciaba a los hombres y cómo sus ojos se volvían tormenta al hablar de su pasado.

'Cause I've made some real big mistakes
But you make the worst one look fine
I should've known it was strange
You only come out at night
I used to think I was smart
But you made me look so naive
The way you sold me for parts
As you sunk your teeth into me, oh
Bloodsucker, famefucker
Bleedin' me dry like a goddamn vampire

Casi como si esa fuera la banda sonora de sus pensamientos, Arabella terminó la presentación entre una ola de aplausos que colmó sus oídos y lo devolvió al mundo real, donde no importaba el pasado. Solo el presente y la forma en que la mujer lucía al bajar del escenario en ese vestido negro mientras caminaba hacia él.

—¿Cómo estuve?

—¿Disculpa?

—Que cómo estuve —volvió a preguntar, buscando los ojos que alguna vez había evitado.

—Increíble, por supuesto —respondió él, con una sonrisa en los labios que no alcanzaba sus ojos.

Arabella lo notó. Reconocía ese sentimiento y, en ocasiones, creía que ella misma lo había inventado.

—¿Te encuentras bien?

—Sí, por supuesto. ¿Por qué no lo estaría? —preguntó como si fuera lo más obvio, mientras pasaba una mano por su espalda y la guiaba hacia la barra.

La muchacha dejó pasar el comentario, aunque en sus ojos persistía la incógnita.

—¿Harás algo este fin de semana? —preguntó él cuando ella, ya con el delantal puesto, permaneció en silencio.

A Song for You | Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora