A Song for You | Harry Styles.

Preocupaciones

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El agua caliente estaba ayudando a aflojar sus músculos tensos, sin embargo el dolor en su abdomen seguía allí, como una continuó recuerdo del nerviosismo que estaba intentando ocultar de Harry.

Era algo estúpido, realmente la conocía a la familia Styles y además había compartido un fin de semana con ellos; pero ahora todo era diferente.

La primera cosa que Arabella no podía sacarse de la cabeza, mientras masajeaba su cuero cabelludo debajo de la elegante regadera de su jefe, era que toda la familia estaba esperando que Harry se comprometiera con una de las modelos más famosas y adineradas del mundo.

Habían estado enlazadas sus familias por años a causa de los negocios y sólo faltaba una cosa para que aquel lazo ahora fuera aún más fuerte, de sangre. El matrimonio Styles-Jenner.

La segunda cosa era que sabía que aunque ella sabía que Harry estaba siendo muy aireado respecto a su historia, en cuanto ella conociera la casa familiar y conviviera con ellos, a todos comenzarían a surgirle preguntas; preguntas que honestamente no quería responder.

Así que se tendría que decidir entre revelar cierta verdad o comenzar a mentirles no solamente a Harry, si no que a toda la familia, y aquello era algo que sin ningún lugar a dudas él no iba a perdonarle. Una cosa era ocultar información a él y una muy diferente era burlar la confianza que su familia le estaba dando al abrirle las puertas y recibirla.

La tercera cosa que la estaba volviendo loca era que se estaba enamorando, profundamente, y mientras observaba a Harry meterse en la ducha con ella y besar su frente supo que aunque las tragedias de su pasado casi habían logrado derrumbarla, el perder a Harry la dejaría echa polvo.

— ¿En que piensas? —, lo escuchó preguntar y entonces alzó su rostro, besando su barbilla desde su altura, logrando que el hombre bajará el suyo y besara su frente.

— Estoy nerviosa —, oculto el porqué, con los ojos cerrados por miedo a ser descubierta, y aunque se había convertido en una profesional de la mentira, antes no había culpa en su mente, ahora había de esta en todas partes.

— Todo saldrá bien, preciosa, ya los conoces, mi madre y mi hermana te aman y mi padre es demasiado inglés para decir algo fuera de lugar—, explicó, pasando sus manos por las caderas femeninas, sintiendo la humedad de su piel mientras la obligaba a dar tres pasos hacia atrás, quedando ambos debajo de la lluvia artificial.

El agua cayó entre ellos y un beso fue dejado en el hombro masculino, antes de que la mujer se diera vuelta y buscará el acondicionador que había llevado para cuidar su cabello; sin embargo el hombre fue rápido cuando hizo que el pecho de ella quedara contra la loza y su culo pegado a su pelvis.

— Harry, no estoy de humor, bebe, estoy muy ansiosa.

— Lo sé, Sirena, solo quiero ayudarte a relajarte —, mencionó, con su lengua británica acariciando la parte sensible en la nuca de la colorada, quien se retorció contra el cuerpo masculino.

La mano del hombre pasó por sus pechos, acariciando los suavemente mientras sus besos y lengua se hicieron cargo de su espalda y su cuello, asegurándose de no dejar ninguna marca que la mujer tuviera que justificar frente a la familiar.

El tacto se deslizó por su barriga y lentamente fluyó junto con el agua hasta su monte Venus, mientras que con su diestra se encargaba de apartar el cabello fuego de Arabella para poder encontrar su mandíbula, mordisqueando esta mientras sus rodillas la guiaban a abrir sus piernas.

— Quiero sacarte la tensión, Arabella, déjame ser bueno contigo —, susurro con voz profunda, erizando la voz de la muchacha, quien asintió completamente hipnotizada, dándole una victoria al hombre.