Capítulo 6 🖤

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Amara

Después de la conversación que tuve con mi hermano, he tratado de evitarlo la mayor parte del tiempo.

Conclusión del asunto; fui muy estúpida al pensar que un cadáver iba a desaparecer por sí solo. Pero bueno... agradezco a Adam por haberme hecho el favor de encargarse de ese... problemita.

Bien, sé que lo que le hice a dicha psicóloga estuvo mal. Pero vamos, todos cometemos errores, ¿no? Algunos más graves que otros, pero bueno...

¡Lo importante es qué ya esa está fuera del camino de Adam!

Ay... A veces creo que he cometido muchos errores, más que las demás personas acostumbran a cometer.

¿Estoy equivocada en eso?

Pero... hice lo correcto con la psicóloga de mi hermano, ¿verdad?

Sí, eso es. Estoy sobre pensando mucho las cosas.

Tranquilízate Amara. Tú puedes. Fue solo un mal momento. Errores los cometemos a diarios todas las personas.

—Amara, abre la puerta—.Escucho la petición de Adam al otro lado de mi habitación.

—Ah... — Farfullo.

—Papá y mamá vinieron—. ¿Qué? — Quieren hablar con nosotros.

— ¿Despierto a Alicia también? — Abro sin hacer demasiado ruido.

—No. Dijeron que solo tú y yo por el momento.

Esto es raro... ¿A qué vinieron?

Tomo una bata para ponérmela y cubrir mi corto pijama. Salgo y cierro la puerta dejando adentro a una Alicia bastante agotada por todo el festejo de su cumpleaños.

— ¿Sabes por qué vinieron? — Me atrevo a preguntarle a mi mellizo una vez estamos bajando las escaleras.

—No. No me han querido decir absolutamente nada. Parece que es algo "importante"—. Dice algo cansado.

Llegamos a la sala y ellos ya están allí. Mamá nos mira fijamente algo... ¿nerviosa? Y papá solo ignora nuestra presencia por unos minutos, luego nos saluda y nos ordena que nos sentemos.

— ¿Cómo están? — Pregunta papá.

—Ve al grano.

—Adam, no seas grosero, tu padre te está preguntando algo—. Lo reprende mamá.

—Bien, mal, como la mierda, saltando en un pie, llorando brillos. ¿Cuál de esas te sirven, papá? — Responde Adam sin muchos ánimos.

—Ya basta, simplemente intentaba preguntarles como habían estado.

—Bien, papá. Puedo preguntar, ¿a qué se debe esta visita? —Intervengo.

—Lo que tenemos que decirles es un tema bastante importante—. Nos informa él antes de seguir.

—Ajá... —Lo admito; tengo curiosidad.

—Esto nunca estuvo dentro de nuestros planes. Y su padre y yo, queremos que sepan, que si no se les dijo esto antes, fue para no darles preocupaciones.

— ¿Qué es lo que sucede? — De reojo veo como Adam se empieza a tensar.

Papá carraspea antes de poder seguir hablando.

—Su madre y yo tenemos que volver a Colombia.

¿¡Qué!?

— ¿C-cómo? — Tartamudeo por la impresión—. No... No entiendo—. Me enderezo en mi asiento, poniendo mi completa atención a ellos.

Secreto prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora