Amara
―Quédate con Rebecca por favor― me susurra Adam mientras se adueña por unos instantes de mis labios.
― ¿Estas loco? Mi mamá, las niñas y Hayley no aparecen en mi casa y ¿crees que me voy a quedar de brazos cruzados?
―Tal vez sea lo mejor― interviene Rebe, luce preocupada y, considerando que tiene 6 meses de embarazo, hace que me sienta un poco culpable.
―Rastreamos una ubicación, estuvieron en una cafetería esta noche― Sonny entra, seguida de Ágata.
― ¿Hay algo de Hayley? ― Pregunto, apresurándome.
―Nada... estamos rastreando el ultimo sitio donde estuvieron― Ágata carga su arma y la guarda en su costado.
―Bien, empecemos a buscar. Esto será fácil― afirma Ángel― no deben estar lejos.
―No me pienso quedar acá, sin hacer nada― me apresuro, ya que sé que Damián dirá lo mismo que Adam.
―No te estoy pidiendo permiso― trato de protestar, pero él solo besa mi frente y veo como todos salen. Solo quedo con Rebe.
Respiro profundo, tratando de tranquilizarme. Un pequeño temblor se apodera de mis manos y no me gusta sentirme así. Es como si no tuviera el control, detesto eso.
―Belleza, todo estará bien, ¿sí? ― Me da un abrazo y lo correspondo de inmediato― ¿quieres una aromática?
―No Rebe― suspiro― necesito que te quedes. Tienes muchísima más seguridad aquí, así que no te pasará nada. Necesito buscar a... a todas.
―Iré contigo entonces― asegura.
― ¿Qué? No. Debes cuidarte, piensa en él bebe o la bebe, no tienes que arriesgarte.
―Es un niño― susurra emocionada y me quedo perpleja por un momento, salgo rápidamente de ese estado y la felicito― Ángel aun no lo sabe, pero ese no es el caso... el caso es que, si no te quedarás, yo tampoco lo haré. Eres mi amiga, que esté embarazada no cambia ese hecho.
Envío un mensaje a Sonny, pidiendo que me envíe todas las ubicaciones de los últimos sitios donde estuvieron mamá y las chicas. Me responde casi al instante, hay un sitio en el que al parecer Hayley estuvo antes de desaparecer. Es algo grande así que es muchísimo mejor si ayudo a buscar.
Estoy alistándome y veo a Rebecca ponerse su abrigo y coger su bolso. Esta chica es demasiado terca...
―No iras sola a ninguna parte, Amara Brown Jones― Niego mentalmente, y ella toma mi mano.
― ¡Señorita, no puede salir de acá! ― el ama de llaves corre, parece que ha visto a algún fantasma cuando ve a Rebecca salir de su hogar.
― ¿Quién lo dice? ― No se detiene y enciende su coche.
―E-el jefe. El señor ángel me colgará si se entera.
―Pues yo también soy tu jefa. Así que vuelve y pon una película o algo, que ya está tarde― la deja con la palabra en la boca y subimos al vehículo.
―Debería manejar yo― farfullo a lo que me pongo el cinturón de seguridad.
―Tienes mejor puntería tu― sonríe, y su chiste no me gusta para nada.
Conducimos durante 1 hora (tal vez durante más tiempo) hasta que la dirección nos lleva a un sendero.
―El coche no entrara por allí― concuerdo con ella.
―Si te doy sincera todo esto luce espeluznante― tomo mi móvil y actualizo mi ubicación actual, esperando que cargue correctamente y Sonny la reciba. No debe de estar con mis esposos, deben estar buscando por separado, así que le envío mi ubicación a Damián por si algo.
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Secreto prohibido
DragosteAmara Brown siempre ha creído o bueno, se ha tratado de convencer de que su vida es perfecta. A sus 20 años, lo único que piensa es en terminar su carrera universitaria y seguir en su burbuja de: "Tengo una vida perfecta". Pero... ¡Oh sorpresa! Amar...