Amara
― ¿Qué tienes? ― Pregunta Hayley mientras le sirvo el desayuno a Eris. Los demás están ocupados, así que solo estamos nosotras 3.
La verdad es que han pasado algunas semanas desde que hable con mi mellizo sobre Damián y desde que se fue Regina, pero simplemente no soy capaz de abrirme con ellas 2 sobre lo que siento.
―Estoy bien― sonrió mientras tomo un sorbo de mi café.
―Mientes, estas muy callada últimamente― agrega Eris. Solo puedo agachar mi cabeza para evitar la mirada interrogativa de Hayley, Eris no me ve, pero su hermana sí.
―Se te hace tarde para tu clase de piano― La pequeña rubia comienza a comer a la velocidad de un rayo ante mi advertencia. Después de unos minutos se levanta de su asiento y corre a su habitación.
―Vamos, cuéntame. Eres prácticamente de la familia, ¿no? ― Hayley sigue insistiendo. La verdad es que desde que Adam dijo que hablaríamos sobre el tema, siento que me ha estado evitando un poco. Damián... bueno, al parecer esta haciendo lo mismo. Los veo hablando a solas y cuando me acerco, se callan o cambian de tema.
―Supongo, solo que no es fácil, al menos no para mi― Aunque, admito que estas semanas que he estado viviendo aquí con ellos, ha hecho que me vuelva un poco más unida a Hayley y Eris.
―Es sobre papá― afirma, pero no veo enojo reflejado en sus ojos.
―Se podría decir...
―Y sobre tu hermano― continua.
― ¿Quieres mas fruta? ― Me levanto, tratando de evitar a donde sea que vaya esta conversación.
―Oye, no hagas eso― farfulla.
―Bueno, sí, es sobre ellos. Pero no es nada importante.
―Dios mío, deberías de empezar a abrirte un poco más― rueda los ojos fingiendo estar enojada.
Mi móvil empieza a vibrar de una forma aterradora, así que casi al instante miro los mensajes.
¿Rebecca?
Pensé que mi amiga estaba en una isla cogiendo con Ángel como si fueran conejos.
No alcanzo a responderle sus mensajes ya que me hace una llamada. Me disculpo con Hayley y contesto.
―Mierda Amara, estoy en problemas.
― ¿Rebe? ¿Qué sucede? ― Me alejo de Hayley para mayor privacidad.
―E-es que...
―Ok, respira profundo y cuenta hasta 10. Porque así no te entenderé nada.
―Bien, recuérdame cuanto llevo "saliendo" con Ángel.
―Bueno...
―No, no, recuérdame la fecha mejor.
― ¿Rebe? ¿Qué sucede?
― ¡Recuérdame! ― Se exalta y juro que no entiendo nada.
―Uhm... 15 de junio. Es 2022 por si también necesitas el año.
―Me voy a matar mejor― escucho como maldice en voz baja.
―Rebecca, ya. ¿Qué sucede?
―Estoy embarazada...― suelta la bomba.
― ¿¡Que!? ― Llevo mi mano a mi boca para amortiguar el grito― ¡Joder! ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Es de... de Ángel?
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Secreto prohibido
RomanceAmara Brown siempre ha creído o bueno, se ha tratado de convencer de que su vida es perfecta. A sus 20 años, lo único que piensa es en terminar su carrera universitaria y seguir en su burbuja de: "Tengo una vida perfecta". Pero... ¡Oh sorpresa! Amar...