Amara
Una vez llegamos a casa Aster se va para su habitación, Ágata me informó que iba a solucionar lo de Mario y pues... Adonis está furioso.
— ¿Cómo les fue? — Veo como mi esposo se sirve un vaso de whisky.
—Bien—, respondo con Kath en brazos— Compramos las cosas necesarias y después almorzamos.
— ¿Todo estuvo normal?
—Sí— No deja de hacer contacto visual conmigo y eso empieza a intimidarme un poco.
— ¿Whisky? — Pregunta.
—No, gracias. Voy a subir todo y a organizar las cosas de Katherine— se bebe de golpe el trago y se sirve otro— ¿Tú tienes algo que hacer ahora?
—En la noche hay una reunión aquí, por el momento iré a darle una pequeña visita a la familia de Mario.
— ¿A la familia de Mario? — Aprieto el agarre de Kath, nerviosa.
—Yo no perdono traiciones, Amara. Nunca lo hago y no hay excepciones.
—Bueno, subiré de una vez— Es lo último que digo para llegar a la habitación con Kath.
Dejo a Kath en la cama y veo que todas las bolsas de lo que compramos ya están aquí.
—Son bastantes cosas las que compramos hoy, ¿no te parece?
—Si... gracias por todo eso. ¿Puedo probarme el vestido de flores que compramos?
—Por supuesto—, la veo caminar hasta el baño con el vestido en mano.
Estoy a punto de saludar a mi hermano pero justo me hace video llamada. Me acomodo bien y me peino un poco como puedo con las manos.
—Hola hermanito, ¿esta vez llamas para mostrarme tu aparato reproductor masculino en vivo o seguirás mandado fotos? — Trato de bromear.
— ¿Qué quieres decir con aparato reproductor masculino? — Me atoro con mi propia saliva cuando observo que Alicia aparece en la cámara.
—Te llamábamos porque Alicia insistió en que quería video llamada—, por fin aparece mi hermano en la pantalla.
—Aah, por supuesto. ¿Cómo están? ¿Todo en orden por allá?
— ¡Quiero estar contigo, Adam no sabe cocinar como tú lo haces!
—Ya verás que pronto seré yo la que te cocine—, aseguro.
— ¡Hey! No seas mal agradecida, que hasta te comes como tres platos—, reprocha Adam ante el comentario de Alicia.
— ¡Amara, mira cómo se me ve el vestido! — Kath chilla emocionada sin percatarse de que estoy hablando con alguien más.
— ¿De quién es esa voz hermanita? — Por la pantalla veo que Alicia frunce el ceño, confundida.
—Emmm—, Kath se calla de golpe al aparecer, pero ya es tarde, mis hermanos logran verla.
— ¡Hola! Yo soy Alicia—, me asombro por la repentina amabilidad de mi hermana.
No me queda más remedio así que arrimo a Kath para que logre verla mejor.
—Hola, yo soy Katherine.
—Qué bonito nombre, me gusta—, sonríe Alicia.
— ¿Quién es ella? — Interviene Adam.
—Katherine, ya se presentó, ¿no? — Bueno, al parecer mi comentario no le causo ninguna gracia.
—Iré al baño a quitarme el vestido— Asiento ante el comentario de Kath.
—Es una larga historia, Adam—, digo cuando Kath ya se ha metido al baño.
—Bien, tengo todo el tiempo del mundo.
—Ella... bueno, su padre es mi jefe. Él no tiene tiempo últimamente y me pidió el favor de que la cuidara.
— ¿Ahora trabajas de niñera? Quiero conocer a tu jefe—, exige mi hermano.
— ¿Qué? ¡Claro que no! — Me apresuro a responder.
— ¿Por qué no?
—Es... es un hombre demasiado ocupado, además odia las fotos. No creo que sea posible por el momento, ¿Si?
—Amara...
—Confía en lo que te digo por favor— algo dentro de mi duele cada vez que le miento a mi mellizo.
—Solo te digo una cosa; si no llegas pronto a Los Ángeles me aseguraré de estar allá con Alicia cuando menos lo esperes. Y sabes perfectamente que yo no amenazo, yo cumplo.
— ¿De que estas hablando? — Es lo único que logro formular luego de que se me escapa mi típica risita nerviosa.
—Mañana empieza Abril, así que por más tardar en Mayo ya debes estar aquí. Me importa una mierda si no haces el suficiente dinero que aspiras hacer.
— ¡Adam, eso es una mala palabra! — Reprocha Alicia.
—Tengo que irme. Los amo y estaremos en contacto—, cuelgo de golpe cuando la puerta de la habitación se abre.
— ¿Todo bien?
—Cielos, me asustaste—, pensé que era Adonis pero no, es Ágata.
—Eso veo—, murmura— Ya arreglé el asunto de ya sabes quién—, asiento al saber que habla de Mario— ¿Estás bien? Te noto rara.
—Solo... quiero ir a casa, quiero estar con mis hermanos—, digo después de unos cuantos segundos en silencio—. ¿Sabes? Puede que no lo demuestre, Ágata, pero tengo un miedo constante de que en cualquier momento moriré y no será una muerte normal ni pacífica.
—No digas tonterías, ya sabes que...
—Sí, lo sé perfectamente. Pero no me das una fecha o al menos cuanto aspira Damián y Adam cada vez está más impaciente.
—Ten paciencia, ya está lo de Mario y para tu suerte; Adonis tiene una agenda muy ocupada últimamente.
Me quedo un poco más de tiempo allí, después, le doy las buenas noches a Kath y luego de armarme de valentía; camino hacia la oficina de Adonis. Toco un par de veces para después entrar.
Está sentando revisando un montón de papeles. No me presta la suficiente atención y eso me preocupa en cierto modo.
— ¿Cómo estás? — Utilizo mi mejor tono de voz.
— ¿Cómo crees que estoy? — No me mira.
Respiro hondo tratando de que los nervios no me consuman.
—Entiendo que fue una perdida grande, pero, cariño, eres la bestia, ¿Quién es más poderoso que tú? — Damián— En todo hay altas y bajas, ya sabemos que el responsable fue Mario, ahora solo tenemos que concentrarnos en más cosas.
—Supongo que tienes razón—, alza su vista y me mira fijamente, como si me estuviera leyendo por completo mi mente.
— ¿Qué es lo que haces? — Camino hacia él lentamente, me pongo a su lado y poso mi mano izquierda en su hombro, dándole un leve masaje.
—Necesito mover más droga y también necesito mover a unas chicas a un nuevo burdel.
—Suena genial—, me siento encima de sus piernas, se tensa por unos segundos pero no mucho después se relaja—. ¿No quieres ayuda?
—No me vendría mal—, accede.
Después de unas largas horas pude convencerlo de que moviera grandes cantidades de drogas. Lo ayude también a organizar algunos datos de las nuevas chicas y dejamos un par de cosas listas para mañana.
Me aseguré de que todo lo que habló conmigo y me comentó, también lo sabrán otros socios y trabajadores. Sé que Mario es "el traidor" pero es mejor así.
Una vez estoy lista para dormir, me meto de bajo de las sabanas, Adonis hace lo mismo no mucho después. Trato de conciliar el sueño lo más rápido posible para no sobre pensar las cosas demasiado.
<Vamos, Amara, tu puedes. Esto es pan comido. Podemos con todo>
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Secreto prohibido
Roman d'amourAmara Brown siempre ha creído o bueno, se ha tratado de convencer de que su vida es perfecta. A sus 20 años, lo único que piensa es en terminar su carrera universitaria y seguir en su burbuja de: "Tengo una vida perfecta". Pero... ¡Oh sorpresa! Amar...