Amara
—Por ahora, vas a cambiarte para dormir ya que lo harás conmigo—. Demanda.
—Está bien—Una chica que se ve bastante joven llega, con un pijama en manos. Entra en completo silencio, la deja encima de la cama y se retira.
—Mañana a primera hora mis hombres te llevaran a que compres lo que necesites; ropa, zapatos, maquillaje. Esas cosas. Mi mujer tiene que vestir lo mejor.
Devuélvanme a los ángeles por fa.
—Como digas.
—Espero que no intentes escapar o algo por estilo, Amara.
No me creo tan estúpida. O sea si lo haré, pero no en ese momento.
—Claro que no, ¿crees que no me agrada la idea de tener la oportunidad que me estas brindando?
Se acerca a mí velozmente y en un abrir y cerrar de ojos me da un beso. Demoro un poco pero lo devuelvo. Se separa después de unos largos y eternos segundos. Gracias al cielo que solo fue un beso.
—Adonis—, lo llamo por su nombre—. ¿Te puedo pedir un favor?
— ¿Qué favor?
—Bueno, en realidad serian dos favores—. Sonrío inocentemente.
— ¿Cuáles?
—Puedes... ¿devolverme mi móvil? — Me mira no muy convencido—. ¡No sabes la falta que me hace! Necesito poder entretenerme un poco. O dame trabajo, porque así sin hacer nada todo el día es muy difícil.
—Dijiste dos favores.
— ¿Puedo llevarle comida decente a una de las chicas que están abajo?
—Si lo dices por Asteria ya está en una habitación decente.
— ¿De verdad?
—Tengo que irme a resolver un asunto. Dile a Amanda que te ayude a encontrar la habitación—, me da un corto beso y sale de la habitación, dejándome sola.
Me limpio la boca con mi mano. No es que no sea guapo o algo así, es que simplemente como que no me gusta para "eso".
¿Lo estoy exagerando?
Me pongo el pijama que había traído la chica y salgo de la habitación. Ahora, ¿Dónde carajos encuentro a Amanda? Esta mansión es bastante grande.
Empiezo a abrir las puertas del primer piso y nada, hasta que siento la presencia de alguien detrás de mí.
— ¿Qué haces espiando zorrita?
—En primera, deja de dirigirte a mí de esa forma—, estiro mi mano y la pongo bien en su cara— ¿Ves eso? Es un anillo de compromiso, y a que no adivinas quien me lo dio.
Respira como toro enojado.
— ¿Qué es lo que quieres? — Pregunta, apretando la mandíbula.
—Llévame a la habitación de Asteria.
No me responde pero empieza a caminar, a lo cual la sigo y llegamos a una habitación. ¡Ja! La única que me falto revisar de este piso.
— ¿Desea algo más la señorita? — Pregunta con ironía.
Ignoro esto y abro en la habitación. Me encuentro con Aster, la cual mira todo asustada. Cuando me ve, salta de la cama hacia mí.
— ¿Qué está pasando? ¿Por qué me sacaron de la otra habitación? — Farfulla con asombro.
—Le dije que me agradabas.
—Bueno Mars, lo embrujaste—, mira mi mano y se topa con el anillo que hay en esta— ¿¡Esto es un anillo de compromiso!?
ESTÁS LEYENDO
Secreto prohibido
RomanceAmara Brown siempre ha creído o bueno, se ha tratado de convencer de que su vida es perfecta. A sus 20 años, lo único que piensa es en terminar su carrera universitaria y seguir en su burbuja de: "Tengo una vida perfecta". Pero... ¡Oh sorpresa! Amar...