Capítulo 12 🖤

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Amara

— ¡Café mañanero! — Me grita Sonny, logrando que me despierte de golpe.

—Shh, seguimos en un hospital Sonny.

—Aja, ¿Y? ¡Café mañanero! — Me tiende un café mientras ella se va bebiendo el de ella.

— ¿A qué hora saliste de la habitación de Alicia? No me di cuenta—, le pregunto mientras imito su acción. Ella se sienta a mi lado.

—Me quedé con ella dos horas, en la primera hora solo hablamos y en la segunda ambas nos quedamos dormidas. Cuando me desperté en la madrugada salí a buscarte pensando que estabas esperando para entrar con ella, pero te vi durmiendo aquí en la sala de espera infantil mientras los backyardigans se reproducían en esa televisión— me señala—. Así que volví a la habitación de Ali y me quedé allí durmiendo hasta exactamente 15 minutos que me fui a buscar café.

—Gracias Sonny.

—No hay de que, no es como si me gustara pasar todo el resto de noche viendo como le grita mi padre a la televisión.

— ¿Abrazo? — Le pregunto a lo que ella instantáneamente me responde con un "no".

Me termino el café y le respondo un "ok, no te preocupes" a Adam cuando me escribe diciéndome que hace no mucho llegó a la casa ya que el trabajo estuvo un poco pesado. Miro la hora y apenas son las 6 y 20 a.m.

— ¿Y tu amiga? — Rompe el hielo Sonny.

— ¿Dalila?

—Esa misma.

—Debe estar descansando supongo.

—Uhm, ok. ¿No quieres ir a descansar un poco a casa? Yo me quedo con Alicia.

—No, no te preocupes. Yo espero a que venga Adam.

—Vale.

Nos quedamos hablando unos minutos hasta que llega Dalila. Sí, Dalila.

—Hola bebé—, me da un beso en la mejilla—Hey—, le dice a Sonny a lo cual ella no responde muy alegre.

—Me sorprende verte por aquí—, le confieso mientras me levanto del sillón al ver que Sonny hizo lo mismo.

—Pues ya ves, me dijiste que Alicia se enfermó, ¿no? — Voltea y mira de arriba a Sonny—. ¿Y tú que haces aquí?

—Acompañando a Amara y Alicia, ¿no es obvio?

—Bueno, para eso ya llegué yo, o sea su mejor amiga—. Le sonríe con falsedad. Pienso interferir, pero conociendo a Sonny sé que no se quedara callada.

—Vaya, es que desde anoche que llegué aquí para hacerles compañía no te vi. Error mío tal vez—, dice sarcásticamente.

—Estaba trabajando—, se defiende Dalila—. Pero ya te puedes ir, Sonia.

—Se llama Sonny—, esta vez sí me meto—. Comprendo que estabas trabajando pero no tienes que echarla ya que ella muy amablemente está desde anoche aquí.

Dalila abre los ojos sorprendida.

—Yo ya me voy, Amara. Gracias por dejarme estar con Alicia un rato—, Sonny no me dice esto molesta. Me sorprendo ya que estoy acostumbrada que con Dalila así—. Cualquier cosa que Alicia o tú necesites me avisas, ¿Vale?

—Vale. Muchas gracias por todo Sonny, de verdad —. No le doy un abrazo como despedida porque sé que la respuesta probablemente será "no", pero esta vez es ella la que muy cariñosamente me da uno, uno muy largo, acompañado de un beso en la mejilla.

Secreto prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora