Amara
— ¡Estoy muerta! Las clases estuvieron súper largas—. Me quejo mientras me recargo en el hombro de mi hermano.
—Son las mismas de siempre.
— ¡Ya lo sé! No me contradigas.
Adam me mira burlesco sin decir más palabras. Así que decido hacerle la maravillosa pregunta:
—Adam—, lo llamo obteniendo su total atención—. ¿Vendrás a la fiesta de Rebecca?
—Sabes la respuesta a esa pregunta—, hace una pausa pero sé que quiere decir algo más—, además, no soporto a tu amiguita Tamara.
— ¡Oye!
—Ay por favor, tú más que nadie lo sabe. Tenerla ahí a cada rato como un jodido chicle, tratando de "coquetear" y haciendo mil cosas más. Es insoportable, o al menos para mí sí lo es.
No sé qué responder ante esto. Sí, sé que Tamara tiene cierto interés por Adam, y la mayoría de veces suele ser algo... irritante con él, pero tampoco quiero darle el total gusto de admitir esto.
—Con el tiempo se le pasará.
—Sí, ¿cómo desde el primer semestre que puso sus ojos en mí?
—Bueno...
Y hablando de Tamara, después de la clase, simplemente se marchó, y cuando Sonny, Rebecca y yo la fuimos a buscar, ya estaba como si nada. Nos dijo que simplemente se sintió un poco mal.
—No tienes que decir nada. Vamos, tengo hambre—. Menciona.
— ¿No almorzaremos en casa?
— ¿Para tener que hacerlo solos por qué nuestros padres están demasiado ocupados? No, gracias.
Adam trata de disimular que la ausencia de padres no es importante para él, pero vamos, sabemos que no es así.
— ¿Qué hay de Alicia?
—Llamamos a la niñera y ya está.
—No seas así, sabes que no le gusta comer sola.
—Ya lo sé, pero Alicia se vuelve molesta algunas veces.
—Sí Adam lo sé, pero también sé que es una nena de 7 años. Solo trata de no rebajarte a su nivel y llevan la fiesta de hermano mayor y hermana menor en paz. ¿No te parece mejor así?
—Supongo...
— ¡Estupendo! ¿La recogemos o...?
— ¡No! — Se apresura—, suficiente es almorzar con ella. Mejor dile al chófer que la traiga al restaurante.
—Ok hermanito.
En mitad del camino hacía al restaurante se nos pone un auto a nuestra par.
— ¡Hermanitos! — Alicia sale del auto dándonos un abrazo a ambos como puede.
— ¿Cómo le fue en el colegio a la princesa?
— ¡Bien! — Alzo a Alicia y queda cerca de Adam. Alicia saca un sobre y se lo tiende a él—, toma.
— ¿Para mí?
—Nooo—, responde con sarcasmo.
Entramos al restaurante y pedimos nuestra comida. Saco mi móvil al notar que me llega un mensaje por Whatsapp.
Dalila: ¡Hola! ¿Cómo andas, bebé?
Amara: Bien Dadi, ¿y tú? ¿Qué haces? ¿Ocupas algo?
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Secreto prohibido
RomanceAmara Brown siempre ha creído o bueno, se ha tratado de convencer de que su vida es perfecta. A sus 20 años, lo único que piensa es en terminar su carrera universitaria y seguir en su burbuja de: "Tengo una vida perfecta". Pero... ¡Oh sorpresa! Amar...