Roberto salió del hospital, no precisamente para dirigirse a su casa. Tocó la puerta fuerte con la intensión de que se escuchara casi a media cuadra. Se asomó Alejandra por la ventana y abrió el portón para que pudiera ingresar.
—¿Qué sucedió Roberto? —Preguntó angustiada antes de saludar, al abrir la puerta, tratando de cubrirse con su bata favorita.
—¡Mira Alejandra, lo voy a decir de una sola vez y sin tapujos! ¡Te pido que no te vuelvas acercar a Jully! ¡Por tu culpa, hoy se está jugando la vida en un hospital! ¡Déjate de estupideces tratando de manipular su mente!
—Roberto estaba que echaba chispas por los ojos y su tono de voz era altisonante y amenazador al mismo tiempo, lo que hizo que Joel saliera del cuarto con tan solo bóxer.
—Te pido que no te dirijas de esa forma hacia Alejandra, por favor. —Le contestó a Roberto de manera educada, pero con la voz cargada de advertencia.
—Y a ti, ¡quién fregados te mando hablar! —Volvió a vociferar Roberto.
—Tranquilos machos alfa, controlen su testosterona. ¿Me puedes decir que fue lo que le pasó a Jully, por favor? —Alejandra se interpuso entre los dos sementales, evitando un enfrentamiento.
—Gracias a ti, tuvo un paro cardiorrespiratorio. —Roberto la veía y no podía contener el odio hacia ella.
—Amigo, te pido que te controles, y que no hagas responsable Alejandra del daño sistémico de tu novia. —Joel dio un paso adelante tocándole el pecho en forma de advertencia.
—¿Cuál daño sistémico? Si ella tiene veinticinco años y no padece del corazón, y a casa llegó en un estado deplorable, por favor, si yo la tuve que ayudar a ponerse el pijama de tan mal que estaba. No vine aquí para presenciar cómo se defiende Alejandra, solo te advierto que no te quiero cerca de ella, jamás, entiende que la dañas con tus jueguitos tontos.
—¿Y con qué derecho vienes tú a pedirme que no me acerque a mi amiga? —Lo encaro Alejandra con los brazos cruzados, tratando de mantener el aplomo y esperando la respuesta.
—Con el derecho de que es mi mujer, y muy pronto será mi esposa y madre de mis hijos, te lo advierto Alejandra, si es necesario expediré una orden de restricción contra ti, nunca me había gustado tu compañía, y ahora queda claro que siempre he tenido razón en todo.
—¿Y la amistad de Sarah si la apruebas?
Roberto frunció el ceño, se dio media vuelta y se marchó del lugar.
—No lo puedo creer. —Alejandra se llevó las manos a la cara y se puso a llorar. Joel la abrazó tratando de consolarla. En cuanto se desahogó, tomó el teléfono y se comunicó con Olivia.
—Mira Alejandra, es mejor que no te presentes, ya me lo contó todo Robertito. Ella se encuentra en el hospital de Cruz del Centro. Te pido por el cariño que dices tenerle que no te presentes y no trates de comunicarte, en estos momentos ni siquiera esta consiente, y yo no creo el soportar verte. Te pido respeto hacia mí y Joaquín. —Olivia colgó el teléfono, temblaba por el enojo de tener que hablar con la persona que propició que su hija se encontrara en ese estado.
—¿Dónde se encuentra hospitalizada?—Preguntó Joel. Mientras terminaba de vestirse.
—En el hospital de Cruz del Centro, pero no puedo ir, Olivia me pidió que no me presente, ya que soy responsable del estado de Jully.
—Ale, tú no tienes la culpa de eso, su cuerpo colapsó.
—Sí, pero yo no la pude sacar del trance, no la ayude, solo abrí la caja de pandora, es verdad, yo soy culpable.
—No es cierto, nena, la quieres y te sientes responsable. Túno puedes dañar de esa forma un cuerpo.
—Yo no, pero el estrés y lo que vio en la regresión hizo que se le provocará el paro cardiorrespiratorio.
—¿Te sentirías más tranquila, si voy a informarme al respecto de la situación de Jully?
—No eres familiar.
—Es cierto. Por fortuna soy amigo del interno de cirugía.
—Perdón, olvide que estoy ante una persona bien relacionada.
—Así es, lindura, pero te advierto que te costara caro. —Joel terminó de peinarse, se inclinó besando Alejandra con ansias y salió por la puerta.
Al llegar al hospital se dirigió con su amigo, los recibió el médico que estaba tratando a Julieta, les terminó de informar del estado y justo cuando Joel se retiraba del hospital. Se encontró con Roberto, el cual se le dejó ir directo iniciar una pelea.Lo que no sabía, era que Joel boxeaba por deporte y no logró darle ningún golpe importante. Roberto se encontraba en desventaja, ya que peleaba por instinto. Joel decidió acomodarle un impacto en el hombro, como advertencia porque no quería que le volviera a faltar al respeto a su novia. Después del percance tomó su celular para informarle a su chica el estado de su amiga.
—Hola lindura, ¿cómo estás?
—Bien, pudiste hablar con tu contacto.
—Sí, me dice que Jully se encuentra estable por ahora, de no ser por el tarado de su prometido, ella no viviría. Práctico RCP hasta que llegaron los para médicos, por el momento se encuentra sedada, para controlarla, muy posiblemente despierte como a medio día según mis cálculos. No te preocupes, tu amiga es fuerte y va a sobrevivir.
—Gracias guapura; sin embargo,hasta que no la vea recuperada con mis propios ojos, no me sentiré mejor.
—De acuerdo, pero te pido a que esperes a que se encuentre restablecida. El mentado Roberto es todo un caso, es muy agresivo. No me gustaría que pases un mal rato.
—¿Qué sucedió Joel?
—Nada, solo que me lo encontré y se me dejo venir a golpes, sé que, quizás se siente desesperado por el estado de Jully, pero no está actuando de forma racional.
—Te enfrentaste a golpes, ¿sabes lo que pienso de eso?
—Corrección. Yo no inicie el altercado, solo me defendí. ¿Hice mal acaso?
—No, disculpa, porque no vienes y te invito a desayunar, ya casi son las seis de la mañana.
—De acuerdo, nos vemos en un rato.
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Amor Entre el Tiempo.
RomanceSueños, enfermedad, visiones, son las cosas que empiezan a moverte el piso, una sesión de hipnosis te hace descubrir que estás entre dos hombres, debido a tu reencarnación, a cuál elegirías: amor o lujuria.