Joel se presentó puntualmente en el apartamento de Alejandra con todo lo necesario para atender a su amiga, por si en dado caso llegaba a ponerse mal en el momento de la sesión, o después.
—Necesito que no tengas miedo Jully, tienes que hacerme caso y por favor no te levantes hasta que yo no te lo indique. No quiero exponerte como la vez pasada.
—De acuerdo, señorita enojona. —Sonrió Julieta a la pareja, para aligerar la tensión que colgaba en el ambiente.
Dichas todas las indicaciones de Alejandra le pidió que se sentara en el sofá y que se relajara y comenzara a hacer respiraciones por la nariz.
Jully se recostó en el sillón reclinable mientras Alejandra, al igual que en la primera sesión, reprodujo una playlist de melodías relajante en su laptop. Encendió la cámara y la puso a grabar, al igual que su celular.
—Julieta necesito que cierres los ojos, y comiences a hacer respiraciones conforme te lo pida.
Inhala por la nariz, exhala por la boca.
Inhala, exhala, ahora quiero que imagines que hay unas puertas frente a ti, se abren de repente y entras a través de ellas.
Se cierran tras de ti, y comienzas a bajar al primer piso, ya que te encuentras arriba de un elevador.
Continúa con tus respiraciones, lleva el ritmo que te marqué, ahora baja al segundo piso, ¿te encuentras cómoda?
Si.
Llegamos al tercer piso, descubres que todo es confortable.
El cuarto piso te llena de seguridad.
El quinto piso es cálido.
Cuando desciendes al sexto piso descubres familiaridad en el lugar.
Recuerda que tienes que inhalar y exhalar.
Llegando al séptimo piso te llenas de la sabiduría elemental.
El octavo piso es tu subconsciente.
En el noveno piso encuentras el entendimiento.
Al llegar al décimo piso se abren absolutamente todos tus recuerdos.
Los de esta vida y los de las pasadas, se abren las puertas y sales del ascensor. ¿Dime que es lo que puedes observar a tu alrededor?
—Una ola enorme que viene hacia mí y me traga por completo no permitiéndome respirar, me siento mal.
—Se cierran las puertas del elevador. El agua no logra tocarte. Bajamos un piso más y detrás de ti se encuentran otras puertas. Volteas y se abren. ¿Qué es lo que ves?
—Estamos Eufrosina y yo en un lugar con jardineras. Soy una niña, me encuentro corriendo arriba de ellas con las manos extendidas como si fuera un avión. De repente volteo hacia el tercer piso del edificio que se encuentra enfrente de la jardinera y veo como una mujer rubia está dando de comer a unos pájaros en sus jaulas, trae una bata y pijama rosa al parecer, se acerca una mujer rubia con un traje formal café a sus espaldas. Camina hacia la jardinera de material, sube a ella rápidamente, la mujer que alimentaba a los pájaros voltea cuando la señora le dice gritando que la ama, y se arroja por el balcón. Cae al concreto y le sale sangre de la cabeza. Al verla caer se desmayó la rubia de los pájaros. Igual que yo al ver a la mujer en el piso con la sangre al rededor. —En ese momento Jully comenzó a derramar lágrimas amargamente.
—¿Por qué lloras, Julieta?
—Es muy triste. No soporto ver a esa mujer en el suelo. Por favor, ¿puedo regresar? Siento una tristeza abrumadora y un dolor de cabeza insoportable. —Julieta se tocaba la cabeza en el lugar donde se había golpeado de niña.
—Es momento de regresar. Quiero que estes consiente que todo lo que estás viendo pasó hace mucho tiempo y no te puede afectar. Es solo un recuerdo para ti y cuando despiertes lo podrás recordar todo, pero no podrá dañarte. Ahora regresa y sube al elevador, en cuanto se cierren las puertas comenzarás a relajarte piso por piso. No olvides inhalar y exhalar.
Esta vez solo tardo muy poco Alejandra en el regreso de la conciencia de Julieta.
—Empieza a subir al décimo piso, guardas tus recuerdos como un agradable momento, ya sea malo o bueno el suceso.
Al llegar al noveno piso entiendes que todo pasa por una razón.
Al pasar por el octavo piso recuperas tu subconsciente.
Llegando al séptimo piso mantienes la sabiduría elemental.
Cuando subes al sexto piso descubres familiaridad en el lugar.
El quinto piso es cálido.
El cuarto piso te llena de seguridad.
En el tercer piso, descubres que todo es confortable.
Al llegar al segundo piso, tus respiraciones son acompasadas y tranquilas, lo que hace que te relajes.
Al llegar finalmente al primer piso te encuentras lista para salir de él, abrir tus ojos y encontrarte en la realidad en la que vives hoy en día.
Julieta fue abriendo sus ojos lentamente y con sus manos talló sus párpados, ya que las pestañas aún se encontraban mojadas por sus lágrimas, se le acercó Ale y se inclinó para revisarla.
—¿Cómo te encuentras?
—Bien, aunque un poco molesta,por el hecho de que no pude ver que era todo eso de la ola.
—Lo siento, pero traté de evitar que sufras el estrés. Tenemos que practicar más con las regresiones hasta que tengas todas las herramientas y poder enfrentar eso. Hablé con Esteban después de la primera sesión, es importante que me orientara. Me comentó que dado que tú quedaste muy marcada por el suceso de tu muerte. Es primordial que lo trabajemos poco a poco, para que tu subconsciente no te ataque y piense que lo sucedido está pasando en la actualidad. Es por eso que tu cuerpo colapsó, ya que procesa tus recuerdos como sise encontrara de nuevo en esa situación y estaba muriendo.
El escuchar lo que decía Alejandra,provocó que Jully se asustara de recuperar las memorias de su muerte en el tsunami.
—Y qué pasa si lo vuelvo a recordar, ¿volveré a sufrir un paro respiratorio?
—No lo sé. Pero evitaremos estar en zozobra al pensar sobre lo que podría pasar. Déjame le llamo a Esteban y que nos oriente al respecto. —Alejandra tomó su celular y le marcó a su amigo, el cual se había ofrecido ayudarla de cualquier forma en el caso de Julieta.
—Me da pena que lo molestes, ¿dónde dices que vive en estos momentos?
—Está en Canadá, en Terranova, en realidad no es tan tarde.
—¿Cuántas horas son de diferencia?
—Como tres y media. Son las once de la noche en este momento. No es mucho en realidad.
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Amor Entre el Tiempo.
RomantizmSueños, enfermedad, visiones, son las cosas que empiezan a moverte el piso, una sesión de hipnosis te hace descubrir que estás entre dos hombres, debido a tu reencarnación, a cuál elegirías: amor o lujuria.