Capítulo 27. Misión encubierto

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- Sé que Damian es fuerte, pero si se llegan a encontrar con Zeeshan es mejor que alguien los ayude a huir. No sabemos qué es lo que busca, pero din duda nuestro objetivo ahora es mantener a salvo a Mili. Necesito que vayas con ellos, vigílalos sin que te vean solo de ser necesario interfiere, confío en ti – Aylin le susurró a Asth antes de subir a su habitación

Es por ello que desde que Damian y Milena se encaminaron a Hikma, Asth los iba siguiendo en todo momento, a excepción de cuando montaron aquel dragón, Asth ya no tenía alas, por lo que seguirlos iba a ser difícil, así que simplemente se teletransportó a la ciudad antes de que ellos llegaran. Cuando vio a ambos entrar a la ciudad de la Sabiduría, él hizo lo mismo, sin embargo estar ahí en cubierto parecía una tortura, sobre todo cuando Damian comenzó a darle "clases de historia" a la humana. En innumerables ocasiones Asth soltó quejidos de exasperación, lo que menos le gustaba era estudiar, y el hecho de estar ahí escuchando sobre historia, le parecía interminable. Sin embargo cuando más se aburrió fue cuando comenzaron a buscar información en libros y pergaminos, tardaron horas, por lo que Asth decidió tomarse un descanso, después de todo él confiaba en su amigo, Damian era fuerte, era el único que lo había vencido, sólo una vez, pero nadie más lo había hecho.

Asth tomó su tiempo para recorrer una parte de la ciudad y vigilar que no hubiera nadie sospechoso, y cuando creyó que ya había pasado el tiempo suficiente para volver a la biblioteca, se llevó una extraña sorpresa. Milena no estaba con Damian, ¿cómo se le ocurría dejarla sola? Pensaba Asth mientras la buscaba desesperadamente con la mirada.

"Si algo le pasa no me lo perdonaré" pensó. Asth estaba por mostrarse ante su amigo para pedirle alguna explicación de dónde podría estar Milena, sin embargo, al otro lado de la biblioteca la vio escondida entre unos estantes, en ese momento sintió que podía respirar mejor. No se acercó a ella, simplemente la observó de lejos, pero algo parecía estar mal, Milena parecía estar hablando sola. Asth sacudió un poco su cabeza y se frotó los ojos, tal vez estaba viendo mal, después de todo estaba a casi quince metros de distancia de ella. Pero entre más la veía parecía que si estaba hablando sola, así que decidió acercarse para asegurarse que todo iba bien.

- No, claro que no. Solo estaba hablando conmigo misma, así las ideas me son más claras – Escuchar decir eso a Milena lo tranquilizó un poco, y no pudo evitar pensar lo extraños que eran los humanos por hacer cosas así

Su vigilia continuó hasta el templo de la sacerdotisa, no pudo oír nada de lo que hablaban mientras ambos estaban adentro, así que simplemente se sentó entre las ramas de un árbol y esperó a que salieran. Incluso cuando Milena se sumergió al fondo de la laguna no pudo ver más de cerca, siguió manteniéndose al margen, escondido entre la basta vegetación que rodeaba todo el templo.

Después de que Milena saliera de la laguna, Asth tuvo un poco de compasión por ella, se miraba devastada y triste. Asth se vio reflejado en ella, le recordó a cuando le habían dado la noticia de que le habían cortado sus alas, en ese entonces no tenía a nadie cerca para consolarlo, tuvo que sobrellevar su pérdida él solo, dando como consecuencia un terrible y profundo odio, que a su vez se convirtió en su motor para llegar a ser quien era hoy en día, uno de los mejores guerreros. Eso era todo lo que le importaba, ser el mejor, sin importar estar solo o que los demás lo rechazaran.

Sin embargo algo había cambiado dentro de él en tan poco tiempo de conocer a la humana, Asth estaba confundido con respecto a Milena, cuando recién llegó no la repudiaba ni nada por el estilo, simplemente no quería involucrarse y mucho menos quería que una humana se quedara en Ashkaly, donde podía experimentar el rechazo y abuso por parte de los residentes, en cierta forma se había comportado como un patán para protegerla, para que ella insistiera más en que la regresaran a donde pertenecía.

Pero cuando se enteró que en su plano también la molestaban algo cambió en su pensar, Milena tampoco podía regresar a su mundo, y aunque lamentablemente en Ashkaly también corría peligro debido a la rebelión, Asth se propuso a protegerla, no podía dejar que terminara como Ana. Y es por ello que cuando vio a Milena llorar desconsoladamente juntó todas sus fuerzas para quedarse escondido y no ir corriendo a abrazarla y decirle que todo estaría bien. 

ASHKALY: en búsqueda de la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora