ASHKALY: en búsqueda de la verdad

Capítulo 66. El verdadero enemigo

El Daemon quien todo este tiempo había permanecido encerrado en la habitación donde el líder de la facción lo había dejado, finalmente había salido pero le pareció extraño no ver nada de gente alrededor, Asth no sabía qué ocurría y era de esperarse, ya que dentro de la habitación hechizada parecía que el tiempo no avanzaba normalmente, incluso estaba insonorizada. Avanzó por los pasillo tratando de encontrar a alguien pero no vio a nadie, estaba por teletransportarse nuevamente cuando a lo lejos vio a alguien, un miembro de la rebelión ¿cómo era posible? ¿acaso se trataba de una emboscada? Sigilosamente se acercó a este y con una de sus dagas le cortó el cuello, sin embargo en la habitación a la cual entró después estaba llena de miembros de la rebelión, como si se estuvieran escondiendo para salir de sorpresa, todos se abalanzaron sobre él y comenzaron a luchar. Siendo que el Daemon salió victorioso.

Es así como con forme iba avanzando encontraba a más secuaces de Zeeshan y los iba eliminando, hasta que finalmente llegó al segundo piso de la facción, en donde desde los barandales vio a los miembros de la facción tirados por todo el suelo mal heridos y algunos muertos, escuchó un sollozo y dirigió su mirada hacia aquel lugar, donde vio a Aylin abrazando fuertemente a Ban, vio a Damian herido en una esquina y a Milena atrapada. Buscó con desespero hacia otro lugar, cuando finalmente lo encontró. Zeeshan había matado a todos y ahora estaba por matar al líder. El Daemon se lanzó desde el segundo piso sin hacer un solo ruido y a toda prisa se abalanzó contra Zeeshan, mientras que con un hechizo apartaba lejos al líder del campo de batalla.

- Asth ¡detente! – gritó Milena, pero este pareció no escuchar, estaba cegado de la rabia

- ¡Tú mataste a mi gente! – Blandió una espada contra Zeeshan, quien la esquivó a toda prisa - ¡Mataste a mi familia! A mi especie - El Daemon con todas sus fuerzas atacaba a Zeeshan, quien no devolvía los ataques, simplemente los esquivaba, lo que provocaba más la ira de Asth – No seas cobarde y pelea – gritaba mientras que Milena continuaba insistiendo que se detuviera

- ¿Por qué no la escuchas? – Espetó Zeeshan – Maldito imbécil, no sabes lo que haces. El verdadero enemigo es él

Mientras que miraba la pelea entre Asth y Zeeshan vi como el líder corría a esconderse, le grité innumerables veces a Asth que me escuchara, incluso Aylin le habló pero él se negaba a quitar los ojos de vista de Zeeshan. A este paso algunos de los dos terminaría muerto y Víctor se saldría con la suya. Cerré los ojos y traté de concentrarme, si tenía una conexión con los ópalos y estos estaban vinculados a la magia y los poderes de todo Ashkaly, podía aferrarme a ese vínculo para detener a Víctor y quitarle sus poderes, solo así no habría riesgo de que todos muriéramos.

Mi respiración se volvió más lenta y poco a poco comencé a adentrarme primero hacia mí misma y después buscando el hilo que me unía a los ópalos. Y finalmente lo vi, lo había encontrado, estaba en un lugar completamente a oscuras y de allí emergieron seis hilos, y uno de ellos era color celeste, lo agarré y caminé siguiéndolo hasta que finalmente llegué al ópalo, y nuevamente vi una silueta, una sombra.

- Necesito que me ayudes por favor ¿cómo lo detenemos?

- El ópalo – aquella sombra habló – La fuente – las palabras que decía parecían robóticas – La energía – hizo una pausa – Destrúyelo

Fueron las únicas palabras que me dijo y acto seguido abrí los ojos saliendo de mi trance, ahora me encontraba parada frente al ópalo, mi cabello era completamente blanco al igual que mi iris del ojo izquierdo. Finalmente había podido zafarme de aquellas cuerdas que me tenían amarrada, miré hacia el suelo y no vi el brazalete, miré alrededor y vi a Víctor huyendo con él. Ni siquiera tuve tiempo de mirar a Asth, pero salí detrás de Víctor, lo perseguí hasta que llegamos a una habitación completamente vacía.

- ¿Aún tienes fuerzas? – preguntó Víctor quien ya tenía el brazalete en el brazo

- Las suficientes para vencerte, tío – invoqué mi arma de sangre y me puse en posición de ataque. Víctor hizo su primer movimiento pero no me dio, por mi parte sin vacilar me lancé hacia él acortando la distancia, ya que él era bueno en combates a distancia pero de esta forma no podría vencerme

Intercambiamos varios golpes y tal y como me imaginé Víctor no pudo llevar el ritmo, lo único que sabía hacer era lanzar sus hechizos. Le lancé varios golpes, acertándole casi todos, incluso llegué a hacerle otro corte en el rostro, lo que hizo enfurecerlo. Él sabía que a este paso lo iba a vencer. Convoqué un hechizo que en combinación con mi arma de sangre le daría el golpe final, pero en ese momento se escuchó una explosión y el grito de Aylin.

- ¡Asth! – Fue un segundo, solo un segundo miré hacia otro lado y Víctor me arrojó con tanta fuerza que se rompió la pared y di hasta la sala donde antes estábamos. Creí que iba a desmayarme, veía borroso y sentía cómo todo me daba vueltas. Cuando logré levantarme sentí cómo mi cuerpo se hacía más pesado y vi a Víctor haciendo con sus manos movimientos mientras que el brazalete en su brazo destellaba.

Iba a quitarme mis poderes.