Capítulo 24. La curiosidad que mató al ave

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Damian se fijó en Milena desde la primera vez que cruzó hacia el plano humano, cuando él tenía tan solo veinte, lo recordaba perfectamente, era la primera expedición que le permitía hacer la facción ya que recién había terminado su entrenamiento. Se aventuró por las calles de aquella ciudad humana, después de todo él podía transformarse en humano, nadie lo reconocería. Damian miraba con asombro todas partes, sobre todo cuando un humano pasaba cerca de él, nunca los había visto tan de cerca. Estuvo deambulando horas y sabía que ya tenía que volver a su plano, estaba por irse a un lugar solitario donde pudiera abrir un portal, cuando sintió un leve cosquilleo en la nariz, era un aroma muy interesante que parecía provenir de la tienda de la esquina y de donde muchas personas se abarrotaban, se le hizo muy interesante así que decidió acercarse para ver mejor. Era una tienda de pinchos, ni siquiera sabía que era eso, pero le pareció fascinante.

Damian se quedó parado unos cuantos minutos mirando por la ventana, disfrutaba el aroma que emanaba aquella tienda, pero no se animaba a entrar y probar una, le daba un poco de temor probar comida humana a pesar que se veía un poco igual a la de su plano. Se quedó unos segundos más y cuando se dijo que era suficiente dio la media vuelta para marcharse, pero retachó con una humana.

- ¡Ay! Lo siento – se disculpó aquella chica con él - ¡Jake, vas a ver! – gritó la humana mientras corría detrás del otro humano – Damian se quedó perplejo al ver aquello, parecía que se divertían y se sintió un poco celoso, después de todo él no podía divertirse así, si quería ser respetado en la facción. Miró hacia el suelo y vio un pequeño artefacto en forma de cajita, era una cartera, la tomó y la abrió, traía unos cuantos pesos y una pequeña foto de la chica junto con un señor mayor.

Damian pensó que sería buena idea dejarle su pertenencia, así que siguió el camino por donde se habían ido aquellos humanos, hasta que dio con su hogar, le dio pena hablarle así que decidió convertirse en un ave, voló y se asomó por cada una de las ventanas hasta que dio con el cuarto de la chica, una vez ahí dejó la cartera y esperó a que la humana lo recogiera. Desde esa vez cada vez que Damian viajaba al plano humano iba a ver a la humana transformado en ave, todo comenzó como simple curiosidad por aquella chica, ella no era una humana como le enseñaban en su plano, en Ashkaly les enseñaban que los humanos eran tontos, egoístas y malvados, pero ella era todo lo contrario, era inteligente, amable con los que la rodeaban y siempre estaba sonriendo de oreja a oreja, parecía ser muy feliz.

Poco a poco su curiosidad incrementó, pero cuando las cosas se complicaron en Ashkaly por culpa de la rebelión dejó de visitar el plano humano, y cuando finalmente logró volver, se dio cuenta que aquella chica ya no vivía más en el hogar que solía estar. Damian no se rindió, creyó que ella algún día volvería, pero pasaron casi dos años y no la volvió a ver. Perdió la esperanza de encontrarla de nuevo, así que siguió su vida como si nada, aunque para sus adentros siempre la recordaba.

No fue hasta un día cuando en forma de ave sobrevolaba un instituto que volvió a ver a esa chica.

- ¡Milena! La profesora Inés te busca

- Ah, gracias

Por fin la había encontrado, sin embargo ya no se parecía para nada a la que recordaba, ahora era mucho más alta e incluso más bonita, pero no solo eso había cambiado. Ahora siempre estaba sola, ya no solía estar con el chico de siempre e incluso ya no vivía con aquel señor, ahora ella ya no sonreía más, parecía infeliz. Esto destrozó un poco a Damian, temía que se convirtiera como los humanos que describían los libros de Ashkaly, esta vez la siguió más de cerca, no solo se convertía en aves para poder acompañarla, sino incluso llegó a transformarse en insectos. Y cuando estuvo más cerca de ella se pudo dar cuenta el infierno que vivía en su escuela, nadie le hablaba ni mucho menos era amable con ella, en especial una chica que aunque era bonita por fuera, estaba podrida por dentro, la miraba con desprecio o hacia comentarios sobre ella, incluso aunque Milena no le dijera nada.

Esto hizo sentir furioso a Damian y muy preocupado por Milena, tanto que deseaba transformase en humano y estar a su lado para defenderla. Él aun no lo sabía, pero ahora lo que sentía por esa chica no era simple curiosidad, sino que se volvió algo más fuerte, era un cariño inmenso y protector, era amor. 

ASHKALY: en búsqueda de la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora