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Una salida entre ellos era algo que sucedía una vez cada mes y en los últimos años las dos personas menores de su gran "familia" fueron agregadas a esta mezcla. Lo cual no era malo si es que los tenías a unos metros lejos.

-No entiendo porque razón sigo viniendo a estas reuniones. Podría haberme quedado en casa a ver algún documental, sin duda ello habría sido mucho más enriquecedor que venir a oír sobre el último chisme de alguien.

John se rio suavemente al oír la queja de su pareja. William podría ser un mocoso en ocasiones y a los segundos después estaría con su atención completa en lo que los demás dirían porque podría no importarle todo ello, pero jamás haría que alguien sintiera que le estaban ignorando.-Me gustaría oír sobre cómo están yendo las cosas entre tu hermano y Evan. Se han mudado hace poco a ese nuevo lugar, quiero saber si es bueno para ellos o no. ¿No te importa eso?

-No.

-Eres un mentiroso.

-Ya sé todo eso. Chris no ha dejado de llamarme casi todos los días para decirme algo nuevo de ese vecindario.-William negó con su cabeza recordando todo lo que oído de parte de su hermano.-Te prometo que no me importa oír otra vez que tan lindo es el perro de su vecino. ¿A quién le importa?

-¿No eres una persona de perros?

-No me interesan.

-¿Gatos?

-Me gusta el de Harley y Peter. Es linda.

-¿Deberíamos tener uno?

-No.

-¿No quieres?

-Tú vas a comenzar a trabajar en unas semanas y sabes que yo con suerte me alimento a mí mismo mientras estoy en algún caso, así que siento que el gato estaría a su merced más que nada. Eso sería bastante cruel de nuestra parte. ¿No lo crees?

Oh. Él no había pensado en eso.-Cierto. Tal vez en otro momento.

-Cuando las cosas estén más estables, puede ser.

-Bueno.-John se giró a ver a William que miraba la botella de cerveza en su mano con una mirada casi insultante. El líquido no había bajado nada, algo que no le extrañó porque el menor jamás había sido alguien que disfrutara de beber.-¿Por qué simplemente no la aceptaste?

-Jim solo me la dejó en la mano y se largó con su esposo.

-Aún no asimilo que están casados.

-Tú y yo.

-Es un poco irreal ¿No crees?

-¿De qué hablas?

-Ya sabes.-John miró su mano donde el brillo del anillo captó de inmediato su atención.-En algún punto tú y yo estaremos casados también. Da un poco de miedo.

-¿Miedo?

-¿No tienes miedo? Me da terror lo que el matrimonio puede hacer.

-No. ¿Qué es lo que podría hacer, John? Eso solo nos dará otro nombre por el cual llamarnos, pero lo demás será lo mismo, sabes eso. Seguiremos siendo tú y yo.

-Siempre sabes qué decir.

-John, firmar un papel no va a cambiar nada más que el nombre de nuestra relación.-William tomó su mano, pasando el pulgar por sobre el anillo.-Harley y Peter no se casan porque ya saben esto. Todo sigue siendo igual. Tú me amas, yo te amo y así es la vida, así ha sido por años y pretendo que siga así por otros más.

John se adelantó y dejó un casto beso en los labios de William.-¿Crees que las personas me crean si les dijeras que entre tú y yo al final tú resultaste ser el más cursi de ambos?

-Puedes intentarlo, pero dudo mucho que te crean.

-Harley me creería.

-Harley me ha visto llorar por ti. Dudo que después de ello no crea que tomaría cada oportunidad para decir lo que siento por ti.

-¿Has hablado ya con él?

-No he ido a su departamento. He estado pendiente del último caso, así que lo más probable es que vaya en estos días.

-¿Vas a decirlo o harás algo bien y se lo preguntaras?

William sonrió al oír esa pregunta.-Aún lo estoy pensando.

-Eres un imbécil.

-Lo sé.

-Creo que deberías preguntarle.

-Como si fuera a decir que no, John.

-Jamás lo haría.

-Exacto.

John iba a besarlo una vez más, pero una voz los interrumpió haciendo que se sorprendiera un poco. En ocasiones quedaba tan atrapado por William que hasta olvidaba todo lo que ocurría a su alrededor, era un tanto vergonzoso.-Oh, Ian. ¿Necesitas algo?

-Oh.-El castaño parpadeó un poco avergonzado de tener tanta atención sobre él mismo.-Lo siento, solo quería ver si podía hablar con William sobre algo.

-Bueno...-William miró a John y negó sutilmente con la cabeza en una obvia pedida de que no lo dejara aquí. El rubio lo miró fijamente y esa fue toda la respuesta que obtendría William.-Está bien. Iré con los demás.

-Gracias.

-Todo bien.-John tomó el rostro de William con una mano y lo acercó a él para dejar un beso en su mejilla intentando que con eso borrara el ceño fruncido que había crecido en su pareja al verse abandonado.-Habla con él.-Le pidió en voz baja.-Por favor.

-Te odio.

-Yo también. Los dejo.

William se cruzó de brazos viendo a Ian, pero el menor solo miraba hacia el suelo. Cierto, el chico no era el más extrovertido, la atención era poco deseada. Sin duda era bastante sorprendente que fuera tan tímido viniendo de esa familia considerando como eran todos en ella.-¿Quieres hablar aquí o vamos hacia el patio? No veo nadie allí, así que estoy seguro de que será un lugar seguro para lo que quieras decirme.

A veces a él mismo le sorprendía su forma de ser en estos días. Antes seguro que no se tomaría ni el tiempo de buscar una opción y de intentar consolarle, pero está bien con esto. No extraña la persona que solía ser antes, no cuando ello casi le hace perder a John.

-Si, yo... Afuera suena bien.

-Bien, vamos.

Ian comenzó a caminar hacia el patio, pero su mirada se mantuvo baja. Seguía sin entender como alguien con esta personalidad puede chocar tanto con Dave, más cuando el otro chico decía que Ian continuamente buscaba una forma de rivalizar con él, ¿No es raro que alguien que no quiere atención busque algo que sin duda le dará la atención de toda la familia? Tal vez debería dejar de distraerse y de una vez por todas leer a Ian. Intenta no hacerlo tanto para no pasar a llevar a las personas, pero está cansado de vivir en la ignorancia en esta situación.

Va a saber la verdad de esto de una vez por todas. 

"We 3"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora