17. Incendio

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Rick: Dale era bastante irritante —abrazo a papá —. A mi me irritaba, porque no tenía miedo de decir exactamente lo que pensaba, lo que sentía.

Estamos parados frente a la tumba de Dale.

Rick: No hay mucha gente tan sincera ni tan valiente —sigue hablando —. Cada vez que tenía que tomar una decisión, miraba a Dale. Y él me miraba con esa mirada suya. A todos nos miraba así en cualquier momento.

Carl y yo nos miramos de reojo, pero aparte rápido la mirada hacia la tumba de Dale.

Si no hubiéramos huido, si… si hubiéramos matado al caminante Dale estaría aquí ahora mismo. 

Rick: No siempre lo entendía, pero él sí nos entendía a nosotros —aclara —. Él veía la esencia de las personas. Sabía cosas sobre nosotros, la verdad, como somos realmente.

Por nuestra culpa Dale esta muerto, fue por nuestra culpa.

Rick: Los últimos días, decía que estábamos perdiendo nuestra humanidad —explica —, decía que ya no éramos un grupo. La mejor manera de honrarlo es unirnos, dejar de lado nuestras diferencias y avanzar, dejar de sentir lástima por nosotros mismos, tomar el control de nuestras vidas, de nuestra seguridad, de nuestro futuro. Esto sigue siendo un grupo. Demostremoslo.

Descansa, Dale.

Rick: De ahora en adelante lo haremos a su manera —lo miro —. Así honraremos a Dale.

Luego de un minuto en silencio empezamos a caminar, alejándonos de las tumbas.

Suelto a papá para caminar hacia nuestras cosas, las movimos en la mañana, pero falta ordenar todo porque lo hicimos muy rápido.

Todos nos vamos a mudar a la casa, vamos a estar apretados pero al menos no sufriremos de frío.

Empiezo a tomar las cosas y meterlas ordenadamente en las cajas.

Dobló las cobijas y edredones antes de meterlos a su caja y cerrarla con la tapadera.

Me acerco a las cosas de papá al terminar de guardar mis cosas.

Al tomar una de las cosas se cae algo al suelo, me agachó y frunci el ceño al ver que son mis lentes de sol.

Daryl: Ellie —los recojo del suelo —. ¿Ya terminaste?

Ellie: ¿Los tenías todo este tiempo? —volteo a verlo.

Él mira los lentes de sol en mis manos.

Daryl: Si —frunci el ceño, lo miro molesta.

Ellie: ¿Por qué? —pregunto molesta —. ¿Por qué los escondiste?

Daryl: Porque… —suspira —. Ellie, no era sano que los usaras todo el tiempo.

Ellie: Sabes porque los usaba.

Daryl: Si, lo sé, y es mi culpa habértelos comprado en primer lugar —mantengo mi mirada molesta —. Ocultaste tus ojos y eso estuvo mal.

Ellie: No tenias derecho de ocultarlos.

Daryl: Ellie, ya ni siquiera me dejabas ver tus ojos si no te ordenaba quitártelo —me sujeta de los hombros —. Ya no podría ver tus ojos.

Ellie: Papá…

Daryl: Y volvería a esconderlos e incluso los rompería si volvieras a usarlos —pone un mechón de cabello detrás de mi oreja —. Tus ojos son lo más hermoso que he visto y quien diga lo contrario se las vera conmigo.

Sonreí un poco.

Daryl: ¿Volverás a usarlos? —los miro.

Ellie: No —los tiro a la caja —. Ayudame a llevarlas a la camioneta.

𝗦𝗼𝗺𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲𝘃𝗶𝘃𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora