𝗦𝗼𝗺𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲𝘃𝗶𝘃𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀

18. Daniel

Rick cumplió su palabra de que las cosas no serían igual, él tiene la última palabra en las decisiones.

Con Carl empezamos a aportar al grupo, nos dejan acompañarlos a buscar provisiones y a matar caminantes.

El invierno esta empezando, por suerte encontramos una tienda de ropa para abrigarnos.

Vamos de un lado a otro, casi nunca nos quedamos más de una noche en un lugar.

Nos detenemos en un pequeño pueblo, me bajo de la motocicleta. Miró hacia la izquierda al ver un caminante acercarse.

Saco una flecha y la coloco en el arco, apunto hacia el caminante y disparo, le doy en la cabeza.

Daryl: Has mejorado bastante —sonreí.

Nos acercamos a los demás.

Rick: Separemonos y busquemos provisiones, quizás encontremos una casa en buen estado —asentimos.

Miró de reojo hacia Lori, ya se le está notando el embarazo, aunque ella no lo está disfrutando mucho porque Rick no le habla e ignora cuando puede.

Daryl: Ardilla —lo miro —. Vamos a cazar.

Ellie: De acuerdo —empezamos a caminar.

Nos acercamos al bosque, entramos mientras los demás revisan el pequeño pueblo.

Daryl: Presta atención a cada sonido y debes de identificar las huellas, ¿esta claro? —asentí —. Mantén tu arco en alto, el arma no lo necesitas ahora.

Ellie: ¿No sería mejor de un disparo?

Daryl: Eso era antes, ahora no sabemos si nos cruzaremos con algún caminante —asentí —. Quizás nos encontremos a un venado.

Ellie: Eso sería genial, comer más aparte de ardillas y sopa en lata.

Daryl: Hey, las ardillas son deliciosas —pongo los ojos en blanco.

Ellie: Papá, ya has hecho todas las recetas habidas y por haber de ardillas.

Daryl: Chistosa —reí un poco.

Miró hacia todos lados, la nieve empiezas a cubrir los árboles.

Daryl: Hoy habrá una tormenta —dice viendo hacia el cielo, frunci el ceño.

Ellie: Esta despejado, sin ninguna nube —dije confundida.

Daryl: Tú solo confía en los instintos de tu padre —pongo los ojos en blanco.

Seguimos caminando, atentos a cualquier cosa.

Me sorprende que papá se haya dado cuenta de seis ardillas durante el camino y le haya dado a todas, justo en el ojo derecho.

Me señala a un árbol, vemos a un búho.

Saco una flecha y apunto hacia él, intento qué el pulso no me tiemble y tenso por completo la cuerda del arco.

Dispare hacia él y le di en el pecho, sonreí.

Ellie: Le di, papá —digo emocionada.

Daryl: Anda, ve por él —asentí.

Él toma mi arco, camine hacia el búho qué cayó en unos arbustos.

Apartó los arbustos para buscar al búho, hasta que lo encontré pero no estaba solo.

Me cruzó con un par de ojos cafés, es un niño de cabello castaño qué quizás tengamos la misma edad.

Ninguno dice nada y ni siquiera nos movemos.