59. La llegada de ese imbécil

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Con la abuela venimos a desayunar a la casa de Rick, al parecer Michonne salio muy temprano. Según Carl eso lo está haciendo desde ese día.

Rick: Gracias por hacer el desayuno, Stella —ella sonríe un poco.

Stella: No hay nada que agradecer, lo hago con mucho gusto —suspira —. Eso mantiene mi mente ocupada.

Ayudo a Jude a comer, ella es tan inocente y es ignorante a lo que estamos viviendo y la envidio por eso. Al menos es la única que sonríe sin sentirse mal.

Todos nos tensamos al escuchar golpes fuerte en la entrada. Carl, Rick y yo nos levantamos para ir hacia las ventanas.

Carl: Dijeron que en una semana —dijo molesto.

Ellie: Pues al parecer se olvidaron de ese tiempo límite —digo sarcástica —. Negan llego.

Rick: Quédense aquí —fue hacia la puerta y sale, apresurado, de la casa.

Ellie: Cuida de mi abuela y de Jude —le digo a Carl.

Antes de que pudiera negarse o detenerme ya había salido de la casa, casi corro hacia la puerta para llegar a ver que sucede.

Negan: Hoy es un gran día —me acerco más  —. Oye, Rick. ¿Viste eso, lo que acabo de hacer? Eso se llama servicio.

Me tengo que cruzar de brazos para tomar fuerza y no matar a los infelices qué tengo frente.

Negan: Estuvieron a punto de negarme la entrada —le reclama —. ¿Quien es ese tipo? ¿Me enoje? ¿Lance golpes? ¿Le aplaste los sesos a un pelirrojo?

Apreté los puños, maldito cretino.

Negan: Liquide a uno de esos pendejo y evite que matará a uno de ustedes —hace una reverencia burlona —. Servicio.

Miro hacia varios Salvadores, miro sorprendida a papá. Tiene un traje sucio y esta lastimado, tiene la mirada perdida.

¿Qué demonios le hicieron?

Negan: Sostén esto —le entrega el bate a Rick, al pasar a su lado.

Me acerco más para poder llegar a papá, necesito abrazarlo.

Los Salvadores fueron entrando como si esta fuera su casa, pero no me importa eso.

Negan: ¡Que cosa tan loca! —grita con euforia —. Este lugar es magnífico.

Camino más rápido, siento como si papá estuviera muy lejos, demasiado lejos.

Negan: Es un verdadero, exceso de riqueza —me acerco mas —. Si, señor, me parece que ustedes van a tener mucho que ofrecer.

Ellie: ¡Papá! —levanta la mirada para verme, hay un pequeño brillo en sus ojos.

Ethan: Ellie, espera —intenta sujetarme, pero lo apartó de un empujón.

Negan: Un segundo, chica apresurada —intenta detenerme, pero lo esquivo rápido —. Niña...

Lilian: Ellie...

Llegue con papá y lo abrace, lo abrazo con más fuerza al sentir que él no me abraza.

Papá, por favor hazlo, solo quiero que me abraces.

Me sujetaron de la  cintura alejándome de él, empujó a Ethan al ver que era él.

Ellie: No vuelvas a tocarme, maldito —digo molesta.

Negan se acerca y se para delante mío, lo miro con odio puro y conteniendome las ganas de golpearlo.

Negan: Primero que nada, niña —sonrie —, no me mires así.

𝗦𝗼𝗺𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲𝘃𝗶𝘃𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora