60. De visita a Hilltop

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Desperté muy temprano, hoy iré a Hilltop sin que nadie se entere. No voy a desaparecer del todo, sino que... les dejaré una nota.

Termino de guardar algunas cosas en la mochila que llevare, y también llevo un sándwich por si llego a tener hambre en el camino.

Me coloco la mochila en la espalda, camino con mucho cuidado a la puerta trasera.

La abuela sigue durmiendo, y deje la nota a su lado para que no se asuste tanto si no llega a encontrarme. Sé que lo que hago es peligroso, pero no puedo estar quieta sin saber que pasó con Maggie y el bebé.

Salgo de la casa y camino hacia el muro, miro a todos lados esperando que no haya ningún guardia. Escalo el muro hasta salir.

Enciendo la linterna al estar lo suficiente lejos de Alexandria para no levantar ninguna sospecha.

Llegare al amanecer a Hilltop, o eso espero. Porque es media noche y no podía dormir sin soñar esa noche, aun puedo escuchar los gritos de Maggie y Dani.

Solo llevo mi arco y cuchillo, ya que Negan se llevó todas nuestras armas. Ahora si que nos defendemos con palos y cuchillos.

Me mantengo alerta a cualquier ruido, el más mínimo que haya.

Hace mucho no he estado de noche en el bosque, quisiera pensar en algo positivo como que nos volveremos más fuertes pero... nada de esto tiene algo positivo.

Es una completa mierda.

Maggie y Daniel deberían de estar en casa, Glenn y Abraham deberían de estar aquí al igual que Sasha.

Me quedo quieta al escuchar algo detrás mío, me doy al vuelta. Esquivo al caminante y llevo mi mano a mi cuchillo, casi intento tomar mi arma invisible.

Dejo caer la linterna al acercarme al caminante, le clavo el cuchillo en la cabeza. Casi grito cuando siento una mano en mi hombro, al apartarme mis piernas se golpean entre sí haciendo que caiga al suelo.

Con mis piernas le impido acercarse más a mí

Tomo rápido una rama con punta filosa del suelo y se la clavo en la cabeza, aparto el rostro cuando su sangre salpica.

Lo apartó de una patada antes de que caiga encima mío, me levanto del suelo y veo que más caminantes se acercan.

Un poco de entrenamiento no me vendrá mal.

Sostengo con fuerza la rama, se acercan los primeros. Al primero le golpeo con mucha fuerza que le destrozó el lado derecho del cráneo, al segundo le clavo la punta.

Pero queda trabado en su cráneo qué es inútil intentar sacarlo.

Saco la navaja de mi bolsillo y me voy contra al tercer caminante, lo sostengo con fuerza hasta acorralarlo contra un árbol y clavarle la navaja.

Y al último lo sostengo de la camisa para golpearlo contra el arbol, le sostengo la nuca y golpeo una y otra vez.

Hasta manchar por completo mi mano de su sangre, su cabeza quedó totalmente destrozada contra el arbol qué ya es imposible apartarlo.

Me apartó y veo que estoy rodeada de cadáveres, suspiró cansada.

Me agachó para recoger mi cuchillo y linterna. Cierro la navaja y la guardo en mi bolsillo, guardo el cuchillo en la funda y sigo caminando.

 Cierro la navaja y la guardo en mi bolsillo, guardo el cuchillo en la funda y sigo caminando

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𝗦𝗼𝗺𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲𝘃𝗶𝘃𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora