27. Una Pelea

360 44 2
                                    

Carl había vuelto casi por la noche, en el momento en que ellos regresaron llegó Andrea con un hombre de Woodbury.

Dijeron que el Gobernador quiere hablar con Rick, cara a cara, y dieron la dirección del lugar y la hora.

Todos de inmediato pensamos que es una pésima idea porque puede ser una obvia trampa, pero Rick termino aceptando.

Se fue por la mañana con papá y Hershel, todos los demás nos quedamos para organizar todas las armas que encontraron.

Glenn quedo a cargo, al menos su enfado e ira han ido disminuyendo aunque es evidente que detesta que tío Merle este aquí, pero intenta soportarlo.

Aunque no se habla mucho con Maggie y Daniel a intentado que lo hagan de todas las maneras posibles que ya se ha rendido.

Luego de desayunar nos encargamos de limpiar, de juntar las mesas y colocar todas las bolsas con armas sobre las mesas.

Las vamos sacando una por una, tomo cargadores vacíos para empezar a llenarlos de balas.

Glenn: Niños, vengan —nos acercamos a él —. Pongan esto en el muelle de carga, ¿si?

Carl: Está bien —cada uno toma dos cajas con municiones.

Glenn: Beth, pon más en la pasarela —le entrega las cajas —. Si alguien queda atrapado, debe tener suficientes municiones. Yo iré a la jaula afuera.

Merle: Lo que deberíamos hacer es cargar partes de estas armas en un camión e ir a visitar al gobernador —volteo a verlo —. Sabemos donde esta, ahora mismo.

Glenn: ¿Estas sugiriendo que vayamos a matarlo?

Merle: Si. Exacto —muerdo mi mejilla.

Michonne: Le dijimos a Rick y a Daryl que nos quedaríamos aquí.

Merle: Cambié de idea, preciosa —lo miro sería —. Esperar mientras mi hermano está allí. No me sienta bien.

Glenn: Los tres están en medio de todo —le recuerda —. No nos esperan. Podrían secuestrarlos o matarlos.

Ellie: Cualquier cosa que planees saldrá mal, todo calculo saldrá mal —me mira —. Sabes que papá puede cuidarse solo.

Merle: Camaleón, te he dicho que no debes ser ingenua con temas delicados y situaciones así —me recuerda —. Las cosas van mal.

Carl: Mi papá puede cuidarse solo.

Merle: Hijo, la cabeza de tu papá ya podría estar en una estaca.

Ellie: ¡Basta! —grito muy alto —. Solo… no digas esas cosas.

Con Carl y Dany salimos del pabellón para ir a las pasarelas.

Daniel: Perdón que lo diga, Ellie, pero tu tío es un maldito idiota —nos miramos —. Nunca mantiene la boca cerrada.

Carl: Pero no dices que no tenga razón —nos detenemos —. El gobernador ya debió de matar a todos, quizás venga hacia acá.

Ellie: No puede arriesgarse a eso —me mira —. No si quiere iniciar algo peor.

Carl: ¡Ya hay algo peor! —grita molesto —. ¿Es que no te das cuenta? Estamos mal.

Daniel: Todos nos damos cuenta de la situación, pero no tienes porque gritar —dice molesto —. ¿Qué te sucede?

Carl: Qué debemos dejar de actuar como niños —se acerca más a nosotros —. Ya no lo somos, ya no estamos para jugar ajedrez, vueltas de carro o las escondidas.

Ellie: Si, sé que ya no podemos sigue fingiendo que todo está bien porque nada lo está —hablo tranquila —. Pero actuar como quiere mi tío tampoco es actuar con madures, eso es ser adulto Carl.

𝗦𝗼𝗺𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲𝘃𝗶𝘃𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora